Los sextillizos viven solos en una casa, y pese a que les gusta su mutua compañía, el cuarto hermano insistió en tener una mascota, un pequeño gatito, los demás hermanos no se opusieron y así Ichimatsu trajo a una pequeña felina de aproximadamente tres meses de edad, era aún una cachorra por lo que necesitaba muchos cuidados y atenciones, o al menos eso decía el que la trajo.
Los seis hermanos llegaron a querer muchísimo a la pequeña minina, y la tenían bastante mimada, y ella no los molestaba, solamente se dedicaba a jugar con ellos, a comer y dormir, pero entonces, aquella minina siamesa llegó a crecer y alcanzó un punto en su vida en el que ella sentía la necesidad de reproducirse, teniendo así su primera época de celo.
La pequeña criatura no dejaba de maullar y ninguno entendía porque lo hacía ni porqué estaba más cariñosa con todos, entonces le pidieron a Ichimatsu que hablara con ella para que se callara, en verdad comenzaba a molestarlos con tanto maullido. Los cinco los dejaron solos para que el dueño, Ichimatsu, hablara con ella, mientras que los demás irían a algún lado a beber cerveza. El de púrpura la cargo en brazos y la estuvo meciendo como si fuese una cachorra aún, pero no funcionó, ella le siguió maullando mientras lo miraba fijamente. La pequeña felina los quería a los seis, pero más a Ichimatsu, era lógico, el cuarto hermano ama a estos animales, por lo que siempre pasaban más tiempo juntos.
- Ay, Midori-chan... necesito que dejes de maullar tanto, no entendemos lo que dices - ambos se miraban fijamente y la criatura puso ambas patitas delanteras en las mejillas de Ichimatsu - Eres una pequeña caprichosa, anda ya a jugar antes de que vuelvan mis hermanos - le dio un pequeño beso en la naricita de la felina y esta se convirtió en una humana... casi, tenía aún sus orejas y cola de gato, y él la estaba besando, no le tomó mucho tiempo reaccionar ante aquella cosa mágica que había pasado - ¿¡Pero que rayos...!? - asustado se hizo hacía atrás mientras se sonrojaba al notar que ella no tenía ropa
- Ichimatsu-sama... n-no podía hablar y gracias por besarme... yo... - la chica estaba sonrojada y miró al suelo avergonzada - e-estoy en época de celo... n-necesito eso... - ella señaló el notable bulto que había entre las piernas de Ichimatsu y de inmediato se cubrió
- P-pero, ¡¿como rayos te volviste humana?! -
- No lo sé... solo se que llevo enamorada de ti desde hace unos meses... quiero estar contigo... ¡nya!~ - aquel ultimo ruidito lo gimió, ella estaba excitada
Al fin siendo humana, ella misma comenzó a masturbarse frente a Ichimatsu, estando en cuatro y con una mano tocando su propia vagina mientras suplicaba a su dueño por un poco de amor... Ichimatsu no pudo resistirse y se acercó a besar a la chica de cabello castaño, obviamente ella le correspondió aquel beso en el que ambos estaban explorando la boca del otro con sus lenguas, cosa que excitó aún más a Midori.
- Quítame la ropa si es que tanto me deseas - dijo él dejando de besarla, dejando un fino hilo de saliva entre sus labios
- Sí, Ichimatsu-sama~ - ella rápidamente lo desvistió y antes de quitarle su trusa púrpura, la chica ya podía ver la erección que escondía bajo la ropa, no esperó más y se deshizo de su trusa, y tomó entre sus manos el miembro erecto de su dueño - Nya~ es grande -
- Quiero que lo frotes y que me hagas sentir bien con tu boca - sonrió perversamente y la chica así lo hizo.
