2. Tu voz.

377 38 4
                                    

Acabé de leer el segundo capítulo, y me quedé sorprendido,  porque aún no podía identificar completamente cual era mi personaje.

Le insistí a Nina en que me dijera quién era, pero no contestó. Estaba a punto de llamarla cuando me llamaron para grabar.

Pese no haber escuchado la voz de Nina en todo el día, no afectó mi actuación que resultó tan impecable que hasta hizo llorar al director.

- ¡Bravo!- aplaudió Zeus cuando ya habían dejado de grabarme.

- Gracias, gracias.- agradecí satisfecho con lo que había logrado.

- Por cierto, Matteo, ¿este es tu celular?- preguntó acercándome mi movil.- Porque una tal Nina llamó.

- ¿Nina?- me sorprendí.

- Sí, y me dijo que es tu novia.- afirmó.

- ¿Atendiste mi llamada?

- No, eso último era broma, aunque parece que es cierto.- rio. - Así que tu enamorada se llama Nina. ¿Pensabas en ella cuando actuabas?

-Quizás.- dije siendo misterioso.

Decidí llamar a Nina, y averiguar por qué me había llamado, pero no contestó. ¿Y si le había pasado algo?

- ¡Gastón!- le grité al celular llamando a mi mejor amigo.

- ¿Qué sucede, Matteito?- me consultó él bastante aturdido.

- ¿De casualidad estás con Nina?

- No, no la vi en todo el día. Quizás Ámbar sepa.

- ¡¿Por qué Ámbar sabría?!

- Porque mi reina sabe todo.- replicó. - De todos modos ¿intentaste llamarla o acaso se pelearon?

- No, no nos peleamos.- respondí. - A menos, no que recuerde.

- ¿No que recuerdes?- repitió Gastón incrédulo.

- Es que todo parece estar bien, ayer le hablé de cómo me estaba yendo súper bien y ella sonaba feliz por mí.

- ¿Y te dijo que tuvo su entrevista con su editorial?

- ¡¿Qué?! Le rechazaron el libro ¿no?

- No exactamente, le dijeron que tenía potencial, pero que la llamarían a fin de mes.

- Ya me estaba por ir a quejar porque el libro está increíble, aunque no sepa quién es mi personaje.

- ¿Tu personaje?

- Olvídalo, y pregúntale a Ámbar si de casualidad sabe dónde está.

- Bueno, señor Hollywood ¿algo más? ¿un capuccino italiano quizás?- preguntó Gastón burlón, o más bien orgulloso de su mejor amigo.

- Intentaré llamar a Nina de nuevo.- decidí, pero esta vez me mandó directamente al contestador automático.

Ya no sabía a quién acudir, podría probar mi suerte con los padres de Nina, pero no quería preocuparlos en caso de no ser nada. Sin embargo, luego consideré ¿y si estaba en problemas? Entonces acudí a Ana, la llamé al celular y me atendió al instante.

25 Cosas Que Amo De VosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora