La receta perfecta. (One Piece. Sanji y tú)

Capítulo 04: Algo en ti.

El lunes (t/n) trabaja de manera normal, eran las 6 de la tarde, hora del té, donde solían tener más clientes, así que la joven tenía mucho trabajo, sin embargo estaba algo distraída, pues seguía pensando en su compromiso.

Sus pensamientos se cortaron al escuchar la campañilla de tiempo, avisándole que sus tartas estaban listas, pero como estaba distraída olvido los guantes, abrió el horno y al tocar la charola, inevitablemente se quemó.

-¡¡Maldicion!!- se quejó molesta consigo misma, mientras iba la lavabo para mojar la quemada.

-(t/n)-san...- habló una de las jóvenes que la acompañaban, mientras el otro chico sacaba la charola. –¿Se encuentra bien?-

-S... si, lo siento estoy un poco distraída...- en ese momento entraba Katakuri.

-¿Qué pasa?- cuestionó al ver que la (t/c) tenia un paño envolviendo su mano.

-No es nada... sólo una pequeña quemada...- explicó un poco avergonzada.

-Es mejor que te lleve al doctor...- expresó seriamente.

-No es necesario, estaré bien, sólo necesito unos minutos...- declaró, ante la miradas preocupadas de sus asistentes y la seria de su prometido.

-Como quieras, sólo no te lastimes... por cierto, este fin de semana Mamá quiere verte...- dijo antes de salir de la cocina, eso no tranquilizó a la joven chef, quién no quería pensar justamente en el tema de su boda.

-Debemos continuar, esas tartas no se harán solas...- cambió su expresión preocupada por una leve sonrisa.

-¡Si!- exclamaron los chefs que la acompañaban.

Ya en la noche Katakuri la llevaba al departamento en el que vivía la joven con su amiga Nami, un modesto edificio en las zonas de clase media de la ciudad.

-Gracias por traerme...- dijo mientras se desabrochaba el cinturón.

-¿Cómo sigues de tu herida?- cuestionó de manera casual, sin siquiera verla.

-Ya estoy mejor, sólo me pondré una crema que tengo para estos casos...- contestó con una sonrisa nerviosa.

-Bien, debes cuidarte, a mamá no le agradaría la idea de que dejes de cocinar...- esas palabras molestaron a la joven, pues realmente eso es lo único que veía Big Mom en ella, una cocinera de tiempo completo.

-Me... cuidaré...- expresó forzadamente. –Buenas noches...- se quitó el cinturón y abrió la puerta del vehículo.

-Espera...- la llamó, ella volteo y él con cierta brusquedad la tomó del mentón y la beso de manera simple en los labios. –Buenas noches...- dijo con una sonrisa arrogante, la joven salió del auto y él se fue.

-Esto es una mala idea...- susurró para ella misma. –Pero no puedo renunciar a mi sueño...- dijo convenciéndose a si misma, más tranquila entro a su edificio dispuesta a descansar del estrés que estaba acumulando.

Al día siguiente (t/n) salía de casa y se dirigía a Whole Cake, solía tomar el transporte público, Katakuri sólo la llevaba en las noches a casa, el local abría a las 11 de la mañana.

Esa misma mañana, Sanji antes de ir a la universidad decidió ir a desayunar a Whole Cake, aún seguía pensando en la cocinera misteriosa, aunque sus pensamientos también estaban en (t/n), sin duda era una bella chica, de hermosa mirada y con bellos atributos, él no podía negar eso, de recordarla casi le sale una hemorragia.

Caminando por la cuadra, visualizo a la joven chef, eso sin duda lo sorprendió, pero lo que le encantó, fue verla en su traje de chef, una falda amplia de color negra, una camisa pulcra de blanco, su cabello (t/c) recogido de manera elegante, usando unos zapatos de tacón bajo, para el rubio fue lo más sexy que podría haber visto en la vida, aceleró el pasó para hablarle.

-¡¡(t/n)-chan!!- gritó al estar unos pasos cerca de ella, quien volteo al reconocer la voz, volteo y se detuvo al verlo.

-¡Oh! Sanji-san, buenos días...- dijo con una leve sonrisa aunque estaba sorprendida de haberlo encontrado.

-Buenos días (t/n)-chan...- antes de seguir hablando observó que en la camisa que tenía la joven estaba bordado el logo de la cafetería. –¿Tú... tú trabajas en Whole Cake?- exclamó con sorpresa.

-S... si... soy la chef principal...- dijo con un leve sonrojo, los ojos de Sanji se abrieron más.

-¿Entonces tú eres Akaashi?- dijo y la joven asintió.

-Si... mi nombre es Akaashi (t/n)... lamento si no me presenté con mi nombre completo...- Sanji se sintió afortunado.

-Sin duda es un honor conocerte...- exclamó con ojos de corazón. –¡Tus postres son los mejores que he probado en mi vida!-

-Me alegra escucharlo...- recordó que tenía que ir a trabajar. –Lo siento Sanji-san, debo irme, voy un poco tarde...-

-Si... no te preocupes, lamento haberte distraído, nos vemos el domingo, ¿no?- la joven se pasmo por las palabras, reaccionado después.

-Es verdad... hasta el domingo...- comenzó a caminar, una sonrisa de ilusión se puso en su rostro, Sanji después de unos momentos comenzó a caminar, con mayor razón deseaba ir a desayunar a Whole Cake.

Durante esa semana (t/n) cocinaba más concentrada, eso se reflejaba en sus preparaciones, recibía más felicitaciones de las que se tenía acostumbrada, la gente solía comer un poco más e incluso se llevaban raciones a casa.

En esa semana estaba tan tranquila, que incluso había olvidado que estaba comprometida, no lo podía explicar, pero cuando pensaba en las felicitaciones y en la sonrisa de Sanji, olvidaba al instante sus problemas, ya deseaba que fuera domingo para verlo otra vez.