¿Cómo pude olvidarme que hoy era navidad? Si no fuera porque esta Alex ahora con nosotros, Mica estaría mas enojada de lo que se ve, aunque no creo que esté roja por bronca, está mas bien ruborizada, pero eso ya lo sabía. Encima pensando en no cometer ningún error para que ella estuviera feliz este día. Micaela me alzó y habló unos segundos mas con Alex, luego lo invitó a pasar, como muestra de "agradecimiento".
Ya en casa, mientras el pelirrojo se sienta en la mesa mientras ella preparaba la merienda en la cocina que estaba justo en frente de él, hablaban y se preguntaban cosas. A Mica se le había desaparecido el rubor de las mejillas y la escuchaba mas relajada, ella siempre entra en confianza enseguida con los demás humanos incluso con los animales, además es muy amigable y su hermosa voz hace que te sientas como enamorado. Yo me senté en la almohada que tenía para mí que estaba al lado de la ventana, cerca de ellos, para escuchar todo obviamente, cerraba los ojos porque estaba agotado pero de todos modos los oía.
Alex le explicaba a Mica cómo había sido todo, que se despertó y estaba yo ahí, que Frula es su gato pero no está todo el día en casa, es mitad doméstico mitad callejero, le contó que ama los gatos y hablaron sobre eso un rato. Mica estaba asombrada, podía notarlo, estaba feliz, debe pensar, cómo es que el chico que miraba siempre desde el balcón o la ventana está ahora en la mesa compartiendo la hora del té. La verdad, ya no estaba tan celoso como hace un rato, sabía que a ella le gustaba Alex y sentí que ese podría ser su regalo de navidad. Bien Café, lo has hecho de nuevo.