(Ryan)
Sin importar que pasaba en la vida de las personas, incluyendo la nuestra, la ciudad seguía llena de vida en todo momento y aún más tendido a medio paso la celebración de la independencia nacional. La capital de la moda, de los negocios, el gran emporio en el que vivíamos no se detenía por nadie. Mientras el auto, conducido por mi padre, avanzaba casi cautelosamente por las calles concurridas de camino a casa, nosotros nos arrellanábamos en los asientos, tratando de buscar comodidad en una situación que era imposible de ignorar.
Una vez en el apartamento, instalamos a Jane con Matt en brazos, en la habitación que en un principio habría sido de Aaron, aunque, mientras nosotros esperábamos en el hospital, mi padre se había tomado la molestia de reacomodarlo, puso la cama justo debajo de la pequeña ventana y colocando la cuna que Aaron me había ayudado a armar justo al lado de la cama, tan cerca como era posible y en el extremo contrario, pegado a la pared descansaba el sillón donde tantas noches dormí. Lucía como un lugar completamente diferente, más acogedor de lo que nunca me pareció. La luz de la mañana entraba a raudales por la ventana iluminando hasta el más pequeño rincón.
—Él está muy feliz de que hayas vuelto. — dijo mi padre sentándose en el sillón. — Y nosotros también lo estamos, esta casa está muy vacía sin su encanto señorita.
—Gracias señor Allen, también estoy feliz de haber vuelto y estoy muy agradecida con usted por haber cuidado tan bien de mi pequeño. Y llámeme Jane, es usted muy formal. — dijo Jane con su habitual amabilidad y carisma.
—No es nada, Jane. — Apuntó mi padre
—Nos tenías preocupados, pero ahora te tenemos. — señaló Aaron sentándose a los pies de la cama.
— Ahora, creo que es hora de que me retire, seguramente querrás hablar en privado con tu hermano. — Dijo saliendo de la habitación sin esperar una respuesta.
—Gracias— susurró Jane.
—Aaron, puedo tener una manta, hace frío. —pidió Jane.
En ese momento Aaron y yo nos miramos, esa no era para nada una buena señal, era verano, el calor era tan bochornoso que sin aire acondicionado parecía imposible de soportar y ella tenía frío aun cuando estaba al pie de la ventana, por donde los rayos del sol entraban libremente.
—Por supuesto. —Respondió Aaron quitando su mirada preocupada de la mía y mirando con ternura a su hermana.
—Los dejaré solos. — anuncié mientras me encaminaba a la puerta.
—Espera Ryan, necesito hablar con ustedes. — declaró poniendo a Matt en la cuna.
Aquellas palabras resonaron en la habitación, me volví en dirección a la cama y la miré, ella me observaba con ojos expectantes. Asentí y tomé el lugar que mi padre había dejado.
— ¿Qué pasa Jane?— pregunté esperando una respuesta simple, un pedido, un capricho para conceder, pero como siempre, las cosas nunca salían como yo esperaba.
—Necesito que ustedes dos me miren y tomen muy enserio lo que voy a decirles. Aaron, eres mi hermano, y tú, Ryan, eres como de mi familia, ambos son importantes para mí, tanto como Matt. — Hizo una pequeña pausa y continuó. — Yo... yo sé que estoy muriendo— declaró tragándose un pequeño sollozo.
Fue en ese momento que la certeza de sus palabras llegó a mí, el dolor de pensar que en cualquier momento ella se podía ir de nuestro lado, pensar en el sufrimiento que eso traería para Matt y para Aaron, en lo vacía que se volvería la vida sin ella, la sensación de impotencia que embargaba cada célula de nuestros cuerpos por no poder salvarla. Fue como si todo a nuestro alrededor se detuviera en una desgarradora pausa.
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In this heart of mine [gay/yaoi]
RomanceRyan, un joven abogado en la ciudad de Nueva York vive en la relativa tranquilidad sin sospechar que la llegada de una mujer (Jane) cambiaría drásticamente si existencia, dejándolo en medio de un reencuentro familiar, peleas con astutos millonarios...