Comenzó por frotar el duro miembro del cuarto hermano y poco tiempo después lo introdujo a su boca. Ichimatsu quería parecer el dominante, pero en el fondo estaba enloqueciendo, no podía creer lo que estaba sucediendo, su mascota se volvió humana solo porque le dio un beso, un inofensivo beso y ahora iban a hacer el amor porque ella se lo pidió, le rogó y hasta suplicó, pero tener más de veinte años y ni siquiera haber tenido novia le estaba afectando un poco, y ver que ella lo amaba y le suplicó, no podía negarse, en verdad quería perder la virginidad y no es que ella le diera muchas opciones.
Ichimatsu se sentía venir el la boca de ella, pero antes de eso la detuvo.
- M-Midori-chan, tienes una boca maravillosa, ahora enséñame donde necesitas atención~ - dijo entre suspiros
- N-necesito que me ayudes Ichimatsu-sama~ - ella se acostó y se abrió de piernas mientras con sus dedos abría un poco los labios de su húmeda entrepierna - a-aquí está muy caliente~ ¿estoy enferma? -
- Sí, y yo tengo el antídoto a tu enfermedad -
Se colocó sobre ella tomándola por las piernas y la penetró, ella al principio gimió de dolor pero no le tomó mucho tiempo para que comenzara a disfrutarlo. Mientras que él movía su cadera para darle embestidas, sus manos acariciaban cada parte del suave cuerpo de aquella chica que solía ser un simple gato, Ichimatsu la miraba con detenimiento y le gustaba verla gemir y arquear su espalda un poco por la excitación que él provocaba en ella.
Cambiaron de posición porque él así lo quiso, la cargo aún sin sacar su miembro de ella y ahora él se acostó, ella no quería detenerse por lo que lo montó, ella movía sus caderas para satisfacerse, e Ichimatsu disfrutaba del espectáculo que era ver los pechos de su mascota rebotar con cada salto que ella daba, así que para hacerla sentir mejor, la volvió a acariciar.
Esta vez no duraron mucho, ambos ya se sentían correrse.
- I-Ichimatsu-sama~ v-voy a correrme~ - gimió ella mientras seguía dando pequeños saltos
- Yo t-también voy a venirme~ ah~ Midori-chan~ -
- Vamos a corrernos juntos~ Ichimatsu-sama~ - gimió la joven
Ella en su último salto antes de venirse, lo metió lo más profundo posible. Ambos dieron un gemido y se corrieron al mismo tiempo, él llenó todo el interior de Midori.
Ambos quedaron tan cansados que se acurrucaron juntos ahí mismo a dormir, no sin antes haberle puesto a ella la sudadera púrpura de Ichimatsu y él aunque sea de puso su playera negra.
Los otros cinco cuando volvieron, los encontraron juntos y abrazados, la sorpresa fue tal que de un grito los despertaron a los dos.
- ¿¡QUÉ!? -
- ¡Midori! - exclamó Ichimatsu sobresaltado para luego ver a sus hermanos - ... ah... son ustedes -
- Nyaaa~ ¿que sucede? - despertó Midori sin mucho interés, se había acostumbrado a esos ruidosos hermanos
- ¡Trajiste a una chica! - exclamó atónito Choromatsu
- ¿una chica? ¿Donde está? - Midori preguntó inocentemente
- Cállense, ella es Midori-chan, le di un beso y se convirtió en humana, luego me explicó que estaba en época de celo y por eso estaba maullando tanto, y es mi querida amiga, tenía que ayudarla con su problema, ¿no es así, Midori-chan? - acarició la cabeza de la joven que se encontraba a su lado, la chica respondió solo con un leve ronroneo
Los demás estaban tan sorprendidos que ya no quisieron seguir preguntando y los dejaron solos. Ahora Midori tenía a quien acudir cada época de celo.
ESTÁS LEYENDO
MatsuSlave
FanfictionNanahara Midori, de ser una chica normal pasó a ser una simple esclava en venta. Los sextillizos Matsuno llevaban ahorrando demasiado tiempo para la subasta del año. (También habrá AUs pero no afectan la historia principal)