13. Los tres mosqueteros y el ángel

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-No puedo contradecir a mi amiga- admitió Ragnor a Alec- Hasta a mí me sorprendió el efecto que tienes en el idiota.
-Callate, Ragnor- dijo Magnus.
Catarina soltó una risita y Ragnor se le unió. Si Magnus parecía molesto entonces fue por poco tiempo, porque el también empezó a reírse. Alec sólo se quedó observando a esos tres amigos que estaban frente a él y sintió que era más impresionante que las estanterías repletas de libros a su alrededor.
Podía ver en ellos lo mismo que sentía que la gente debía ver en el y en sus hermanos cuando estaban juntos. Por un momento sintió que era algo que estorbaba en la armonía de las personas frente a él.
Pero volvió su vista hacia el y sintió que sonreía el doble. Y Alec sólo se perdió en sus ojos.
-Quiero saber de ti, Alexander- habló Ragnor.
-No deberías estar en tu fiesta y vigilándolo a tus invitados, mi querido príncipe esmeralda?- dijo Magnus.
-Príncipe esmeralda?- preguntó Alec.
-Creeme que los tengo vigilados, idiota- respondió Ragnor, ignorando a Alec- Y en cuanto vi a una cucaracha indeseable, todas lo son pero esta en particular es una de los peores, le dije a uno de mis hombres que lo sacara y luego rescaté a tu muchacho de sus asquerosas manos.
Alec sabía de quien se trataba, obviamente. Magnus hizo una mueca de molestia (enojo es la palabra correcta para describirlo) y fue hacia una licorera que había en la habitación.
-Y quién era?- preguntó Magnus mientras se servía una copa.
-Richard- dijo Ragnor.
Magnus escupió la bebida.
-Y por qué lo invitaste?
-Que yo lo invité?! Esos animales buscadores de excesos se invitan sólos!. Además, no te vi cerca que digamos.
Alec sólo miró a Magnus y este sabía que le debía una explicación.
-Fui por una copa y me encontré a mis queridos amigos. La ardilla azul insistió en traerme a un lugar privado para charlar y mandé a mi vaina de  guisantes por ti. Pero nunca fui consciente de los peligros en los que estarías, ángel.
-Como un ex idiota?- dijo Ragnor.
Alec se acercó a su novio y besó sus labios.
-En el futuro no me dejes de nuevo sólo en alguna fiesta- dijo Alec.
-Lo prometo- dijo Magnus- No se que hice para merecerte, Alec.

Ragnor tomó la botella que Magnus dejó y sirvió tres copas más. Le dio una a Alec y la otra a Catarina.
-Son amigos desde hace mucho?- preguntó Alec.
-Nuestros padres eran socios- dijo Catarina- Somos amigos desde que eramos bebés.
-Los tres mosqueteros- dijo Ragnor- Y seguimos siendolo desde que nos ocupamos del  negocio de nuestros padres.
Cada uno bebió una copa, pero Alec hizo una mueca cuando probó la bebida
-No eres bebedor?-preguntó Ragnor.
-No, pero siento que Magnus quiere convertirme en eso.
-Supongo que ya te llevó a su guarida- dijo Ragnor.
-Y a que te dedicas, Alec?- preguntó Catarina.
-Soy escritor.
-Y uno de los mejores- dijo Magnus mientras besaba la mejilla de su novio- Bebedor o no, Alec es todo lo que quiero.
-De seguro harás de nuestro amigo un hombre decente.
-Callate, Ragnor.
Alec río y bebió un poco más de su copa. Después de hacer otra mueca que Magnus encontró adorable, su novio se la sacó y besó sus labios.
El ojiazul besó los labios de Magnus y luego volvió a tomar la copar que le sacó.
-Un brindis- dijo Alec. Magnus se acercó a él y enrolló su brazo libre en la cintura de Alec- Por los tres mosqueteros.
-Salud- dijeron los tres luego de brindar.

***

Alec pasó la pagina de su libro y miró a Magnus por encima de él. Luego quitó la vista de su novio y regresó su atención (sin éxito) a su libro.
Habían pasado varios días desde la fiesta y uno desde que llegó su carta. Ahora estaba con Magnus en una cálida tarde de domingo leyendo en la sala. El leía una novela sentado en sillón junto Magnus (quien también estaba leyendo un libro)
Magnus podía notar que Alec lo estaba mirando. Algo le estaba preocupando? Magnus tomó a Alec de la mano y puso un marcapaginas en el libro antes de cerrarlo. Alec hizo lo mismo.
-Que te preocupa, amor?
-Nada.

Alec se levantó del sillón y guardó el libro en la estantería. Luego empezó a ver los lomos de los libros y acariciarlos como si estuviese buscando uno que lo saque de esa situación incómoda.
inconscientemente empezó a perderse en una conversación que tuvo con su novio hace no mucho tiempo atrás.
-Catarina dijo que era el indicado.
-Lo sé. Cuando eramos niños ella nos contaba que era una bruja, pero que debíamos no decírselo a alguien.
-Sonaba convencida.
-Ella dice que puede ver las almas de las personas y así es como sabe quien es el indicado. Creeme que siempre desaprobó mis viejas relaciones.
-Para eres el indicado, Magnus.
-Yo también siente que eres el indicado para y no necesité que Catarina me lo dijera.
-Por qué?
-Porque lo supe en cuanto te vi y lo confirmé cuando me besaste.

Alec sonrió ante el recuerdo y luego sintió que alguien besaba su cuello.
-Dime lo que te preocupa- Magnus se aferró a su cintura.

Alec se separó un poco de él, lo suficiente para verlo a los ojos.
Magnus puso su mano en la mejilla de Alec y este ronroneo al tacto de la palma en su mejilla.
-Recibí una carta de mis padres- dijo Alec- Ellos quieren conocerte.

Gracias por leer💜
Espero que les haya gustado😳

La Canción Sigue Igual (Caigo Cautivo #3. Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora