-Hola bonita, no creí encontrarte acompañada y mucho menos por un chico, debo admitir que es apuesto, aunque te ves mejor conmigo- Sin duda ha molestado a Dago, lo noto en su dura postura, y claro que también me esta molestando a mi, la conozco y se que lo que hace no es con intención de fastidiar la pero eso no quita lo incómodo, y más cuando no sabe que el es gay.
Gracias a dios Dago no se altera y solo toma mi mano para jalarme lejos de donde estábamos. Pero que coño nos está siguiendo.-Oye calmate- Le digo cuando me jala de la mano hacia ella.
-No Renata, es el quien debe calmarse, por dios te jalo como si fueras su mascota, así no se trata a nadie - Dice alzando la voz pero sin llegar a gritar. No comprendo si esta celosa o solo hace lo que su moral le dice que es correcto.
-No veo que de malo tiene evitar que mi amiga pase por un disgusto hablando contigo - Habla rápidamente Dago, y claro que tiene razón, bueno ambos interpretaron la situación de manera distinta por lo que ambos tienen razón - Y aparte para ser lesbiana que mal identificas a los tuyos, yo soy gay y créeme por más linda que sea mi amiga no me fijaría en ella, ni poniéndose pene sería mi tipo- Su repentino comentario la pone con una cara de confusión que rápidamente pasa a una divertida, y por lógica la tensión entre los tres baja.
-Vaya lo siento, no que seas gay claro, siento haberme alterado y hablar sin pensar, creí que eras algo de ella como su novio o algo similar- Mi subconsciente grita celos.
-¿Celos? - Porque maldita sea Dago tenía que preguntar eso.
-No, solo que como mal intérprete su amistad, creí que no debías tratarla así - Vaya no debería de doler pero lo hace, no se porque si se supone que ya no la quiero, no se la forma que lo hacía.
-Yo diría que son celos pero si tu dices que no, trataré de creerte. Bueno ya es tarde, tengo que irme, espero verlas pronto - Conozco bien a Dago y se que lo hace con in propósito, dejarnos solas - Suerte, - Susurra en mi oído, y así confirmo mi sospecha.
NO QUIERO HABLAR CON ELLA.-De verdad no era mi intención incomodar - Dice ella cuando se asegura de que Dago se haya ido - Pero ya que estamos aquí porque no hablamos o solo caminamos, aunque tu amigo tiene razón, son las 8 y es viernes, no me gustaría que estuvieras tarde fuera de casa, por eso propongo que vayamos a la mía, dejame decirte que no hay nadie- Esto último lo dice con un tono divertido pero no evita que me ponga sonrojada, como odio ponerme así y aun más por ella.
-No no, prefiero ir a la mía, tengo un poco de hambre - Digo también en un tono sarcástico.
-Podrías comerme a mi- Dice tan despreocupada. Porque ella puede no tomarle importancia al pasado mientras yo todo lo relacionado, y es tan fácil la respuesta la razón es que ella no se ata a nada ni mucho menos a alguien.
-No- Le respondo con un tono más serio del que esperaba.
-Solo bromeaba Renata, vamos mejor te llevo, no quisiera que algo te pasará- Maldición por su tono se que ahora ella estará sería.
-Bueno, gracias- le dije con tono amable, no se porque acepte si me pondría tan tensa.
El recorrido no fue tan tenso como creí, hablamos de trivialidades y puso música, lo cual relajo el ambiente, espero que así este en casa ya que no pedí permiso. Mamá estaba fuera de casa esperando a que llegará, y como la conozco tan bien se que lo hace para ver con quien demonios salí, para mi suerte o desgracia vengo con mi ex novia, la cual es tan educada que baja para saludar a mi mamá.
-Que gusto verla señora, antes de que crea algo que no va como me suele pasar, yo solo me encontré a su hija y decidí traerla. - Mamá le da una sonrisa y le da gracias, se mete a casa.
-Adiós bonita- dice rápidamente Paula y se va.
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No fue por amor
Teen FictionLa negación llega a la vida de Renata después de su peor ruptura. Reconocer haber amado a alguien no siempre es fácil, y menos si tu alma fue y es constantemente apuñalada, por recuerdos grandes y pequeños, relevantes e insignificantes. Esta es l...