Capítulo 9: Le roi est mort!

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8 de mayo de 1774. Eran las 4 y media de la tarde, cuando Lamballe les ofreció ir a la ópera de París a mirar la última obra de Mozart, "el rapto del seraglio"¹ , a lo cual, tanto Adélaïde como Antonieta se les unio, en compania el delfín. Llegaron a la Ópera Garnier² a las 08:00 de la noche, entre una gran pompa y ceremonia, incluyendo trompeteros y alabarderos.

-¡Vuestras majestades, el delfín Luis Augusto, acompañado de la Delfina, María Antonieta de Austria y su hermana, la duquesas consorte de Champagne y Normandía, María Adélaïde de Austria, acompañada de la ilustre princesa de Lamballe!

Ellos entraron y se sentaron en el palco central, el cual les ofrecía una magnífica vista de la obra. La gente se agolpaba entre palcos a verlos entrar, al igual que los de arriba, la gente que estaba en la planta baja miraba hacia arriba esperando verlos.
Las puertas se abrieron y los vieron entrar. Fueron recibidos con aplausos y gritos de

-¡Vivan los delfines!¡Viva la duquesa!¡Viva la princesa!

Ellas asintieron y se sentaron. Cerca del primer acto, una dama vestida de amarillo y de cabello rojizo irrumpió en el palco a saludar, era Yolande Martine Gabrielle de Polastron, la  condesa y duquesa de Polignac, amiga de la princesa de Lamballe.

-hola Lamballe! Y- oh! Buenas noches su majestad!

Sonrojada, hizo una respetuosa reverencia.

-y usted es...?

Preguntó Antonieta

- Yolande Martine Gabrielle de Polastron, condesa y duquesa de Polignac su majestad.

- madamme, no estamos en la corte, las frivolidades no son necesarias!

Dijo Adélaïde.
Ella se sentó junto a Adélaïde y ambas rieron y bebieron champagne. Tras la ópera (la cual fue brutalmente larga pero entretenida) le siguió un gran baile de máscaras en el gran salón de la ópera Garnier.

-vamos Antonieta! Ven a bailar!

Dijo Adélaïde

-yo, iré a bailar con ella!

Dijo Polignac

Antonieta solo se quedó con Lamballe, riendo ya que un hombre, confundido por el rostro enmascarado del delfín, coqueteaba con el, pero, el solo quería escapar a toda costa. Luego del "incidente" si así podemos decirle, Antonieta y Lamballe hablaron con muchos hombres, pero solo uno fue del agrado de Antonieta.

-he notado que me ha estado mirando

-yo he notado que ha estado coqueteandome con los ojos

Antonieta solo soltó una risita

-cual es su nombre?

-Fersen, Axel de Fersen

-con que es sueco, eh!

Lamballe los interrumpió al decirle a Antonieta

-debemos irnos!

Debido a la máscara, Axel de Fersen no logró distinguirla.

-E-espera! Como te llamas!

-Antonia!

Grito ella en tono burlón, pero el solo soltó una pequeña risa. En realidad ninguna debía irse, solo que Lamballe debía contarle algo

-el es el Conde Axel de Fersen, es miembro de alto rango del ejército sueco, es el negociador con Estados Unidos, la colonia Inglesa

-Estados Unidos? Para que?

-no lo se, solo se que armó un gran revuelo al casarse con Aleksandra karchinski, una dama rusa, que luego dejo por madamme Louivois, la cual murió de viruela la semana pasada

Adiós, Adélaïde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora