Capitulo 4

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No me considero una persona rencorosa pero no me gusta que jueguen con mis sentimientos porque cuando amo, lo hago de verdad, si me gusta alguien es porque veo en esa persona cualidades y características que no veo en nadie más.

Y me molesta que Wesley crea que estoy jugando, o no lo tomo enserio, yo solo me valoro, no quiero que me lastime. Sabes lo que es aceptar estar lejos de tus padres, renunciar a tus amigos y pretender que vives una vida normal cuando no lo es, eso es frustrante.

Pero con tal de despertar todas las mañanas y ver lo me alegra mucho.

Eran las 12:00 de la media noche, tome mi toalla y entre al baño, necesitaba despojarme de todo y una buena ducha caliente era perfecta.

Puse mi ropa en un canasto que había en el baño, y abrí la regadera, sintiendo mi cuerpo relajarse por el contacto con el agua. Tome un poco de shampoo y lo restregué en todo mi cabello, inmediatamente la espuma se hizo presente.

El olor tan embriagador a coco y vainilla inundó todo el baño, estaba tan concentrada que no escuche cuando la puerta se abrió. El baño era igual de grande que cualquier habitación de esta villa; tenía una ducha y una tina gigante cabían dos personas perfectamente, aparte las luces incrustadas en el techo le daban elegancia extra.

Seguí estrujando mi cuerpo hasta que escuche que alguien llenaba la tina. Entonces me asuste.

—¿Wesley?? ¿Estás ahí?

—Si, tranquila solo estoy llenando la tina -me respondió neutro-.

Volví a respirar, tenía mis manos en mi pecho por instinto, aunque había una hermosa cortina que me cubría.

—¿Aún estás enojada? -sonaba calmado, pero estaba alerta-.

—Podrías hablarme cuando termine de bañarme y salir del baño...

Duró varios segundos en responder —No, estás en mi baño puedo estar aquí cuando quiera.

No le respondí.

Tome mi toalla y la envolví en mi cuerpo. Cuando corrí la cortina para salir, ahí estaba, sin su t-shirt y sin su pantalón, solo en bóxers

—Quiero que te quedes, entra en la tina conmigo. -dijo-.

Camine hacia la puerta aún agarrando la toalla para que no se me cayera, pero él se interpuso.

—Wesley no entraré ahí contigo, ya tome mi ducha me iré a dormir-.

Su mano derecha acaricio mi rostro mojado mientas que mi corazón palpitaba a mil por hora. Si me metía en esa tina con él vería mi cuerpo, y le estaría perdonando por como me trató hace unos segundo.

—No quiero entrar ahí contigo, por favor quítate de la puerta.

—Bien!! Malditacea si eso es lo que quieres puedes salir, lárgate! -me gritó-.

Abrí la puerta lo más rápido que pude tome mi ropa mi loción y fui a otra habitación. Comencé a secarme y luego puse un poco de loción en mi cuerpo, y por último ni pijama.

La habitación de al lado tenía un gran ventanal igual a la de Wesley pero en esa solo se veía en gran patio trasero y la forestación fuera de la cerca. El panorama lucia un poco tenebroso ya que era de noche las 1:00 para se exactos. Así que cerré la cortina y fui a sentarme al borde de la cama, sentía que iba a colapsar, no quiero estar así, Wesley es la única persona aquí en esta casa y el chico que me gusta, no puedo estar enojada con él pero... aveces me asusta, me asustan sus cambios repentinos consumir drogas no es saludable para él ni para nadie.

Unknown | II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora