Karol Sevilla, una joven de diecisiete años , desde pequeña a sido blanco del sufrimiento físico por parte de su padre, Alberto Sevilla.
La llegada de una chica cambia su vida, en refugios de alcohol y los cigarrillos; en si la lleva por u...
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–Karol, ¿estás bien?, pareces como si hubieses visto un fantasma. –habló Carolina mientras ponía su mano sobre mi hombro–
Más de 5 años, más de cinco años pasaron desde la última vez que lo vi. Ahg diablos los recuerdos de él se me vienes como una tormenta.
–Solo le chocó ver al chico que le dio su primer beso –Jorge y su maldita boca–
Michael me había dado un beso en la comisura de los labios, desde ese día algo dentro de mi creció, no algo físico, más bien algo sentimental. Fue el sentimiento de amor, quien lo diría ¿no?, todo comenzó por el famoso juego Verdad 0' Reto. No diré que lamento ese día, porque no fue así, la verdad es que si me gusto el beso, aunque no fuera tan real, solo un roce, solo un roce basto para que me enamoraras Michael Ronda, pero tuve miedo de rebelarte mis sentimientos. Entonces...¿Soy cobarde por no revelarte mis sentimientos?, ¿Soy cobarde por tener miedo?, ¿Soy cobarde por alegrarme de seguir viva?. Si es asi entonces soy una completa cobarde. De pies a cabeza, para ser más específica mi amor por el acabo cuando el se fue de viaje, me hubiera visto ridícula, dijo que se iba a ir de viaje, cuando se fue por años, ahí se fue mi amor.
O tal vez no...
Nadie pensaría que fuimos novios a escondidas, claro hasta que el se fue y se llevó mi corazón con él.
Salí de mi estado de shock cuando varias carcajadas retumbaban las paredes de la cafetería del instituto. Voltee y todos se reían de mí, no me sorprende desde que pise la entrada hoy recibí burlas y apodos como La hija del mafioso, La zorra que se vendió, La chica que hizo un trío con su mejor amiga y su novio.
–Yo...eh –todos esperaban que hablara– yo debo irme, adiós –agarre mi mochila y me fui–
No puedo, por más que quiero no puedo, no puedo soportar más insultos, más falsas teorías sobre mi y mi vida, no puedo fingir que no me afecta que mis padres se hayan muerto por un estúpido que solo quiere venganza, por su estúpida sed de venganza, pero que ni crea que yo se lo voy a perdonar, voy a matarlo, lo juro, le voy hacer pedir de rodillas disculpas por todo, ¡por matar a mi mamá, por matar a mi papá, por dejar embarazada a Valentina, por dejar pasar vergüenza a ese niño o niña cuando le digan que su padre y su abuelo son unos malditos asesinos de mierda!
Y por...
Un apretón hacia mi antebrazo me interrumpió mis maldiciones hacia los Pasquarelli.
–Michael –lo mire a los ojos– suélateme –susurré–
–No lo haré, escucha sé que me fui y dejamos asuntos pendientes pero...–lo interrumpí–
–Al diablo con lo que paso ¡¿si?! –suspiré cansada– eso quedo en el pasado –cambie mi vista de los ojos avellana que me miraban buscando alguna respuesta– debo irme, a-adi-os –tartamudeé y Salí corriendo hacia el baño–
