- ¡Isabella Tore y Wesley Krung! - gritó histérica la sapo - ¡Callar ya! ¡Me tenéis harta! -gruñó - Saben que... Mejor...¡castigados después de clase! - sonrió maliciosamente
- Pero profesora - rechisté
-¡NADA DE PEROS! - me encajoné en mi silla. Esa mujer daba miedo, mucho miedo.
Wes y yo no abrimos la boca en toda la clase. Como para abrirla después de que la sapo nos hubiera gritado como una esquizofrénica. Pero, incluso, se lo agradecí. Estaba apunto de soltar una tontería. ¿De verdad iba a decirle a Wes que él era la otra persona? ¿De verdad quería correr ese riesgo? ¿ y si le perdía como amigo? Eso no lo soportaría. Si se lo decía todo iba a ser más incomodo. Y... además, había una entre mil posibilidades de que el sintiera lo mismo. Una vez más agradecí en mi cabeza a la sapo por haberme interrumpido. No quería seguir pensando lo que podría haber pasado.
Al acabar las clases Wes y yo nos reunimos con la sapo en la sala de castigados. Al parecer éramos los únicos, pues todo estaba realmente solitario, tanto, que incluso me producía escalofríos. Cuando el instituto se vaciaba era el lugar más solitario, oscuro y horripilante del mundo. En cualquier momento podía salir un asesino en serie de los oscuros pasillos. Bueno, tal vez estaba exagerando, pero si que daba muy mal rollo.
- Bueno - habló la sapo - vais a ordenar estos libros - sacó una caja llena de libros de todos los tamaños - y los vais a colocar en esa estantería vacía y por orden del abecedario. Yo en una hora vuelvo, si no habéis terminado os quedareis mañana también.- nos sonrió irónicamente y se marchó dejándonos solos a Wes y a mí.
Esa mujer era una maldita amargada.
Cogí un libro, leí el título y lo empecé a ordenar. Wes me siguió haciendo lo mismo.
- Y bueno... Tenemos una conversación pendiente - dijo Wes
Le miré con cara de no saber a lo que se refería, haciéndome la tonta. Claramente sabía que quería averiguar quien era esa otra persona.
- No me mires así miedica, me refiero a lo de que te gustaba otra persona, tu me lo has dicho en clase esta mañana, pero la sapo nos interrumpió
- ¿Yo? Yo no dije eso.. - disimulé.- creo que me entendiste mal. Ahora pásame ese libro por favor - sonreí
Sabía que no se iba a dar por vencido, pero yo no quería que volviera a sacar ese tema nunca más. NUNCA.
Wes cogió su móvil y puso la radio. Sonó la canción de 'happy' de Pharrel e instantáneamente ambos nos miramos y nos pusimos a bailar por toda la sala. Cogíamos los libros y los colocábamos al ritmo de la música. Bailamos una canción tras otra. La música siempre ameniza los problemas, e incluso los castigos impuestos por la sapo.
La canción de 'say something' comenzó a sonar. Esa canción era preciosa. Me sentía muy identificada con la letra, además. Coloqué un libro en la estantería mientras tarareaba la canción y cuando me giré unos brazos me acorralaron contra ella. Wes a pocos centímetros de mi. Tener a Wes tan cerca me producía un nudo en el estómago. ¿Mariposas? No, insectos asesinos se movían dentro de mi.
- No me olvido de nuestra conversación. - sentía su aliento casi rozando mi cara. - a mi no me engañas
- No se de que hablas...- me puse nerviosa. Muy nerviosa.
-¡SEÑORITOS! - Wes se separó rápidamente de mi y al fin pude respirar con tranquilidad. - Esto no es una discoteca. ¿Han acabado?
¿Ya había pasado una hora? El tiempo se me había pasado volando. Con Wes las horas se me hacían minutos. Nada era aburrido con él, ni si quiera un castigo.
ESTÁS LEYENDO
I CAN'T LOVE HIM, BUT I DO
RomanceIsabella está aburrida de su monótona vida, de hacer siempre lo mismo y de ver siempre las mismas caras. Pero parece que el primer día de instituto le tiene guardada una gran sorpresa que hará de su año muy diferente a los demás. ¿Será esta sorpresa...