Capítulo 4

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Las clases parecían ir más lento a cada minuto, Deidara; quién estaba sentado a mi lado, parecía que explotaría.

— Maldita sea Hidan, cállate, me tienes hasta tu madre — exclamó el rubio, haciendo que Orochimaru-sensei se diera vuelta.

— Joven Deidara, hagame el favor de guardar silencio durante mi clase.

— Lo siento, Orochimaru-sensei, es que Hidan no para de hablar — respondió pero Hidan negó — Vamos Obito tu lo oíste, dile al sensei.

Yo sólo reí como contestación. Orochimaru-sensei fruncio el ceño, y dejando a un lado la tiza, nos señaló a los tres.

— Tú, tú y tú, vayan a la oficina del subdirector. — ordenó, me levanté bruscamente y con indignación.

— ¡Y yo porqué! — exclamó molesto.

— Vayan AHORA.

Y  empujandonos fuera del salón, nos volvió a ordenar para ir al despacho de Madara-sensei. Deidara maldijo todo, Hidan se rió como idiota y yo sólo contenía las ganas de matar a ambos.

— Es tu culpa, idiota anciano.

— ¡Venga! Yo sólo decía lo buena que estaba tu hermana, Deidara amigo mío, ¿por qué nunca me dijiste que tenías una hermana tan linda? — respondió el IDIOTA de Hidan, apreté mis puños con fuerza, pidiéndole a cualquier divinidad que me de paciencia.

— Porque la vez pasada que uno de ustedes la vio, también se la querían tirar — dijo con molestia.

— ¡HE! ¿QUIÉN MÁS LA HA VISTO DE NOSOTROS?

— Itachi, Shisui, Kankuro, Kakashi etc, etc casi todo el grupo — Deidara se veía cada vez más molesto.

Mi paciencia para escuchar esta conversación era increíble, mi sangre, la sentía hervir cada que Hidan hacía esos gestos raros al hablar de Ino, maldito pajero. Ino no merecía ser comentada de esa forma; y no es que me importe, pero ella no debe ser vista de esa manera, ninguna mujer debería.

Sasori quién venía con unos libros por el pasillo se acercó a nosotros.

— ¿Y ustedes que hacen aquí a fuera?

— Orochimaru-sensei nos sacó por culpa de Hidan, ya sabes, lo típico.

El de cabellos rojos rió.

— He Sasori — llamó el canoso — ¿Ya has visto a la hermana de Deidara?

— ¡Maldita sea! ¿todos se quieren tirar a mi hermana?

— ¿Ino-san? Ah, sí.

— ¿Qué opinas de ella? — preguntó y Deidara parecía que explotaría otra vez, tiene un carácter muy explosivo.

— Ella es muy linda, carismática e inteligente.

— ¿He? Yo opino que está muy buena, deliciosa ¡SÍ!

A la mierda todo. Me lancé contra Hidan dándole un puñetazo en la boca y en una pelea en el suelo, trataba de ahorcarlo al imbécil.

Deidara me alentaba para arrancarle la peluca de anciano.

Sasori sólo veía con una sonrisa la pelea, maldito idiota por no hacer algo más productivo.

(...)

— Jóvenes, en la universidad Akatsuki no toleramos ese comportamiento; estamos para formar profesionales no luchadores en los pasillos.

Todos, incluso Sasori estábamos en pose de humildad frente al escritorio de Madara-sensei, quién nos veía con un gesto de desaprobación.

— Lo sentimos — dije, nadie se atrevía a hablar todos tenían un maldito orgullo de mierda; yo también tenía mi orgullo pero no podíamos seguir callados.

— ¿Cuál fue el motivo de la pelea?

— Verá — esta vez habló Deidara — estábamos en la clase de Orochimaru-sensei, biología, pero Hidan — señaló al susodicho — estaba hablando de más sobre mi hermana, diciendo idioteces que me molestaron mucho.

El subdirector asintió con pose pensativa.

— Y usted, Obito ¿por qué peleó?

— Por la misma razón, Hidan estaba hablando de más sobre MI novia.

A Hidan parecía que se le saldrían los ojos.

— ¡¿ES TU NOVIA!?








Bellas mentiras [ObiIno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora