Prólogo.

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-Mi nombre es Sanji... mucho gusto...- dijo un pequeño de 10 años de edad, rubio y ceja curiosamente rizada, con ropa sencilla pero con un gran tres en el pecho, quien se encontraba en un parque, había salido con sus hermanos, pero ellos jugaban otras cosas, mientras él tomó asiento en una banca, y vio a una niña más pequeña que él, de (t/c) y ojos (c/o) sentada en el suelo, parecía triste, así que se acercó a ella.

-H... hola...- dijo un poco desconfiada, pues ella traía ropa sucia y rota, no había tenido buenos tratos en los últimos años, de repente su estómago dejo salir un gruñido.

-¡Oh! ¿Tienes hambre?- ella negó enérgicamente. –No te preocupes... ahora regreso...- se fue a la banca dónde estaba sentado, llevando un pequeño almuerzo que se había preparado, yendo con aquella pequeña. –Toma...-

-¿Estás seguro?- cuestionó con ilusión.

-Claro...- ella lo tomó y comenzó a comer la fruta que estaba ahí. –¿Cuál es tu nombre?-

-Yo...- sin embargo sus hermanos se acercaron, ambos tenían el mismo diseño de ropa, pero diferentes colores, uno de cabello verde con un cuatro en el pecho y el otro de cabello azul con el número 2.

-¡Sanji! ¡Aléjate de ella! Podría pegarte pulgas...- exclamo con burla el de cabello azul, haciendo gestos de asco.

-¡Cállate!- exclamo, volteo a ver a la pequeña, quien se puso triste por dichos adjetivos. –No les hagas caso...-

-¡Sanji!- gritó el peliverde. –¡¿Acaso quieres una mascota?!- carcajeo. –¡Porque una rata es más limpia que ella!- ambos hermanos carcajearon.

-¡¡Basta!!- gritó el rubio.

-¡Oblígame!- reto el de cabellos verdes, como acto siguiente el rubio se lanzó contra su hermano, comenzando a pelear, el de cabellos azules se burlaba por la pelea, llamando la atención de los mayores, uno de cabello rojo y la otra de cabello rosa, quienes fastidiados separaron a los menores.

-¿Sé puede saber qué pasó?- regaño la mayor de ellos, quien tenía puesto un vestido muy bonito, con un Cero en el hombro.

-¡Sanji empezó!- exclamo el peliverde.

-Fue Yonji...- se defendió. –Ellos se burlaron de...- recordó a la pequeña, volteando a verla, pero ella ya no estaba, posiblemente había huido por la pelea.

-¿Decías?- exigió la pelirosa.

-¡Ellos molestaron a una niña!- los mayores buscaron con la vista a la víctima, pero al no verla, no le creyeron. –Es en serio...- sin embargo la niña tomo una oreja de cada uno de sus hermanos.

-Sea cuál sea el caso... ambos quedaron terribles, padre se molestara...- dijo enojada, ante la queja de sus hermanos. –¡Vámonos!- se los llevó jalándolos, mientras ellos gritaban, mientras la pequeña miraba escondida desde atrás de un árbol, pues temía que los otros niños fueran cruel con ella.

Al día siguiente los hermanos volvieron a salir a jugar, pero ahora Sanji llevaba un almuerzo extra, esperaba a la niña, pero nunca llegó, resignado, sabía que ella se había asustado, así que dejó la comida cerca de un árbol, esperando que estuviera cerca.

Cada día que salía con sus hermanos, él llevaba una comida para aquella pequeña, la cual por desgracia no aparecía, cierta tarde su padre, se dio cuenta del comportamiento de su hijo, lo cual le parecía extraño, así que optó por preguntarle a sus otros hijos.

-¡El idiota de Sanji le deja comida a una pordiosera!- dijo Yonji.

-Eso no es correcto...- se quejó el adulto, debía poner fin a eso, él detestaba la idea de que sus hijos fueran blandos, así que le daría una lección a Sanji.

Después de una semana, al fin la pequeña apareció, eso alegro a Sanji.

-Mi nombre es (t/n)...- dijo con una amplia sonrisa, lo que hizo que él se sonrojara.

-Es muy bonito tu nombre...- dijo feliz, la niña busco en sus bolsillos sacando un collar, el cuál era en forma de corazón, de una piedra roja.

-¡Toma! Quiero agradecerte por la comida... eres muy bueno...- el pequeño algo incrédulo al principio, observo el collar.

-No es necesario...- contestó.

-Quiero que seas mi amigo...- declaró la pequeña, por lo tanto Sanji tomó aquel collar, sonriendo ampliamente.

-Siempre te traeré comida...- sin embargo aquella escena se vio interrumpida por la llegada de una mujer y dos policías, así como el padre Sanji.

-Es ella...- señaló el hombre. –Ha robado la comida de mis hijos... eso no está bien...- declaró.

-¿Padre?- los niños no entendía que pasaba.

-Gracias por ayudar a esta pequeña, señor Vinsmoke, ahora estará en un lugar mejor y no volverá a cometer esos penosos actos...- los policías se acercaron a la niña, quien se asusto y buscaba huir.

-¡Esperen! ¡Ella no hizo nada!- exclamo el rubio.

-No tienes porqué preocuparte, ella estará en un lugar mejor...- consoló la mujer.

-¡¡Suéltenme!!- la niña lloraba y buscaba soltarse.

-¡Padre! Ella no hizo nada... que la dejen...- suplicó.

-Basta Sanji... deja que los expertos hagan su trabajo... entiéndelo, ella no puede estar aquí...- el rubio se enojo, pero no podía hacer nada.

-¡¡Sanji!!- gritaba mientras era llevaba por aquellos hombres, el pequeño comenzó a llorar, la niña fue metida en un vehículo siendo llevada lejos de ahí.

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Aquí un pequeño adelanto de lo que será este fic!

Nos vemos pronto para el primer capítulo!!

La receta perfecta. (One Piece. Sanji y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora