Un Grandioso Error (Piero Barone)

Es Oficial

Narra Géminis

Lo primero que hice al llegar a casa fue tomar una larga ducha de agua caliente y poner ropa caliente. Salí del baño con una toalla alrededor de mi cabello, y vi a mis compañeras esperándome afuera del baño.
- Y dinos, Gemi - dijo Bianca con sonrisa traviesa - ¿qué fue lo que te entretuvo hasta tarde en tu primer día de clases?
- Debiste estar muy entretenida para que no te importe mojarte en esta lluvia - agrego Zoe divertida.
- Dejen de hablar tonterías - dije sacandome la toalla y dejando mi cabello suelto - Muero de hambre ¿Vamos a cenar?
Ambas me miraban sospechosamente, no les dije lo del nuevo trabajo para no escuchar los rumores tipo "Una chica de primer semestre ya tiene un empleo, ¡en su primer día!". Tampoco iba a decirles lo de Piero, después de nuestra escenita bajo la lluvia él me dio su chaqueta (que tenía bien ocultado entre mis cosas) y nos subimos al auto de su amigo. Fui a su lado todo el camino, con su brazo sobre mis hombros, era agradable estar así.
- Te saldrás con la tuya esta vez solo porque tengo hambre - dijo Zoe y se apresuro a la puerta - se me olvidaba decirte, tu amigo Sebas ha estado preguntando por ti.

Narra Piero

Estaba camino a casa en el auto de Gianluca después de dejar a Géminis con los becados. Tenía una sonrisa de idiota en medio de mi cara que no lograba disimular, hasta Gian se dio cuenta de ella.
- Ella es la chica del último concierto, la que llevaste a su casa en tu moto ¿verdad, Piero? - me pregunto levantando una de sus cejas.
- Si, es ella - digo tratando de empequeñecer mi sonrisa - No podía dejar de pensar en ella, así que hice todo lo que podía para tenerla cerca de mí.
Mi amigo me miro de re-ojo con una media sonrisa. Fue muy respetuoso al no decir nada frente a Géminis, aunque lo quería debía admitir que a veces su bocota muy grande cuando se disponía a arruinar el momento.
- No creí que te gustaran ese tipo de chicas - me dijo después de un rato.
- ¿A que te refieres con "ese tipo de chicas"?
- No lo sé, su ropa negra, su estilo de cabello y su maquillaje - se encojío los hombros y dio una vuelta a la derecha - me parecía muy diferente a ti.
- Si se podría decir que es diferente ¿no? - solté un suspiro, no me había dado cuenta de lo diferentes que eramos - pero es verdad que los opuestos se atraen.
Dije eso más para calmarme a mi que a él, no estaba seguro que eso fuera cierto pero si sabía que me gustaba Géminis y me gustaba mucho. No importaba si eramos diferentes, con tal que ambos estuviéramos juntos.

Narra Géminis

Bajamos las escaleras lo más rápido que pudimos para llegar al comedor. Tomamos nuestras cenas y nos dirigimos a sentarnos en una mesa libre que había. Con las chicas nos pusimos a hablar de nuestro primer día de clase, las materias, los profesores y compañeros. Agradecí en silencio que no volvieran a tocar el tema mi atraso, dejándome disfrutar mi carne en paz.
Al poco rato llega Sebas con su comida, se sienta enfrente de mí y sin más me pregunta:
- Señorita Vasco, ¿piensas decirnos porqué llegaste tan tarde hoy? - dijo con seriedad fingida - Ya temíamos que te hubieras perdido.
- Conozco la ciudad, no me puedo perder - digo para calmarlos - Sólo fui por un café y me pescó la lluvia - me encojo los hombros - me quede en la cafetería esperando a se pare - dije sabiendo que no era la verdad pero tampoco era una mentira al cien por ciento.
Mi excusa pareció calmar a mis amigas pero Sebas me miro unos segundos más, como si se cuestionará si debía creerme o no. Después se encogió los hombros y empezó a comer.
- Esta bien, pero la próxima vez al menos invitanos - fue lo último que dijo del tema.

Antes de quedarme dormida me puse a recordar todo lo que paso hoy día: Un nuevo empleo, mi "cita" con Piero, como me rompí enfrente de él y como me consoló después de eso. No tenía claro que había entendido de mi asentimiento ¿Que quería ser su novia? ¿Que aceptaba su consuelo? Ni yo estaba segura de que significaba.

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- Aquí esta un pequeño boceto de los cambios que haremos al lugar - hablaba la señorita Escobar, había pasado el segundo día de clases y me encontraba en el trabajo. Piero no se alejaba de mí, era como un chicle pegado a mi zapato. - pondré un pequeño escenario para música en vivo por allá, - continua la arquitecta señalando los lugares mientras explicaba - en el segundo piso habrá áreas privadas y un balcón con vista a la ciudad. ¿Qué te parece, Piero?
El chico parecía volver de su mundo cuando escuchó su nombre, era obvio que no presto mucha atención a lo que decía su amiga.
- Si, si. Me gusta como quedará - dijo el italiano y luego me mira - ¿Qué te parece, Géminis?
Lo veo confundida, ¿como se atrevía a llamarme por mi primer nombre y pedir mi opinión? Yo sólo era una asistente, mi opinión no era importante, sólo debía dedicarme a tomar notas. Mire a mi docente y note que no esta contenta de que Piero pidiera la opinión de una inexperta.
- Me parece un gran trabajo el diseño de la señorita Escobar, señor Barone - digo con énfasis "señor" para que sepa que en el trabajo él es mi jefe, no podemos hablar como amigos.
- Está bien - asiente la señorita Escobar - trabajaré en los planos para empezar lo más antes posibles - mira la hora en su reloj de muñeca y se pone a guardar sus cosas - tengo que irme. Señorita Vasco, necesito que tomes unas fotos del lugar y me los mandes esta noche ¿entiendes?
- Si, señorita - asiento.
Ella me da una última mirada antes de irse, dejándome sola con Piero.
De inmediato me pongo a sacar las fotos que me pidió para poder irme rápido. Sin darme cuenta, el cantante italiano se acerco por detrás a mí para poner sus manos sobre sus hombros.
- ¿A si que ahora soy "señor Barone"? - pregunta divertido.
- En el trabajo sí - me suelto de su agarre y sigo tomando fotos, él me sigue y se queda cerca mio.
- Pero que me digas "señor" me hace sentir viejo - sonríe - como si fuera un roba-cunas al tener una novia menor que yo.
Me quede sorprendida por lo que me dijo. Él me llamó su novia.
Oficialmente era la novia de Piero Barone.