Capitulo 1

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—¿Que mierdas dices?, suéltame estoy esperando a alguien -empecé a gritar-.

—Si no te callas juro que te haré daño. Ya te dije que soy Wesley.

—Si fueras Wesley no me estarías secuestrando ¿no crees?

—Es una historia muy larga nena, cuando lleguemos a casa entonces te cuento.

Estaba pataleando para que me soltara pero él era muy fuerte, demasiado fuerte. Me entro a la fuerza en su auto llevándome lejos de el parque.

—Sabes que estarás en problemas por secuestrar a una menor -ironice-.

—Y tú no deberías hablar con tu secuestrador, eso te traería problemas -sonrió-.

No podía ver su rostro porque aún tenía esa ¿máscara? En la cara.

—¿A donde me llevas? ¿Porque estás haciendo esto? ¿Cuantos años tienes?

—Maldita sea!! Cállate de una puta vez. -frenó el auto- juro que si vuelves a abrir la boca te haré daño.

Mis ojos casi se salen de sus órbitas al escuchar esas hirientes palabras. Tenía nauseas, ganas de llorar quería gritar, tirarme del auto, pero... esas no eran las mejores opciones ahora.

El secuestrador dijo que era Wesley... pero, como podría ser él si... Wesley es ¿bueno? Tenía tantas preguntas en mi cabeza, iba a explotar.

—Llegamos -él chico bajo de el auto-.

Estábamos frente a una casa gigantesca, al parecer era su hogar. Debían ser alrededor de las 1:00 de  la mañana, así que me costaba ver bien por la oscuridad.

—Si haces algo estupido, amanecerás afuera atada a una silla -lo mire atónita-.

—No creo que harías eso -dije riendo-.

Se acercó rápidamente a mi, no podía ver su estupido rostro aún —Pruébame nena-.

Entramos a la enorme casa, era muy grande, y lujosa. Las luces encendieron cuando el chico puso el primer pie en ella. Las lámparas eran hermosas y las paredes de color blanco. Había cuadros y algunos discos de los Beatles y varios artistas de los 90's. Su estilo era retro con algo moderno, me gustaba.

Me olvidaba que tenía las manos atadas y empezaba a doler. Mi piel era algo sensible de seguro ya están rojas.

—Podrías desatarme por favor estás malditas sogas me están molestando -camine hacia él-.

—No ta las quiero quitar aún.

Aún no se quedaba la máscara esa, pero aprecie que sus ojos son verdes, Wesley también los tenía así.

—Vamos por favor, ya me tienes aquí, no voy a escapar.

Empezó a reír. Su risa era embriagadora de algún modo, era como.. placentera —No creo que puedas escapar tan fácilmente de todos modos pero... nesecito que hagas algo por mi, si quieres que te desate-.

—Está bien.

—Me tienes que prometer que no te enojaras, o me odiaras -camino hacia mi-.

—Ya te odio y estoy muy enojada.

—Vamos Leah, prométemelo -estábamos a muy corta distancia-.

Unknown | II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora