Era un gélida mañana, cuando la marquesa de Brennen despertó a Adélaïde y a Antonia, no sería una mañana como cualquier otra, era la mañana del 20 de mayo de 1770, era la última mañana en Schönbrunn.Las Archiduquesas contaban ya con 15 años, los que las convertía en mayores de edad. En la antesala contigua todo se agolpaban, entre sirvientas, cortesanos, pajes y baúles llenos de vestidos y joyería, la cual esquivaron perfectamente sin causar desastres. La marquesa de Brennen y la Baronesa de Würzburg les sirvieron el desayuno, pero se negaron a comer a lo cual la marquesa preguntó "¿se sienten bien altezas?" y la baronesa agregó "se ven melancólicas" a lo que Antonia respondió nerviosa y con la vena de la yugular inflamada"¡¿como no lo voy a estar?! Me marcharé de mi país para no volver nunca más?! ¡¿Como estaría usted en mi lugar, Baronesa?!" la baronesa se ruborizó y Adélaïde rompió en llanto "Calma Alteza, Todo estará bien, no hay de que preocuparse" dijo la baronesa de Würzburg. Irrumpieron sin previo aviso el Bastonero⁴ y la duquesa de Babelsberg, " su majestad Imperial las aguarda en su estudio personal" dijo la duquesa de Babelsberg las dos Archiduquesas se dirigieron al estudio acompañadas por sus damas de compañía la marquesa de Brennen y la Baronesa de Würzburg "sus altezas Imperiales la Archiduquesa Maria Antonia y la Archiduquesas Maria Adélaïde!" se encontraron con la emperatriz y el embajador Merci, a el cual se dirigieron con la frente en alto y caminando graciosamente generando un revuelo de seda gracias a sus panniers,(una especie de miriñaque chato que se ata alrededor de la cintura para generar una sensación de delgadez y gracia) La emperatriz clavo sus ojos celestes sobre las archiduquesas y mirándolas seria, haciendo su mayor esfuerzo por no llorar les dijo "La corte de Francia no es igual a la de Viena, por favor sigan los concejos del embajador Merci, así y sólo así, lograran su objetivo"
Las archiduquesas abrazaron fuertemente a su Madre que lucía tan triste como ellas, se dirigieron al foyer (hall) donde se despidió de todos sus hermanos y hermanas donde más de uno lloraron, su hermana mayor, Maria Ana la abrazo y le susurro dulcemente al oído: "nunca nos olvides y nunca olvides quien eres, te visitaré cuando pueda".
Lentamente bajaron las escalinatas de entrada y se dirigieron a su carruaje acompañadas por la marquesa, la baronesa y su perro, Mops a y en otro carruaje, Merci y el equipaje, cuando Antonia se subió al primer escalón plegable, el viento golpeó su cabello, volando algúno que otro y también volandole el vestido, plagándola de un fino aire poético, miró hacia el palacio y susurro "Adiós Viena" y se subió al fino carruaje, que arrancó al instante generando un revuelo en las plumas de las esquinas del carruaje mientras su familia las saludaba del balcón y los alabarderos arrojaban pétalos de flores que volaban en el aire junto al carruaje y se pegaban en la humedad de los cristales del en los cuales se reflejaban la emperatriz, Antonia y Adélaïde. Ni bien atravesaron el portón dorado de entrada rompieron en llanto y se abrazaron.
