In this heart of mine [gay/yaoi]

Capítulo 18

Hola..

Sé que hace como un siglo que no publico nada y que esto estaba muy olvidado pero han sido tiempos muy salvajes y ajetreados, por lo que no he tenido mucho tiempo de escribirles, pero ya estoy de vuelta con un nuevo capitulo.

Y bueno, para los que lo notaron y los que no, tuvimos algunos pequeños cambios (para mi fueron grandes), ¿Qué opinan? ¿Les gustó o les disgusto el título? La verdad a mi me gustó, por cierto y no sea dicho de pasada, quiero agradecerle con todo mi cora y reconocer la enorme ayuda que me dio mi buena amiga JoShiroMay, todos los créditos de la portada son de ella :3 y públicamente quiero darle las gracias por su enorme apoyo en estas y otras cuestiones.

Pero bueno, aquí esta éste nuevo capítulo y espero que les guste, evidentemente puede tener muchos errores ortográficos y de otros tipo, me disculpo de ante mano, pero soy humana, extra humana y cometo muchos errores o se me van, así que... lo siento.

Las cosas se están intensificando un poco por aquí, así que les dejare el capítulo y como siempre, si tienen comentarios, quejas o sugerencias pueden dejarlas y les agradecería su opinión acerca del nuevo título de la historia.

*****

(Aaron)

Inseguro y sintiendo una punzada de dolor al ver los rubios rizos de Ryan caminé decididamente entre las bancas, sentía por todo mi cuerpo la renuencia a acercarme, un paso en falso me podía costar la seguridad de Ryan, si caía en mi debilidad por estar a su lado, él estaría en peligro a mi lado. Mientras me acercaba, mis piernas se negaban a responder como debían y mis brazos flaqueaban bajo el peso de Matt.

Al llegar a la primera línea de bancas, el pecho me pesaba una tonelada y me sentía sin energía, tenía a mi hermana enfrente y solo podía ver el ataúd, a mi lado estaba la persona a la que quería a mi lado y no podía tocarlo, en mis brazos estaba lo que quedaba de mi familia y me parecía tan lejano como si estuviera a miles de kilómetros.

—Aaron, hijo, mis más profundas condolencias. —interrumpió finalmente Allen sacándome de mis pensamientos.

—Muchas gracias, a los dos, por haber venido. — respondí, al fin conciente de las razones por las que estaba parado ahí.

—Sabes que nunca te dejaríamos solo. —respondió Allen, llenándome de culpabilidad por aquellas palabras de aliento, que aunque esperaba escucharlas, no estaba preparado para hacerlo.

—Gracias. — Dije tragándome el nudo que se había instalado en mi garganta.

—Siéntate, seguramente estás cansado. — Dijo suavemente Allen, pasando de un tono paternal a uno temeroso, como si le preocupase ofenderme.

Asentí y me senté en el extremo de la banca, apenas a unos palmos de distancia de Ryan. Lo miré, sus ojos estaban rojos e hinchados y en su boca se veía una mueca que me decía que trataba de contener un sollozo. Mis manos hormigueaban, cuanto habría dado por extender mi brazo y rodearlo, por decirle que estaba bien si tenía que llorar, por acortar la distancia y sentir el consuelo de su calor.

Todo habría sido más fácil si me hubiera dado la espalda, pero las cosas nunca iban como yo quería. La primera vez que miré a Ryan, había deseado que innumerables partes de mi pasado hubiesen desaparecido, nunca haberme separado de mi hermana y tener la oportunidad de estar al lado de él, tiempo más tarde había deseado que Alexander no estuviera a la mitad del infierno y la vida tranquila que todos estábamos deseando. Pero no podíamos vivir de sueños y eso no lo recordó la vida. Vivir de sueños nunca nos iba a devolver a las personas que nos habían quitado.