CAPITULO VEINTITRÉS

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CAPITULO VEINTITRÉS


–Olivia cerró los ojos mordiéndose el labio inferior cuando sintió el aliento de Paul susurrando en su oído–

Paul – solo ámame –tomó a Olivia por la cintura haciéndola girar para colocarla frente a él– amor –Olivia lo observó y estaba molesta, no tenía la típica sonrisa que la caracterizaba y Paul se dio cuenta inmediatamente–

Olivia – y de que me va a servir amarte si tú –Paul delineo con su dedo el rostro de Olivia y negó–

Paul –Anabel fue con el pretexto que necesitaba que le explicará algo, te juro que yo –Olivia lo interrumpió–

Olivia – por dios Paul bien pudiste empujarla, quitarte si yo no llegó la besas –Paul sonrió y negó– y no te rías porque tú eres el hombre más celoso que conozco si me hubieras encontrado así con cualquiera me –Paúl tomó a Olivia de la nuca sin que ella pudiera quitarse plasmó sus labios sobre los de ella, al principio se negó a recibir el beso, pero su fuerza de voluntad la traicionó y cómo no hacerlo si ese hombre la derretía completamente–

Paul – te amo –le susurro en sus labios cuando se separaban del beso–

Olivia – si tanto me amas –Olivia se separó más de Paul– ¿Qué hacías con Anabel? –Paul sonrió tiernamente se moría de ternura al ver a Olivia celosa–

Paul – ey muñeca –la jaló hacía él tomándola de la cintura– te juro que lo iba hacer –Olivia hizo una mueva y trato de zafarse del agarre de Paul pero esté no lo permitió– Farah mi amor –le acarició el rostro y Olivia lo miro con dolor, Paul no sabía lo que el decir ese nombre producía en Olivia– ¿Qué pasa? –Le subió con delicadeza el mentón– tienes que confiar en mí yo te amo

Olivia – no estoy segura –Paul le dio una sonrisa no creía en las palabras de Olivia–

Paul – sabes que no te creo y ¿sabes por qué? –Olivia negó– porque sé que tu sientes lo mismo que yo siento por ti, porque tú sabes que mis –acercó sus labios al cuello de Olivia provocándole que la piel se le erizará– besos te pertenecen –ella negó– ah no –su tono de voz era divertido– que ningún otros labios me harán erizar la piel, que cada centímetro de mi cuerpo tiene grabado tus labios, tu aroma, te amo –Antes que Paul dijera el nombre de Farah Olivia lo beso–

Olivia – no me gusta verte cerca de Anabel –Paul le acaricio la nariz– estoy hablando en serio Paul no la quiero cerca de ti

Paul – sabes –Olivia lo miro molesta – me encantas así toda celosa –la tomó entre sus brazos y empezó a besarla nuevamente– me fascina tus celos, porque demuestran que me amas. Cómo nunca me imaginé que lo harías

Olivia – ni yo sabía que podía amar de esta manera –la sinceridad en las palabras de Olivia hicieron que Paul la abrazara pegándola a su cuerpo con fuerza– te amo Paul y daría todo lo que tengo y hasta lo que soy por quedarme a tu lado siempre –sus palabras estaban cargada de nostalgia, Olivia sabía que tarde o temprano tendría que despertar de este sueño que estaba viviendo y eso le provocaba temor, no sabía cómo iba a sobrevivir sin él–


–Raquel y Paulette decidieron jugar turista y buscaron a Estrella para que las acompañará, cuando abrieron la puerta de la recamara de ella Raquel y Paulette se miraron sorprendidas–

Paulette – ¡wow tía! Te vez hermosa –Estrella dio un salto al escuchar a Paulette–

Raquel – ¿A dónde vas? –Preguntó incrédula a lo que veía, desde que Estrella llegó a la hacienda, no se quitaba esos jeans y esas camisas manga larga que cubrían todo su cuerpo–

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