Los suspiros se ahogaban en el silencio de la vacía habitación, se dibujaba una silueta apenas visible en la cruda oscuridad que se había cernido al acabar el día sin que nadie se levantará a encender las luces de la habitación.
Sus piernas colgaban al borde de la cama y su cuerpo se extendía sobre el edredón dejando su peso muerto apoyado sin moverse.
Sus manos descansaban sobre su pecho aguardando el poco calor que la cubría.
Sentía el peso en su corazón, los recuerdos junto a él la seguían inundando haciéndola soñar despierta con el suave roce de su piel, con las caricias de sus manos y la suavidad de sus labios.
Anhelaba por tocarlo y sentir una vez más su calor en esas noches frías de invierno.
Tan triste y tan dejada, simplemente abandonada, recordaba cada noche entre sus brazos con suspiros cálidos de excitación al recordar de forma tan vivida su roce.
Sus mejillas coloradas, lágrimas en sus ojos y una sonrisa rota en sus labios por poder recordar de forma tan vivida su piel.
Las imágenes se formaban tan reales en su mente, que creía sentir sus manos acariciando su vientre y sus labios besando con suavidad su clavícula.
Recordaba como la hacía suspirar cuando con suavidad tocaba sus muslos y la desprendía de sus finas ropas.
Cada caricia marcada en su piel y en su memoria, provocando los sueños más vividos y cálidos que pudiera cualquiera tener.
Aún cuando ahora solo tenía las lágrimas que él le había dejado, aún cuando sabía que ya no sentiría más sus fuertes brazos rodeando su cintura ni sus manos tocando sus pechos con delicadeza.
Ya no le quedaba nada más que la fría y oscura soledad de su habitación, eso y sus eternos sueños.
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Erotic Moment
PoetryRelatos de momentos censurados que se desprenden de aquel tabú para contar cada pequeño detalle de agonía, tristeza y sensualidad. El Erotismo jamás fue tan poético como lo es ahora.