– Realmente no es necesario que me esposen, no me va a pasar nada – les repetí, en medio de un espacio que habíamos abierto en la cubierta para hacer la prueba.
Mamá estaba dentro de la cabina en una vídeo llamada con papá explicándole lo que haríamos.
Tony preparaba la última cámara que ayudaría a grabar todo para su posterior estudio; de su cinturón colgaban unas esposas gruesas que se veían como un gadget extraño de un futuro sadomasoquista y tenían incluso un lector de huellas dactilares para su cierre y apertura.
Le entregué la lanza a Loki, quien ya empuñaba la espada con la otra mano. Me recogí el cabello haciendo un nudo de marinero en la parte alta de mi cabeza con el mismo, dándole un par de vueltas a los mechones largos que se escapaban alrededor del centro.
– Te creo cuando te vea. – dijo Stark acercándose para tomar mis muñecas y aprisionarlas en mi espalda. No quise decirle que no me detendrían si en verdad estuviera buscando escapar, sólo para que siguiera sintiéndose a salvo.
Pero miré a Loki con una mirada que lo decía todo, lo que hizo que desviara la mirada sonriendo.
Es un buen comienzo, no esperaba un amor eterno al decirle la verdad pero por lo menos no le repelo.
– La transmisión esta activa, podemos empezar cuando quieran. – anunció mi mamá, saliendo a la cubierta con ropa prestada de Pepper.
Loki y yo manteníamos nuestra ropa, no había consideraciones para los polizones. Sin embargo, yo estaba completamente seca y cómoda gracias a mi traje autosostenible, a diferencia de él, que se veía incomodo con sus pantalones pesados por el agua que retenían y su camisa que seguía húmeda pegándose y despegándose a su piel según se moviera. Al menos había brisa y lo secaría pronto.
– Bien, sabes que es sin miedo, un golpe certero, sin tocar los huesos. No está hecha para hacer daño físico. – lo instruí viéndolo a los ojos, pero levantó una ceja. Él me había enseñado a mí como usarla y era un maestro en eso pero no podía evitar sentirme nerviosa y repetirme eso para calmarme.
¿Y si hablaba más de lo debido y me arrebataban a mi tiempo, dejando un desastre en éste? ¿Y si no me creían?
– OK, que sea lo más rápido posible, no es bueno tenerla dentro tanto tiempo. – habló él
– Así decías anoche...– tosió falsamente Tony.
Mamá y yo giramos los ojos pero, gracias a Dios, Loki no entendió y siguió tomando un poco de impulso, doblando las rodillas antes de ir directo hacia mí, clavando a Gram en mi abdomen.
Era como electricidad, chispeando en todo mi cuerpo, pero ardiendo en la herida y en mi lengua.
Solté un quejido antes de apretar los labios para aguantar mejor el dolor.
Durante su expiación, Gram te hace ver las mentiras que has dicho a los demás y a ti mismo, luego te hace decirlas y, si es necesario, eliminar la falsedad de tu cuerpo en forma física.
Yo no vi mucho, ya había tenido a Gram dentro de mí una vez bajo un ataque en otro Reino, así que por lo menos me ahorraría el arrepentimiento que siempre conllevaba ver tus errores por primera vez, saber que no los puedes enmendar por completo, sólo arreglar lo que dañaste.
– Estoy lista, pregunten. – gruñí, encorvada por el dolor.
– ¿Cuál es tu nombre? – preguntó mamá
– Leia Ann Fury Romanov
– ¿Cuándo naciste?
– El primero de Septiembre de dos mil trece.
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Vidas Desorganizadas
Science FictionLeia Fury pasa el año nuevo con su esposo a cargo de la maquinaría que su padre le dejó a cargo. Una máquina del tiempo averiada la lleva hasta el mismo día en el que fue creada. Al probar quién es a sus padres, la siguiente piedra...