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16 : Exploremos el lugar

Las seis chicas se encontraban almorzando a las dos de la tarde, Estaban comiendo unas simples Sopas Maruchan que habían comprado Sana y DaHyun  para el viaje. Mientras comían, Las hermanas Yoo les comentaron el plan que tenían para ese día. Ya había llegado el segundo día del gran viaje que habían preparado las chicas y hoy tocaba ir a recorrer el lugar. JeongYeon y ChaeYoung lo habían planeado antes; Como ellas conocen desde hace tiempo la zona, le enseñarían a las otras chicas qué había en cada lugar y qué cosas se podían hacer. También tenían la intención de mostrarles algunos de los bonitos animales que se podían encontrar en la zona, lo mejor de todo es que no eran salvajes pero algunos de sus movimiento podían dar un poco de miedo.

Después de terminar de almorzar, ChaeYoung se levantó de la mesa y fue a buscar algunas cosas que había preparado para el días de hoy; La menor había diseñado en la noche, una gran bandera de color amarillo y unas seis pulseras del mismo color, con el fin de distinguirse entre ellas y no perderse en aquel lugar. ChaeYoung se acercó a cada una de las chicas y les entregó sus pulseras correspondientes.

— Miren, lo que les di es para que no se pierdan y todo eso. — Comentó la pelicorto

— Pero... ¿Tú crees que nos vamos a perder? — Preguntó Sana

— Lo mejor sería que no, ¿Sabes? pero... conociéndolas... de seguro sí se van a perder. —

— Especialmente las japonesas. — Soltó JeongYeon

— Oye, no me metas a mi — Reclamó Mina

— Bueno, pero, Sana y Momo de seguro se van a perder. —

— JeongYeonnie, yo no me voy a perd... —

— Pero por eso estoy yo, para cuidar a Momoring. — JeongYeon interrumpió a la mayor de las japonesas. Aquel mensaje había provocado que las mejillas de la pelinaranja se volvieran de un color rojizo.

— ¿¡Y yo!? —

— Yo estaré a tu lado, cariño. — Le respondió DaHyun con dulzura.

Las otras chicas se rieron — ¡Yaya, claro, DaHyun! Tú de seguro te vas a perder por seguir a Sana — Dijo ChaeYoung mientras se reía sin parar

— ¡Alguien tendrá que cuidar a Sana y DaHyun, son como unas bebés! —

Siguió JeongYeon provocando que las chicas se rieran con más ganas, especialmente la menor de las japonesas. Sana al ver cómo disfrutaba Mina de todo eso, le dirigió una mirada la cual sería capaz de ver el alma de alguien. La pelinegra al sentir la mirada de su amiga sobre ella, rápidamente dejó de reír. A pesar que era un poco más... ¿tonta? o despistada que ella, Le tenía bastante respeto ya que a veces sacaba su lado oscuro y, en un par de segundos,  podías escuchar a Sana enojada, regañándote sin parar.

— Eh... Bueno chicas, no las molesten... — Susurró Mina

— Pero, amor, si hace unos segundos tu también te estabas riendo —