Faltan como tres días para navidad y me encanta ver cómo ellos (los humanos) se vuelven locos para esta época y, hay que admitir que hacen cosas raras. Por ejemplo, cocinan demasiada comida, se juntan de a montones, compran regalos para los niños pero les hacen creer que fue un hombre gordo y barbudo quien se los trajo. Aunque lo que más me llama la atención es el árbol. ¡Ponen un árbol dentro de la casa! qué locura. ¿A quién se le ocurre semejante cosa? Son extraños.
Sí me gusta cómo llenan el árbol de colores y luces porque de él colgaban brillantes adornos y yo podía jugar.
Lo de la comida no es tan malo, me acuerdo que cuando vivía en otra casa con Don Tom y su esposa, siempre cocinaban para la fecha y no lo hacían mal. En la cena familiar cuando ya estaban todos comiendo, me convidaban de lo que habían preparado mientras nadie los veía o me dejaban lo que sobraba. Ahora que lo pienso, eran muy buenos conmigo, no debí comerme todos sus peces... ni tirarles las cortinas... ni arruinarles los sillones... bueno eso fue hace mucho.
Aunque la época es muy linda y mágica me siento algo preocupado por cómo se va a sentir Mica. Ella vivía con su padre y su hermano Charly en una casa muy grande, ambos han muerto: Charly falleció en la guerra y su padre meses después por una enfermedad o algo así. Sé esto porque soy curioso y siempre escucho las conversaciones de Mica y como casi nunca me separo de ella fui recopilando datos de a poco, ya que nos conocimos recién en ésta ciudad.
Seguro las navidades anteriores de Micaela fueron muy especiales y ahora va a ser diferente. No me gustaría verla triste o desanimada así que voy a tratar de hacer lo posible para no hacer desorden. Ojalá pudiera darle un regalo, o algo, pero soy un gato. ¿Qué podría hacer yo?