Bellas mentiras [ObiIno]

Capítulo 17

Llegamos a la mansión Uchiha, me bajé del jet y Obito me acompañó hasta mi  casa, cargaba mi maleta mientras veníamos hablando de cosas triviales.

— Obito, ¿cuándo entras a clases?

— Dentro de una semana.

— Vaya. Igual yo.

— ¿Cursarás último año cierto? — me preguntó sin despegar la vista de enfrente.

Asiento y sonrío, estábamos tomados de la mano y eso me hacia sentir segura. Cuando algún chico me ligaba Obito los mandaba a volar y a alguno que otro hasta los perseguía lo que me causaba risa.

Siento que él ha cambiado aunque no lo quiera admitir.

Al estar frente a mi casa, Obito bajó mi maleta y nos quedamos viendo frente a frente, se lamió los labios y yo me sonroje pero seguí, me incliné hacia él hasta sentir nuestros alientos juntos... Lo necesito, necesito de Obito para seguir sintiendo mi alma viva... A escasos centímetros de acariciar sus labios siento como abren la puerta detrás de mí vi la cara de molestia de Obito por interrumpirnos y al darme la vuelta mi sangre se heló y mi corazón se detuvo por unos instantes.

Él.

— ¡Vaya Ino-chan! Tenía tantas ganas de verte — exclamó eufórico mientras me abrazaba con entusiasmo y yo sentía las lágrimas al borde de caer, tenía la ganas de gritarle y decirle que me dejara pero Obito estaba allí, y si hacia una escena él...

— Ejem, Ino ¿Quién es este? — escuché a Obito molesto, si, él no sabe disimular.

— Bueno él... — tartamudeo.

— Tranquila Ino-chan, yo mismo me presento, soy Dariu Sonobe ¡un gusto! — el rubio de ojos verdes estrechó gustoso la mano de Obito, y Obito... Pues él estaba asesinándolo con la mirada.

— Obito Uchiha — respondió — ¿Quién puta eres?

Obito por favor, disimula.

— El amigo de infancia de Ino-chan — respondió sin borrar esa estúpida y falsa sonrisa — ¿no es así mi pequeña cosmos?

«mi pequeña cosmos » casi lloro con eso.

— Sí — respondí, Dariu me Abrazó más por la cintura mientras su mejilla chocaba con la mía — Obito iré más tarde a tu casa cómo te lo prometí — dije y vi la cara de confusión de Obito, era obvio que no iba a estar sola con Dariu.

— Ok — respondió secamente y yo Sonreí, comenzó a irse y Dariu agitaba su mano de un lado a otro.

— ¡Adiós, bye bye!  — exclamaba eufórico, y al ver que Obito ya se había ido, se giró hacia mí y su expresión cambió.

— Hola mi pequeño cosmos ¿cómo estás? — su cara no era lo único que daba miedo, su voz, su postura... todo en él me daba ese miedo que hacia mucho no tenía.

Retrocedí unos pasos hasta que mi espalda pegó contra la puerta, estaba aterrada, quería gritar pero sabía que si lo hacia... Lo mejor era quedarme Callada y sumisa.

— ¿Qué ha-haces aquí? — pregunté en un vano intento por oírme sin miedo, pero me era inevitable temblar, Dariu es mi pesadilla, una maldita pesadilla, con la que viví casi cuatro años. Aún podía sentir sus sucias manos sobre mí, tocándome,recorriendo cada parte de mi cuerpo ... Maldito pervertido.

— Oww ¿no te da gusto verme? — me preguntó mientras me llevaba dentro de la casa, supuse que Deidara no estaba, Dariu es primo lejano de nosotros, pero es el típico primo violador. Aunque a mi aun no me haya arrebatado mi virginidad lo único que hacia era tocarme. Me arrinconó contra una pared y podía sentir mis mejillas húmedas por las lágrimas.

— ¡Claro que no! Todo este tiempo, pensé que ya no volvería a verte... Y estaba feliz por ello. Ahora veo que es una mentira... Una horrible mentira — un sollozo se escapó de mi boca.

— ¿Una mentira? ¡oh sí! Una bella mentira, la más bella de todas, o por lo menos así lo veo yo.

Se acercó a mi cuello, y pude sentir como me olió, acariciaba los mechones de mi cabello que Caían sobre mi cuello.

— ¿Sigues virgen mi pequeña cosmos?

Asentí temblorosa y pude sentir su tétrica sonrisa en mi cuello. Mi corazón no tenía pulso normal y sentía que en cualquier momento estallaría.

— Bien, seguiremos jugando aquel juego ¿lo recuerdas?

Solloze como respuesta.

— Ni Deidara ni nadie más puede saber nuestro secretito Ino-chan... ¿Sabes lo que pasará verdad? Si alguien llegase a enterarse.

Trague duro y asentí, comenzó a lamer mi cuello y a desabrochar mi blusa, con cuidado bajo mi falda y al verme en ropa interior se relamio los labios.

— Tranquila... Ino-chan, tu virginidad estará a salvo, por ahora... — rió sobre mi piel y la besó.

Cerré los ojos, para esperar a que esa pesadilla acabara.

Obito... Perdoname.

Se viene el salseo, los celos y la parte "oscura de Ino" adfhjk

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