biblioteca ♡ jeongmo

8 : Pesadas

Ya eran las seis de la mañana y Momo se encontraba arriba del torso desnudo de la coreana. Ella sin ninguna alarma se levantó y miró a su alrededor hasta darse cuenta de que ni ella ni la contraria estaban totalmente vestidas.

— ¿Hm...? — Después de unos segundos, Momo recordó todo. — Mierda, he tenido... s...sexo con jeongyeon.... — Habló en voz baja para no despertar a la coreana. La japonesa se levantó y fue al baño de la casa de Mina para poder lavarse el rostro, se miró en el espejo

— Muy bien, Hirai! Hiciste el amor con una chica la cual conoces hace unos días y que para rematarla estaba borracha! — Se dijo mientras se miraba al espejo. — En fin.... espero que no recuerde nada... — fue lo último que dijo antes de colocarse la prenda que le faltaba. Después de ello, Salió del baño y se dirigió al salón en donde se encontraba la coreana aún durmiendo en aquel sillón bastante grande. Al parecer, Mina y Chaeyoung seguían durmiendo, esto era un punto a favor para la japonesa.

Momo se quedó mirando por un buen rato a la coreana, apreciando cada pequeño detalle de su rostro el cual la noche anterior logró verlo de otra manera. La japonesa no podía desviar su vista de los labios de la coreana, Eran preciosos. Otra parte que le encantaba eran los ojos que poseía la contraria pero, lamentablemente, ahora no podía verlos ya que estaba durmiendo.

Después de un buen rato, La pelicorto abrió lentamente sus ojos, soltando un bostezo mientras se estiraba y se sentaba en el sillón.

— Buenos días... — Dijo entre el bostezo, La japonesa le contestó de la misma manera. — Me duele la cabeza... No recuerdo nada... — La coreana bajó su mirada y se encontró su torso desnudo al igual que la parte de abajo. — ¿Por qué estoy.... desnuda? ¿Qué hicimos...? —

— ¿Ah? P-Pues... no hicimos nada! Solamente paso que.. — La japonesa se quedó pensando en alguna mentira — Me dijiste que tenías... ¡calor! —

— ¿Calor? Pero si estamos en invierno... En fin, Qué locuras debo decir cuando estoy ebria. — La rubia se levantó y tomó su ropa la cual estaba tirada en el suelo

— Y haces muchas locuras. — Momo susurró por lo que Jeongyeon no logró escucharla

— Me voy a colocar ropa, ¿Te parece bien si después desayunamos? No creo que Mina se moleste si tomamos prestado sus tazas y sus pancitos — Sonrió inocentemente para después ir rápidamente a cambiarse ya que sentía algo de frío y que digamos, tampoco se sentía muy cómoda teniendo los ojos de la japonesa en su cuerpo.

— C-Claro... — La menor desvío su mirada y se levantó, Yéndose a la cocina para preparar unas tazas de té y unas tostadas con queso.

Después de unos cuantos minutos, la coreana salió del baño con una gran sonrisa. Al entrar a la cocina, Momo le sonrió mientras le dejaba su taza de té y sus tostadas.