Y tú mano aterrizó con fuerza en mi mejilla.
¿Quién me diría que un día lo harías?Sentí el sonido de mi propio corazón romperse con dolor.
Me vi destrozada ante la decepción y todo perdió el color.Vi la bestia que se ocultaba en tus ojos, el alcohol dejó libre a aquel demonio que de mi se escondió.
Mientras me quitabas las ropas ya no lograba pensar, todo se puso en blanco y no quedó nada más.
Mi estado era de shock y no lograba entender lo que después de tanto tiempo ocurrió.
La brutalidad de tu irá me dejó ensimismada, no hay nada en este mundo que me ayude a calmar mi alma lastimada.
La violencia de tu voz me provocó un desasosiego, hace mucho que no sentía tanto miedo.
Cómo entender el odio de tu actuar, la violencia de tus actos y el empeño en destruir a quién solo te quiso amar.
No conforme con marcar mi rostro recurriste a algo más, ensuciar mi cuerpo con un odio aún más brutal.
Pero ya no estaba ahí, tus manos se adueñaron de una coraza vacía, ya me había ido con el primer ardor en mi mejilla.
Cuando el sol se asomó por la ventana aún sentía tu aliento a alcohol, respirando en mi garganta y tus brazos anidando mi dolor.
Con lágrimas en los ojos esperaba que me soltaras, la desesperación por huir era tanta que me llegue a sentir decepcionada.
Un segundo bastó para cambiar las cosas, de amarte con locura a temer y despreciarte con amargura.
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Erotic Moment
PoetryRelatos de momentos censurados que se desprenden de aquel tabú para contar cada pequeño detalle de agonía, tristeza y sensualidad. El Erotismo jamás fue tan poético como lo es ahora.