5 de julio, 1999
12 : 30 p.mNarra Sam Youngstown
Ya era muy tarde y papi y mami aún no llegaban a casa, y ya me había comido todas las galletitas, creo que se enfadaran conmigo.
Esperé un poco más, hasta que pude oír un auto estacionarse frente a la casa.Eran mami y papi.
Corrí hasta la puerta e intente abrirla. Pero mi papi lo hizo primera. Abrió la puerta empujadola hacia adentro, con mi mami en su regazo.
Antes de que hiciera una pregunta papi me dijo que me fuera a mi habitación, tuve que obedecer. Fui, pero muy preocupada, pues sangre no paraba de salir por la nariz de mi mami.
Tenia miedo, quería a Samuel conmigo.
Me gire a la mesita de noche y allí estaba el dibujo que había hecho de él y yo. Quería que mi amigo estuviese conmigo. Se veía tan lindo con su manchita en la cara.
Me quede despierta, hasta que papá y mamá se durmieron. Aprovecharía aquel momento para escaparme y así poder estar con Samuel.
Me había puesto un suéter cuello de tortuga, color crema, que papi me había regalado para mi cumpleaños, rebusque y rebusque entre los cajones solo para hallar tres galletitas, que guarde en una bolsita y metí en un bolso, junto con el dibujo. Peine mi cabello, lo mas rápido posible. Y encaje sobre mi cabecita un brillante cintillo rojo. Me coloque mis medias a rayas rojas, hasta que estuve lista para partir a mi travesía, como una aventurera.
Cuando al final me pregunte : - Pero... ¿Donde vive Samuel?.
Y regrese a la cama, bajando la cabeza.
A la mañana siguiente desperté y lo primero que oí fue una conversación entre mi mami y... ¡Samuel!.
Presurosa me levante, aun vestida para la aventura, y sorprendí a mami a Samuel frente a la puerta. Mamá no quería dejarlo pasar, pero yo corrí hasta su encuentro, y le apachurre entre mis brazos. Le rogué a mi mami poder hablar con el hasta que asintió. Que fuera rápido.
Me devolví hasta mi cuartito, para poder entregarle el dibujo que había dejado la noche anterior dentro del bolso.
Me dijo que le encanto y me entrego un gran, y redondo caramelo rojo, junto a un papelito doblado.
Fue cuando sentí mi carita caliente, algo colorada y cosquilleos en mi pancita.
Me despedí de el con otro abrazo, cerrando lentamente la puerta y rematando con un suspiro. Gire y allí estaba mami, con una sonrisa. Y dijo :
– Eres muy unida a él, ¿verdad?.
Yo le respondí :
— Si, el es muy buen amigo.
Mami se acerco a mi y se sentó en suelo para hacerme frente. Y continuo :
— Sam, tu papi y yo hemos decidido ir de visita a la casa de la abuela.
—¡¿De verdad?!. — Pregunte emocionada.
—¡Si!.
Luego pensé en Samuel. ¿Que pasaba si nunca lo veía?
Fue cuando corrí a abrir la puerta y fui en busca de Samuel. Su pequeña silueta se hizo mas grande en cuanto yo me acercaba. No se había dado cuenta de mi y lo sorprendí abrazándolo de espaldas. Muy fuerte, con lágrimas en los ojos, lo mire a la cara y dije :
— Te extrañare mucho, Samuel.
Yo sabia que la abuela vivía muy lejos y nos tomaría toda la vida llegar hasta ella y por eso estaba triste. Pero Samuel para consolarme me dio un besito en la boquita y seguido de ello, sonrió y dijo :
— Te quiero mucho, gracias Sam.
MI papi había llegado. Me tomo de la mano y me llevo a casa, voltee y Samuel me despedía moviendo su manito, con una sonrisa muy linda. Otra vez sentí mi pancita extraña y la carita aun mas caliente.
¿Por que?.Al llegar mi papi me dijo que nos iríamos a la anochecer, yo solo asentí a todo lo que decía.
Fue mientras tomaba una sienta y me desperté con gritos. Mami y Papi estaban gritando, no entendía "por que", pero no paraban de hacerlo, como si se les hubiese olvidado que yo estaba dormida. No paraban de repetir : "Que todo era una mierda".
Mierda...
Mierda...
¿Mierda?...
¿Que es mierda...?
¿Que es puta...?
¿Que es un bastardo...?
¿Que es un.... sicatria?
Pero algo si sabia... nunca volvería a ver a Samuel.
Quería llorar... quisiera llorar.
Deje de prestar atención, al sentir golpecitos en mi ventana. Pequeñas piedritas que daban contra ella. Me dirigí hasta ella y allí estaba Samuel.
Le pregunte el motivo de su llegada y me dijo que no quería volver a su casa que su mami era mala, era la primera vez que escuchaba de una mami mala.
Espera... La mami de Cenicienta era mala.
Me contó que le pego y le hizo dos cortes en ambos bracitos.
No pensé en nada cuando abrí la puerta y salí corriendo de mi casa, ignore a papi y mami.
Y me fui junto con Samuel. Los dos corrimos. Detrás de mi solo oía gritos, gritos, gritos y mas gritos. Papi y mami estaban peleando contra unos hombres y mujeres, muy extraños.
Pero yo solo seguí corriendo de la mano con Samuel.
Esa noche dormimos en la calle encima de unos cartones. Los adultos son muy malos, ellos te empujan y te miran raro, te retan sin razón. Samuel y yo teníamos mucho miedo... los adultos dan miedo.
Y es por eso que Samuel y yo, antes de dormir, nos juramos nunca crecer. Pues yo no quiero ser un adulto feo y malo, ni el tampoco.
Me abrazo y yo también hice lo mismo, hacia frío y teníamos sed y hambre, pero teníamos que aguantar.Queremos ser niños por siempre... seremos niños por siempre.
Teníamos miedo, mucho miedo. Habíamos pasado mucho tiempo en la calle y parecía que los adultos se volvían mas malos.
Todos te quieren tocar.
Hasta que esas señoras de negro llegaron...
Y aquí estoy después de mucho time :)
Para los que leían esta historia aquí un capitulo!! .
La inspiración volvió!!. :DPd : La palabra psiquiatra esta escrita mal a propósito, recuerden que Sam tiene tan solo 5 años. XD
Espero que les guste y Feliz Navidad!!! :)
ESTÁS LEYENDO
MAMÁ Y PAPÁ.
HumorSam Youngstown es la apestosa y rara de la clase, pero con apenas cinco años sabe que sus padres no son como el resto.