Toda una multitud se agolpaba a la salida para darles la despedida mientras les lanzaban lazos y flores, contuvieron el llanto lo mejor que pidieron mientras saludaban y arrojaban besos a la muchedumbre
Acabaron por llegar a Salzburg a las 09:00 de la mañana del día siguiente, bajaron a estirar las piernas junto con Mops, la baronesa y la marquesa, al poco rato subieron al carruaje de nuevo. Jugaron a las damas chinas, a las cartas y comieron frutas, Mazapán, y macarons con chocolate caliente que los guardias preparaban afuera. Durante la noche, la marquesa, la Baronesa y Antonia yacían dormidas, pero Adélaïde se quedo en vela pensando en su Madre y pensando en Austria. Al día siguiente habían arribado a Dresden donde pararon en el palacio Zwinger, un maravilloso palacio rococó construido en 1712. Bajaron a saludar a la amiga de la infancia de Antonia, la duquesa de Brandeburgo, la cual ya estaba casada, pero su esposo, el duque les resulto; en palabras de Antonia "Extremadamente insoportable, una criatura de lo más indeseable y estúpida" resulta que el duque había hecho una serie de comentarios sobre la emperatriz, a pesar de los intentos de su esposa por callarlo, las archiduquesas se resistieron hasta que el duque dijo "...yo, personalmente creo que el emperador no (") falleció en la Opera (") creó que esa mujer indeseable lo asesino, es muy posible! ..." a lo cual Adélaïde respondió "y yo creó que a usted le vendría bien callar esa asquerosa letrina que tiene por boca si no quiere ser ejecutado en la horca públicamente" el duque y la duquesa empalidecieron y Antonia se ruborizó y comenzó a reírse para disimular la incómoda situación, ni siquiera Antonia, la persona que mejor la conocía la creyó capaz de tal cosa, pero en el fondo, estaba orgullosa de que su hermana defendiera a su "madre" y a su país con tal fervor. Se retiraron del palacio media hora después del altercado entre Adélaïde y el duque. La duquesa salió a saludarlas y a darles Briôche¹. Ni bien arrancó el carruaje, Antonia hecho a reír y Adélaïde dijo "no volveré a la casa de esa desagradable criatura nunca más" a lo cual Antonia respondió "Dios mío, no puedo creer que hayas hecho eso, ¿viste como se asusto? Fue encantador, se ve que le enseñaste que puesto ocupa!" y las dos se hecharon a reír, la marquesa y la baronesa hicieron su mejor esfuerzo por mantener la risa pero fallaron miserablemente, a lo cual Adélaïde respondió "maravilloso, no?". Los caballos galopaban incesablemente y Adélaïde seguía sin poder dormir, se sentía perturbada por ver a su hermana en tal estado tan deplorable. Se quedo dibujando hasta el amanecer, donde comenzó a bordar hasta que se despertó Antonia. La baronesa y la marquesa les sirvieron Briôche y chocolate caliente. El viaje fue tranquilo, la marquesa y la baronesa hablaron con ellas durante todo el viaje sobre las ciencias y las artes, y también para animar a Antonia usaron un método infalible, platicaron sobre los vestidos y llevaron gran cantidad de muestras, que, mientras Antonia hablaba e imaginaba los hermosos rôbes² , Adélaïde los dibujaba con esmero y al gusto de Antonia. Eran las 10:00 de la noche e incluso Adélaïde concilió el sueño, ni siquiera su perro, Mops ladrón. Acabaron por llegar a Schuttel, la ciudad que se situaba entre la frontera de Austria y Francia para la ceremonia de transferencia, donde se había situado una carpa estilo pabellón por donde se entraba desde Austria y se salía hacia Francia.
