Tu Mirada En Mi.

Capítulo Tres: Un Buen Recibimento.

La alarma sonó a las 7:00, salí de la cama y me entre a bañar para luego hacer desayuno.
Tenia toda la mesa puesta y el desayuno servido cuando fui a las habitaciones de mis queridos hermanos, primero entre a la de Alexander y llevaba una jarra grande de agua me acerque despacio y le tire la mitad en la cara.
Cuando se callo de la cama me comencé a reír como una foca epiléptica.

- DONDE ES EL INCENDIO....- Gritaba Alexander mientras corría por toda la habitación.
- Si... Si te vieras... Te estarías riendo como yo en este momento.- le dije mientras trataba de respirar ya que la risa me dejo sin aire.
- Maldita pendeja como se te ocurre hacerme esto.
- Tranquilo hermanito también te quiero - Le decía mientras trataba de recuperar me  de la risa.

Ahora solo me quedaba ir a la habitación de Alexis para hacer le lo mismo. Entre despacio y lo vi chupándose el dedo me dio mucha risa verlo así ya que él se le da de chico malo, cuando ya estaba al lado de él le lance el resto de agua que me quedaba y salí corriendo.
Cuando ya me encontraba en la mesa me alcanzo Alexis y me tumbo al piso haciendo me cosquillas.

- Pa...ra para por favor
- ¿Por que debería de hacerlo?
- Por que le diré a papá que tu fuiste el que choco su carro nuevo.
- Eres una traidora esta bien ya.
- Bueno desayunen rápido que tenemos que ir a la universidad.

Después de decir esto fui a mi habitación me cepille mis dientes y cogí mi bolso para luego salir con mis hermanos ya arreglados y muy guapos a la dichosa universidad.

Llegamos a la Universidad gracias al GPS del auto que papá le compro a Alexander porque si no nunca hubiéramos llegado. Cuando bajamos del auto todas las miradas fueron hacia nosotros, era incómodo que todos nos miraran pero a la vez nos gusta ser el centro de atención, mientras nos íbamos en un gran pasillo que conectaba el estacionamiento con la universidad, una zorrita te acercó a mí hermano Alexis.

-Holis guapo me llamo Katrina pero me puedes decir Katri ¿Son nuevos verdad? - Decía la zorra esa a mi hermano mientras se le tiraba literalmente en cima.
-Hola me llamo Alexis y ellos son mis hermanos: Alexander y Alexa, y si somos nuevos, Ehmmm ¿nos podrías llevar a la oficina del Director? - Alexis date por muerto decíamos en voz baja Alexander y yo.

-CLARO CON GUSTO LOS LLEVARÉ- Chillo la zorra esa, su voz es tan irritable que no sabíamos como decirle que se calle.

-Bueno aquí es, nos vemos luego guapo.- Salió guiñándole un ojo a mi hermano, pero que clase de zorra es esta.

- Buenos días en que les puedo ayudar- nos dijo una chica muy guapa que por su look digo que es la secretaria.

Hable primero - Buenos días queremos ver al director.

-Ah ustedes son los chicos nuevos- y nosotros solo asentimos- pase los esta esperando.

Gracias fue lo que dijimos y llegamos a la puerta de la oficina del director di unos ligeros toques y luego se escuchó un pase, entramos y un hombre de unos 40 años, estatura alta y piel muy blanca, nos saludos muy amable para luego tomar asiento en unos muebles negros que se encontraban en frente del escritorio.

-Así que ustedes son los herederos Ruíz, sus padres hablaron muy bien de ustedes.

- Nuestros padres son así siempre.- Alexander decía mientras lo miraba  enojado a él no le gustaba que se dirigieran a nosotros como los herederos Ruíz.

- Aquí están sus horarios (extendió una hoja para cada uno) Y las llaves de sus casilleros la secretaria se las dará.

-Gracias.- dije con una sonrisa mas falsa que la dentadura de mi abuela.
Salimos de allí y la secretaria ya tenía las llaves de nuestros casilleros, a mi me toco la el casillero 1.999 valla que sorpresa es mi fecha de nacimiento al bobo de Alexander le dieron el siguiente del mio y así mismo con Alexis.

Buscamos los casilleros y cuando sacamos los libros que nos correspondía para la primera clase, que por cierto a mi me tocó matemáticas, sentí como me cayo un balde lleno de agua.

-¿¡QUIEN FUE EL MAL PARIDO QUE HIZO ESTO!?- Grite al mismo tiempo que me daba la vuelta para ver quien era el gracioso que se le ocurrió tremenda bromita, mis hermanos se reían como locos al lado mio, cuando a ellos también les callo un balde de agua a cada uno.