VEINTICUATRO

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VEINTICUATRO


–Estrella sintió los labios cálidos de Julián sobre los suyos, sin pensar en resistirse esta vez, rodeo con sus manos su cuello colando sus dedos por su cabello y acariciándolo suavemente, Julián por su parte acaricio con ternura sus mejillas y se separó lentamente de esos labios con sabor a cereza que le estaban gustando mucho−

Julián – yo... −Julián observó a Estrella quien lo miraba sintiéndose apenada− moría por probarlos nuevamente –Estrella le dio una pequeña sonrisa−

Estrella – esto no está bien –el tono de su voz hizo que Julián se sorprendiera, no entendía que había sido esa reacción−

Julián – me gustas –comentó sin más, Estrella lo observó sorprendida− y sabes que me encantaría que me dieras la oportunidad de que nos conociéramos

Estrella – Julián yo no sé si esté lista para empezar una relación –Julián sonrió de una manera que provocó en Estrella sentir paz− yo aún me siento muy lastimada –él le tomo la mano, acariciándosela con dulzura−

Julián – déjame ayudarte a sanar las heridas –pidió casi en suplica, Estrella lo observó con ternura, tenía años que no se sentía así, con tantas emociones revoloteando en su cuerpo−

Estrella – hay situaciones que te marcan –los ojos de ella se llenaron de lágrimas−

Julián – lo sé –expresó con dolor− sabes desde que te vi generaste en mí ciertas emociones que decidí guardarme, yo también sufrí y mucho, Alondra no sólo me hizo daño a mí –guardó silencio esos recuerdos aún le dolían−

Estrella – no es necesario –colocó su mano sobre la de él−

Julián – quiero contártelo –Estrella dibujo una pequeña sonrisa en sus labios, el saber que Julián se abriría a ella contándole algo que le dolía le daba cierta satisfacción y seguridad en él− hay un lugar que me gustaría mostrarte –Estrella sonrió y asintió, él pidió la cuenta−



−Paúl rodeaba con sus brazos el cuerpo de Olivia mientras ella recargaba su rostro en su pecho−

Paúl – quiero que me acompañes a Ensenada –Olivia levantó su rostro y lo observó− necesito cerrar unos negocios ahí y no me quiero separar de ti –Olivia le dio una sonrisa−

Olivia – me encantaría ir –suspiro, ella moría por conocer esos lugares−

Paúl – después –acarició su rostro con dulzura− quiero que vayamos a los cabos –Olivia asintió−

Olivia – a Paulette le fascinara ir con nosotros –Paúl sonrió ante la propuesta y la observó perdido en su mirada− ¿Qué pasa? –preguntó sin entender porque Paul la observaba así−

Paul – pasa que eres perfecta –se colocó encima de ella besándola con pasión Olivia era la mujer perfecta para él, no había duda que la amaba y que quería pasar el resto de su vida a su lado−

Olivia – tu eres perfecto –coló sus dedos entre los rulos de Paul, mientras el saboreaba su boca queriendo fundirse en ella−



−el día había sido difícil para Farah, la llegada de Lucia y Eloísa complicaban un poco su situación tenía miedo que la descubrieran, Eloísa y Olivia eran amigas y eso significaba que en cualquier momento Eloísa le podría preguntar algo y no sabría cómo contestar, se levantó de su cama y se dirigió a la cocina, no podía conciliar el sueño, en cuanto salió de la habitación vio a Dante moviéndose en el sofá le había dado su cuarto a Lucía−

Perderte de NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora