CAPÍTULO TREINTA Y OCHO

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CAPÍTULO TREINTA Y OCHO

–Dante acariciaba con dulzura la larga y rubia cabellera de Farah mientras esta lloraba sin parar, y se abrazaba a él queriendo fundirse en ese hombre, Farah no encontraba la razón exacta del por qué enterarse de esa noticia le causaba mucho dolor, por alguna razón había creído que Isabel era su madre y sino había estado a su lado era porque a lo mejor Oliver no lo había permitido, pero darse cuenta que esa no era la razón la había lastimado, se sentía sola, ni a su madre le importó, cuantas veces Leonor no la observó llorando sola porque extrañaba a su madre, por qué quería saber quién era y nunca se lo dijo siempre se iba dejándola sola, no entendía cómo una madre podía hacer eso, se supone que las madres dan la vida por sus hijos–

Dante – Olivia mi amor ¿qué pasa? –Acariciaba con ternura su espalda– no me gusta verte así, sé que extrañas a Isabel, yo tambien la extraño pero por favor debes de pensar que ella –Farah se separó del abrazó observándolo–

Farah – ella no –Dante colocó sus dedos en los labios de ella evitando que siguiera hablando–

Dante – Sé que es difícil, parece hasta imposible aceptar que esa mujer tan buena y dulce ya no está con nosotros –las palabras de Dante confundían más a Farah– pero yo estoy a tu lado y siempre lo estaré –Farah se separó un poco del abrazo lo miro fijamente a los ojos–

Farah – júrame que pasé lo que pasé siempre estarás a mi lado

Dante – no tengo que Jurártelo porque siempre lo he estado

Farah – por favor –suplicó con la voz entre cortada– necesito que me lo prometas –Dante le dio una sonrisa llena de ternura y acaricio su rostro con delicadeza–

Dante – te lo prometo –la miró fijamente a los ojos– no importa lo que pase en nuestras vidas, no importa si estamos juntos o si estamos lejos, tampoco si me sigues amando o no lo haces, no importa si tú quieras que yo esté a tu lado –le tomó el rostro con sus manos– escúchame bien siempre voy a estar para ti, porque te amo, y este amor va creciendo porque ahora siento que te amo más de lo que te amaba antes –Farah le dio una sonrisa antes de acercarse a sus labios–

Farah – yo también te amo y no me importaría perder mi identidad, alejarme de las personas que quiero, a tu lado sé que todo vale la pena –Dante la abrazó nuevamente–

–toda la tarde se la pasaron platicando del pasado Dante le contaba las historias que habían vivido y ella solo escuchaba atenta a cada una de sus palabras, ella decía que solo necesitaba recordar lo feliz que fue y que mejor escuchando las anécdotas que él tenía por contar, así pudo conocer Farah un poco más de Olivia y deseo tanto que Isabel fuera su madre, ahora lo que no entendía era porque estaban separada será que no son hermanas y el parecido era coincidencia, o que Oliver tuvo una relación con Isabel y ella son medias hermanas, su mente divaga tratando de encontrar una respuesta a algo que parecía no entender–



–Olivia y Paul llegaron a la cabaña después de la cena en casa de Raquel, ella se sentía un poco cansada–

Paulette – ¿te sientes bien? –Preguntó a Olivia cuando observó cómo se sentaba en el sofá–

Olivia – si mi amor, es sólo que me siento un poco cansada –le acaricio el rostro a la pequeña con dulzura–

Paulette – sabes –se sentó a su lado y se recostó en el sofá poniendo su rostro cerca del vientre de Olivia– yo soy tu hermana mayor –Olivia sonrió al escucharla, Paul salía de la cocina con un vaso de agua que Olivia le había pedido– te voy a cuidar siempre, aunque seas niña y quieras jugar con mis juguetes, no importa siempre te los voy a prestar –Olivia acarició el cabello de Paulette–

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