Al llegar a la carpa Merci le presento a Antonia a su doncella francesa, la condesa de Noailles y a Adélaïde, a la condesa de Pondereus, las cuales hicieron una respetuosa reverencia. Al entrar en la carpa, la condesa las detuvo y le dijo "todo lo que pertenece a la corte austriaca, se queda en Austria, despidanse de sus Attendants³ " y arrebató a Mops de los brazos de Antonia "tendrá todos los perros... Franceses que quiera, majestad" dijo la condesa de Noailles Antonia y Adélaïde sostuvieron las lágrimas y se despidieron amorosamente de la baronesa y la marquesa y entraron en la carpa, las condesas les quitaron el abrigo y le soltaron el pelo, luego, le quitaron el stomacher³ y la falda, para luego quitarles el corsé, los panniers y las medias hasta dejará a ambas desnudas, mientras, la condesa de Noailles dijo "la ceremonia de transferencia debe ser efectuada entre las fronteras de ambas naciones, todo lo que sea extranjero, debe quedarse en el extranjero, ingresarán como archiduquesas de Austria y saldrán como Delfina y duquesa de francia" a Antonia le pusieron un robé a la français⁴ de taffetta celeste y encaje aguamarina con lazos en las enaguas, un peinado recogido hacia atrás con dos rollos de cabello a los costados y un pequeño bicornio de la misma tela del mismo color y con el mismo encaje pero con dos plumas blancas de avestruz, el vestido tenía cuello cuadrado y tenía una gargantilla de seda con reborde del mismo encaje y un medallón. A Adélaïde le pusieron un robé a la français de color mostaza con cuello cuadrado y lazos de arriba a abajo en el stomacher y en la falda tenía hondas hechas de tela enlazada y rosas rosadas, al igual que Antonia, tenía mangas de encaje blanco en forma de campana enganchado con lazos. Su peinado era un recogido alto con dos rollos de cabello a los costados y un trozo de cabello trenzado bajaba y volvía a subir formando un lazo de cabello y en la parte superior, su cabello quedaba rematado por u. Complejo tocado de flores y perlas que hacían juego con su gargantilla de seda, perlas, y una rosa en la izquierda.
Salieron de la carpa para encontrarse con el embajador y duque de Loraine François de Choeisuel quién las saludo con una respetuosa reverencia y les enseño el camino al carruaje. Llegaron a Marly le roi donde los ministros de estado de Luis XV, las mesdames royales¹, (hijas de Luis XV) madame Victoire y madame Adelaida, también estaban las hermanas del delfín Luis Augusto, madame Isabel y madame Clotilde, reina de Cerdeña. Entre toda la multitud, Antonia logro divisar a un joven muy apuesto, de ojos celestes, cabello chocolate y de más o menos 1,89metros de alto, era el, era el delfín Luis Augusto, con su uniforme de caballería, justo a su lado se distinguía otro joven de ojos verdes y cabello negro era también de la misma estatura que el delfín, ya que eran hermanos.
Las dos se dirigieron hacia ellos, pero en el mismo instante, el carruaje del rey apareció y lo primero que hizo cuando bajo fue decir "que tan grande son su pechos" a lo que Choeisuel respondió," no he visto los senos de las archiduquesas sire". Comenzó con presentarlos ante las archiduquesas, ninguna de las dos comprendía la frialdad de aquellos jóvenes (típico de los franceses) "María Antonia, el es mi nieto mayor, Luis Augusto, delfín de Francia " el delfín se inclinó haciendo una reverencia ante ella pero ella lo abrazo para romper la frialdad, por lo que el delfín se ruborizó "y este Maria Adélaïde es mi segundo nieto, Charles François de Borbón, duque de Champagne y Normandía" Adélaïde hizo lo mismo que su hermana, pero el duque fue más efusivo aunque igual se ruborizó.
Las archiduquesas se subieron al carruaje junto a las condesas, en el otro carruaje Iván Choeisuel, Luis XV y sus ministros y en el otro las mesdames, las hermanas del delfín y el duque, que ibán en el otro carruaje, el destino era el palacio más galante y lujoso de europa, era el palacio de Versalles.Briôche¹: dulce francés hecho de leche, harina y huevo en forma de pan
Robes²:vestidos o trajes de corte franceses
Stomacher³:pieza central del vestido situada en el estómago
Robé a la français⁴: vestido a la francesa cuya característica es una bolsa de tela que empieza en la espalda y se une en la falda
Mesdames royales¹: título dado a las hijas de Luis XV
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Adiós, Adélaïde
Historical Fiction¿Quién creería que amar sería la tarea más difícil? Adélaïde es una joven dama que vive una escandalosa pero lujosa vida, en la corte más galante de Europa, Versalles ¿Quién creería que cumplir un rol sería tan difícil? Adélaïde busca sobrevivir en...