La casa de Becados

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Ultimo día en mi departamento. Ya era viernes y esta noche partía en avión hacia Sicila, Italia. Los últimos 4 días pasaron rápido; en todo ese tiempo tuve que atender algunos pendientes antes de irme a estudiar, tuve que renunciar a mi trabajo de cajera, luego pague mi última renta del departamento y empaque todo lo que era mío. Ya que era un departamento amueblado todo lo mio entró en 3 maletas grandes y un maletín pequeño. Algo que me tomo un tiempo hacer fue encontrar mis papeles para el viaje, fue una suerte ya tener ya mi nacionalidad italiana, gracias a eso no tuve que pasar mis últimos días en mi ciudad haciendo filas para mis papeles.
Y ahora le daba un último vistazo a mi viejo apartamento, ya había bajado todas mis maletas al auto de Thalia y solo me quedaba dejar la llave para dejar todo en el pasado. Baje lo más rápido que pude hasta llegar junto a mi mejor amiga.
- ¿Estás listo? - pregunto al encender el motor.
- Nunca estuve más lista - dije y arrancamos hacia el aeropuerto. En menos de 14 horas estaría en Italia.

Después de 13 horas de estar viajando, por fin llegue a mi destino, aunque según yo eran las 11 de la mañana, en Italia ya eran las 3 de las tarde; tenía suerte que el cambio de horario no hubiera sido más fuerte.
A la salida del aeropuerto había una persona con dos letreros en la mano con dos nombres, en uno estaba mi nombre y en el otro decía "Sebastian Bravo".
- Mucho gusto - dije acercándome al señor - Soy Géminis Vasco.
- Pase por aquí, señorita Vasco - dijo abriendo la puerta del auto que estaba detrás de él. - Nos iremos en cuanto el señor Bravo llegue. ¿No le molesta esperar?
- No es molestia - respondí deslizandome en el auto.
Pasaron como unos quince minutos cuando la puerta del auto se abrió, dejando entrar a un chico rubio con lentes, tenia una piel clara y unos ojos azules eléctricos.
- Hola - dijo el chico acomodándose los lentes - Soy Sebas. Un gusto - dijo con una sonrisa tímida.
- Soy Géminis - dije, esperaba que la conversación continuará pero solo hubo un incómodo silencio. Después de un par de minutos decidí empezar de nuevo - Y... ¿De donde eres?
- España - respondió - de Madrid ¿y tú?
- Buenos Aires, Argentina - le dije - ¿Qué vas a estudiar aquí?
- Entre a Medicina - dijo - en esta universidad tienen un gran programa de medicina. ¿ Y tú?
- Arquitectura - respondí orgullosa - pase un semestre en mi ciudad en hace un año, pero no termine los estudios.
- Espero que esta vez los termines - me dio ánimos - ¿Te fue difícil conseguir la beca?
- La verdad no, - respondí - no sabia de la beca hasta que me llegó un paquete diciendo que la obtuve. No sabia que se tiene que hacer algo para conseguir una beca.
- Tienes suerte, - me dijo - para obtener una beca se debe dar un examen complicado, y también tienes que pasar la entrevista por videoconferencia. Pero algunos donadores regalan becas a conocidos, tal vez alguno de tus amigo es un donante.
- Tal vez... - dije pensando en quien pudo haberme regalado una beca, pero no pude pensar mucho ya que en ese momento el auto se detuvo frente un pequeño edificio de cuatro pisos. El conductor nos dijo que habíamos llegado a nuestra residencia que venia con la beca, allí viviríamos con los demás becados.
En la puerta de entrada se veía un grupo de jóvenes, en cuanto nos unimos a ellos una voz dijo:
- Ya llegaron los últimos, - la voz procedía de un sujeto que estaba al frente del grupo - creo que ya podemos empezar el recorrido.
En cuanto dijo esto giro sobre sus talones, Sebas y yo nos unimos al final del grupo mientras esté avanzaba hacia la entrada.
- Estaba va a ser su casa por los próximos años - dijo mientras nos mostraba la entrada - tenemos 30 habitaciones con baño, en cada habitación hay 3 camas. - llegamos a una sala de estar y comedor con tres puertas una al medio y las otra a los lados - este es el centro de la casa, a la izquierda son las habitaciones para chicas, a la derecha los de los chicos y la puerta del centro es la cocina. Y en el último piso esta la biblioteca y la azotea. Ahora...
- ¡Leo! - lo interrumpió una voz familiar detrás mío, sentí un cosquilleo en el estómago, no tenia que voltear para saber quien era el dueño de esa voz, pero aún así voltee.
- ¡Piero! - dijo el guía; y definitivamente detrás mío se encontraba uno de los integrantes del trío italiano más famoso.

Narra Piero

Hoy era el día en que Géminis llegaría a Sicilia, tenia planeado verla "casualmente" un tiempo después de que llegara a la casa de becados, aunque una parte de mi quería ir al aeropuerto para recogerla yo mismo. Tuve que usar hasta mi última gota de autocontrol para no ir al aeropuerto.
Todo valió la pena cuando llegue justo a tiempo al recorrido de la casa, ver su cara de sorprendía hizo que toda la espera valiera la pena.
- ¡Piero! - dijo Leo respondiendo mi saludo - ¿Qué te trae por aquí?
- ¿No puedo pasar a saludar a un viejo amigo? - pregunté
- Bueno chicos, - dijo Leo al grupo de estudiantes - ahora pueden ir y conocer sus habitaciones, - luego aparecieron un hombre y una mujer a su lado - Mis compañeros les mostrarán sus habitaciones.
Los demás estudiantes se dirigieron a las habitaciones, pero Géminis se quedo quiera todavía boquiabierta. Para que no llamar la atención me acerqué un poco a ella y le susurre:
- Te veo en la azotea a media noche - y luego me fui a la cocina siguiendo a mi amigo, dejando a Géminis con una boca aún más abierta.

*****
Aquí otro capítulo. Lo sé, me tarde un siglo en actualizar, pero estuve ocupada siendo la niñera de una perrita. Trataré de subir otro para navidad o máximo hasta el sábado.
La foto de multimedia es Sebastian, él se va a volver un gran "amigo" de Géminis.
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Un Grandioso Error (Piero Barone)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora