𝓮𝓻𝓻𝓸𝓻 ; 𝓽𝓱𝓸𝓶𝓪𝓼+𝓫𝓻𝓮𝓷𝓭𝓪 |𝚖𝚊𝚣𝚎 𝚛𝚞𝚗𝚗𝚎𝚛| #𝚝𝚛𝚎𝚗𝚍𝚊

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Chuck llegó corriendo al comedor. Sus ojos estaban llenos de desesperación y tristeza; Brenda no dudó en acercarse. Ella se agachó frente a él y acarició sus rizados cabellos.

—¿Qué pasó, Chuck? ¿Por qué gritas así?—el chico temblaba.

—¡Es Jeff! ¡Entró al laberinto y aún no sale!—Brenda abrió de más sus ojos con sorpresa; luego la preocupación se apoderó de ellos.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué salió si se suponía que estuviera en descanso?!—Brenda salió del comedor y fue hasta la cabaña. Alby subió su mirada rápidamente al igual que los demás. Les informó lo sucedido y todos tuvieron la misma reacción.

—¡¿Pero qué?! ¡¿Quién lo dejó ir?!—Chuck estaba parado en la puerta imaginando todo tipo de escenarios no muy lindos con su amigo en casa uno de ellos.

—No lo se, pero lo averiguaré.

—¡Por favor, vayan a buscarlo! ¡El laberinto cerrará en una hora!—Brenda se dio cuenta de la hora y se acercó nuevamente a él. El laberinto cerraba sus muros más o menos a las seis y media de la tarde.

—Saldré ahora a buscarlo ¿si? Traeré a Jeff de vuelta, Chuck. Lo prometo.—con una pequeña sonrisa se puso de pie y al salir de encontró a Thomas quien regresaba de ir al baño. Al contarle lo que sucedió rápidamente pidió ir con ella y bueno, no se negó. Fueron a buscar sus armas y cuando ya estaban en camino, un ruido alto les hizo parar.

El laberinto estaba cerrándose, y en una velocidad anormal.

El terror se vio en Brenda quien corrió tan rápido como sus piernas lo permitieron, pero no fue suficiente. No se suponía que se cerrara en ese momento.

—¡No!—los muros hicieron un ruido fuerte y sordo al chocar entre sí. Sin pensarlo mucho volvió a correr, esta vez hacia el botón, pero casi se queda sin aire cuando no obtuvo una reacción. Thomas llegó segundos después y la encontró inmóvil.

—¿Qué pasa, Brenda? Necesitamos apresurarnos.

—No abre.—susurró.

—¿Qué dijiste?—ella alzó su mirada llena de impotencia.

—El botón...no funciona.

Ambos llegaron apresurados a la aldea donde Chuck y los demás buscaban con la mirada al pequeño Jeff. Al no notarlo y Alby ver las expresiones de sus compañeros supo que algo andaba muy mal. Los ojos de Chuck se humedecieron; su amigo estaba atrapado en el laberinto, y para colmo de noche. Alby y los demás comenzaron a prepararse para ir a buscarlo en la mañana, a primera hora. Jeff era un chico amigable y callado que gracias a sus veloces piernas y su pequeño cuerpo, se escondía fácilmente, lo que llamó la atención de Alby. El mayor no podía evitar sentirse culpable por lo que estaba pasando, aunque no podía imaginar las razones por la que Jeff habría ido al laberinto. Brenda dejó salir un largo suspiro; había hablado muy poco con el chico, pero siempre había sentido que debía protegerlo, como si tuviera que hacerlo.

—Tan pronto como esos muros se abran, Brenda y Thomas irán a buscarlo—acabó el silencio Alby—Debido a su herida Jeff no estuvo con nosotros anoche y desafortunadamente es el más débil entre nosotros, pero confío en él—Brenda vio al suelo—Confío en su habilidad y seguro que tuvo sus razones. Los demás están realmente preocupados así que Minho, Ben y yo nos quedaremos para calmar las cosas.

—Cuando lo encuentre le daré una paliza—bromeó Thomas—, y luego haré que me lleve el desayuno a la mesa.

—Que malo eres—replicó divertida Brenda y Thomas se le quedó viendo. Ambos trataban de aligerar el ambiente un poco—; mejor que nos haga masajes por un mes o algo así.