¿Volamos?

UNO

Tristeza. Una palabra que puede definirme en este momento, el sentimiento que me domina desde que desperté y vi que ya era 2 de Marzo.

¿Por que me deprime la fecha?, pues, según mi boleto de avión es el día que dejo este país hacia uno totalmente desconocido.

Es gracioso, un viaje debería ser emocionante, darte alegría, ya saben, ciudad nueva, vida nueva, suerte nueva, personas distintas, pero es el punto, tengo 21 años viviendo en Venezuela, increiblemente, mi vida fue estupenda hasta que comenzó una etapa muy ruda en el país, llenando a todos sus habitantes de angustía. Básicamente, una ola de dictadura arrasó con nosotros obligandome a huir del país, dejando atrás a mi familia y mi vida, pero no todo es tan malo, ¿Cierto?.

Perdón, me estoy precipitando.

Soy Elisa Colman, y este es el inicio.

8:30 am.

Aeropuerto de Maiquetia- Venezuela.

No paro de llorar, me estoy despidiendo de toda mi familia, mis padres y mis hermanos. Sentimientos encontrados triunfan en mi cuerpo, mis lágrimas fluyen a medida que me voy alejando de cada uno de ellos.

Me encuentro en el aeropuerto, estan chequeando mi equipaje. Es deprimente, mi vida entera cabe en una maleta de 35 kg, 21 años de mi vida en una maleta.

Después del chequeo, mi mejor amigo Ryan, me está esperando en la zona de emigración, según, nuestro vuelo sale a las 9:15 am.

Ryan: Creí que habías cambiado de opinión.

-Hola Ryan.- Si, digo sin una gota de entusiasmo, acabo de hacer una de las cosas más dificiles de mi vida, despedirme de las personas que más amo.

Verán, uno de mis hermanos era super unido conmigo, no había nada que Kevin y yo no hicieramos, ¿Por que no se vino conmigo? Aun estudia, Dios, siento que puedo culpar a mi mamá por haber esperado tanto para tener a Kevin.

Por suerte tengo a Ryan, el amigo cliché desde los 6 años, nada más perfecto que viajar con tu mejor amigo.

Ryan: Subamos esos ánimos, ¡Seremos libres!.

Elisa: Creo que necesito desayunar.

Ryan: ¿No has comido? Como se te ocurre, ya falta menos de una hora para irnos.

Elisa: Por favor *Pucheros*.

Ryan: Si perdemos el vuelo te mato.

Si, Ryan está super emocionado con su proximo cambio de vida, se le nota, sus ojos color miel brillan con una luz de deseo por conocer ese nuevo país desde que compramos los boletos juntos.

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Solo me dió tiempo de tomarme un Mocca, ya que comenzaron abordar justo cuando me iba a comprar un pastelito.

La vida es dura.

Elisa: Aun no puedo creer que no me dejaras comprarme un pastelito.

Ryan: Aun no puedo creer que sigas con esos ánimos por los suelos.

Elisa: Lo creas o no, estoy feliz.

Ryan: Se nota.

Su sarcasmo era evidente.

*Vuelo 115 abordando puerta 3 destino Santiago de Chile*.

Aquí vamos...

No puedo creer lo nerviosa que estoy.

Ryan toma mi mano.- Llego la hora enana.