Capítulo 6

695 85 25
                                    

Al llegar a la entrada de la universidad la vi junto a una chica de cabello corto y negro, Kurotsuchi, la novia de Deidara hablaba animada mente con Ino. Hidan y yo estábamos lado a lado viéndola, cuando Ino se dio cuenta de mi presencia (porque estoy seguro que me notó a mí primero, obvio) sonrió y se acercó corriendo.

El atardecer y la silueta de Ino corriendo hacia nosotros mientras su cabello bailaba en el aire era una escena hipnotizadora. Hidan y yo estábamos paralizados, ¿Desde cuándo me siento así al verla?

Reaccioné primero y antes de que Hidan diera un paso más le puse el pie y se cayó pegando la cara en el pasto, lo que me dio ventaja para correr y abrazar a la rubia que reía mientras la aprisionaba contra mi pecho, negándole el permiso de que v...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Reaccioné primero y antes de que Hidan diera un paso más le puse el pie y se cayó pegando la cara en el pasto, lo que me dio ventaja para correr y abrazar a la rubia que reía mientras la aprisionaba contra mi pecho, negándole el permiso de que viera mi rostro.

— Obito-kun ¡me asfixias! — rió mientras trataba de zafarse de mi aprisionamiento, no podía permitir que me viera aún, pues todavía sentía ese molesto ardor en las mejillas.

— Tonta, te he dicho que no me llames así — le respondí para despegarme de ella y revolver su cabello. Ya no sentía mis mejillas coloradas.

— Lo siento, Obito-ku... Obito.

— ¡Ino-chan! Dulce y linda Ino-chan — canturreo Hidan acercándose a Ino, y antes de que pudiera tocarle un cabello la atraje hacia a mí, abrazándola nuevamente y gruñendo cada que intentaba acercarse como si fuera un perro cuidando su hueso favorito.

— Joder ¿te dio rabia?

— Callate y alejate — amenacé.

Hidan bufo, Deidara nos llamó y me encargó a Ino, dijo que iría con Kurotsuchi a dar un paseo antes de llegar a casa.

— Bah ¡qué Ino-chan vaya conmigo mejor! — propuso Hidan.

— Ni borracho te daría permiso — dijimos al unísono Deidara y yo tomé de la mano a Ino y salimos de ese lugar.

(...)

El trayecto fue muy callado y para romper el hielo decidí preguntarle cosas que ni me interesaban.

— ¿Por qué aún traes el uniforme del instituto?

— Me dio pereza quitármelo.

— ¿Tendrás clases mañana?

— Sí ¿Por?

— Nada, mera curiosidad.

Llegamos a la casa de Ino, la dejé en la puerta y se despidió de mi con un beso en la mejilla, Ino ya me había dado antes varios besos en la mejilla, pero este, aceleró mi pulso.





¡Hola!

Estaré actualizando seguido en agradecimiento al apoyo que le dan a mi historia. Muchas gracias!!!









Bellas mentiras [ObiIno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora