El "Ales"

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Oh no, ya recordé quién era. Este tipo repartía el diario cerca del barrio hace unos meses, y para ser franco no me cae muy bien. Mica casi siempre lo miraba por el balcón cuando pasaba en su bicicleta y a mí me ignoraba completamente. ¿Quién se cree que es? Menos mal que ya no lo veo mas pasar por el pasaje, aunque ahora estoy atrapado en este lugar con él.

Intenté despertarlo pero, aún dormido, se dio vuelta y me dio la espalda. Así que empecé a hablar.

-Condenado humano, exijo que me lleves de vuelta a mi hogar.

-Hey, deja de llorar que los vecinos me van a regañar otra vez.

-¿¿¿Quién está llorando??? Ah, un momento, cierto que no podes entenderme.

-Claro que te entiendo Café con Leche.

-¿¡QUÉ MIERDA?!

-Pues, también soy un gato.

-¿Qué? ¿pero cómo? ¿cómo es eso posib...

En ese momento, justo antes de que me de un ataque, sale detrás del muchacho un gato. Sí, un gato real, mi amigo Frula. Sí, se llama Frula.

-¿Cómo estás loco? Hubieras visto tu cara jajaja, ésta es una muy buena anécdota para contarles a los pibes jajaja.

-Qué carajo Frula, casi me da algo. No es gracioso.

-Sí lo es jajaja perdón es que sigo muy tentado.

-¿Qué haces vos acá? ¿Cómo llegué? ¿Cómo se llama el pelirrojo éste?

-Vivo acá loco, éste es mi amo el Ales, ¿qué nunca te lo presenté? Ah y a vos yo te traje anoche amigo, andabas tirado por ahí, no te acorda'.

-Alex.

-Sí, el Ales, así se llama.

-Pero es Alex, no "el Ales".

-Bueno, Ales.

-Ah... No se puede con vos.

-No entiendo.

-Jajajaja no importa, volviendo a lo anterior, casi muero anoche.

-Y sí loco ¿cómo vas a distraerte así? yo vi todo eh. Ta' linda la gatita.

-Hice el ridículo ¿no?

-Sí loco.

Éste Frula, era tan... Argentino para hablar. Ambos somos de la misma nacionalidad, pero fuimos criados en lugares diferentes, con gente diferente. Aunque es desordenado y demasiado despreocupado, admiro a Frula por ser igual de curioso que yo y por ser un gato tan tranquilo y buena gente (buen felino).

-Bueno, gracias por ayudarme, te debo una amigo.

-Nah, no te preocupes vos, tranqui. Bueno che ¡nos estamos viendo loco!

-Eh pará, ¡¿a dónde vas?!

-A laburar, me quedo con el Ales con la condición de cazar todos los bichos y ratas que puede haber en el departamento. Después él me da comida y me deja quedarme acá cuando quiera.

-Pero despertalo antes, por favor. Necesito irme a casa, Mica seguro está preocupada.

-Mmm, no sé che. Ta difícil.

-¿Qué Frula? ¿Qué está difícil? ¡Dejá de dar vueltas!

-Es que el Ales llegó tarde anoche y a veces se enoja si lo despierto. Seguro tiene alta resaca.

-Pero si es jueves.

-Jajaja Tévez.

-¿Eh?

-Nah, que jueves rima con Tévez, el jugador de fútbol.

-¿Y eso qué tiene que ver?

-...

-...

-Hola.

-¡FRULA! CONCENTRACIÓN POR FAVOR.

-Perdón jajajajaja, ya te lo despierto.

Frula despertó a Ales, digo Alex, y éste nos miró con cariño, nos sonrió y acarició. Seguido nos dio algo de comer y se preparó su desayuno. Yo no quería decir ni hacer nada porque era la casa de mi amigo, y tenía que comportarme frente a ese loco. Oh no, ya estoy pasando demasiado tiempo con Frula.

Mientras comíamos los tres, mi compañero empieza a sacar charla.

-Che, ¿el Ales sabrá que vivís donde la Micaela?

-No creo, pero tengo la placa con la dirección en el collar. Espero que se haya dado cuenta.

-¿Tonce qué hacemo' Café?

-No sé Frula, hay que pensar en algo.

Esto es muy estresante, no podemos comunicarnos con el humano, además sigo adolorido por el accidente y estoy cansado y mi amigo también. Así que hice lo primero que se me ocurrió: Frula me ayudó a sacarme el collar, lo mordí, me subí arriba de la mesa donde se encontraba Alex y se lo dejé encima de su desayuno.

El humano me regañó y se levantó de golpe, creo que lo asusté. No voy a negarlo, fue divertido hacerlo enojar. Luego se calmó y se dio cuenta. ¡Al fin!





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