NUEVE

17 3 2
                                    

Jacobo Aarons

La pequeña rubia que me mira con cara de molestía me encanta. No me molesto en negarlo, no había conocido alguien como ella.

"No te echaría como perro" cuando la tuve así de cerca detalle sus ojos verdes, no quería dejar de verlos, mi mano dejó de apretar su mandibula, ella me relaja con su mirada, es mi nueva debilidad.

Elisa se suelta de mi agarre y se fue. No se por qué reaccioné así.

Han pasado unas horas y sigo en mi escritorio pensando en ese momento ¿debería disculparme o solo dejarla en paz?

-Jacobo.- La voz de chris me saca de mis pensamientos.

-Pasa.- Lo miro entrar y se sienta.

-- La nueva franquicia está lista, y temo decir que quedó increíble todo.

- Me alegra escuchar eso. Quiero ir a verla.

- Puedes ir hoy, aqui te dejo la llave del local.

Chris se levanta y se va, yo lo sigo porque quiero ir lo más rápido posible a ver el local.

Saliendo del Celler me doy cuenta que el turno terminó y todos los empleados van saliendo.

Mi instinto me lleva a buscar a alguien en especifico con la vista, Elisa.

La veo caminando hacia la parada de autobus.

Me apresuro a buscar mi auto, lo enciendo y paso por la parada. La cara de Elisa es de confusión.

- Sube.-- Digo y Elisa no me obedece.--Te llevare a casa
Ella mira a los lados, y finalmente sube.

- Gracias. -- Dice pero no hace contacto visual.

Vamos en el camino y es silencioso.

- Que tal la jornada? -- le pregunto

- Buena -- responde y mira por la ventana.

- Quiero que me acompañes a un lugar.

Ella rapidamente me ve. -- Creí que me llevarías a mi casa.

-- Si, pero primero pasaremos por un lugar.- Sonrio.

Elisa Colman

Totalmente impredecible.

¿A dónde vamos?

Determinada a saber a dónde me lleva mi jefe, le pregunto.

Jacobo como respuesta me dice "Ya estamos llegando".

Luego de 15 min de camino llegamos a un local con el cartel cubierto. Se ve grande.

Aarons estaciona el auto y se baja, lo imito y estamos caminando hacia el local. Al entrar ya puedo darme cuenta dónde estoy, la nueva franquicia del Celler.

Es super mas bonita que el celler original. Las paredes parecen como de pizarras verdes con escritos en tizas, pero al acercarme veo que en vez de tizas es escrito en pintura, es original la decoración, muy bonita y moderna. el olor a nuevo en el ambiente es notorio.

Aarons está parado en el medio del local con sus manos en el bolsillo, su mirada parece perdida, como si pensara.

-- ¿Que piensas?. - pregunto finalmente.

-- Pienso en que mi sueño se está haciendo realidad.

-- ¿Cual es tu sueño?. -- Esa pregunta hace que me mire y su sonrisa torcida vuelve a sus labios.

-- Siempre quise cocinar y que mis recetas fueran probadas por todo chile. Y aqui estoy, mi 3era franquicia en menos de dos años.

-- Sé todo lo que has hecho.- Su sonrisa se vuelve mas profunda.

-- Que sabes?-- me pregunta.

-- Que fuiste policia, luego piloto, luego bombero, luego un inventor de sandwich con tu mejor amigo.

-- Bien, pero no sabes algo importante.

Me dice, y yo lo miro confundida.

-- Mientras era policia, piloto, bombero, escribía mis recetas y las practicaba con mi mejor amigo los domingo. Y era tan bueno en la cocina que Chris me dijo "Por qué no abrimos un restaurante" y de ahí comenzamos a ser inventores de sanduich.

-- Pues no sabía eso, crei que solamente lo vistes como un negocio.

-- Elisa, un buen negocio tiene una gota de pasión.

Entendía su punto, y era tan gratificante verlo hablar al respecto que decido no responder si no asentir y sonreir.

Él me devuelve la sonrisa y camina revisando el local.

Al terminar de ver todo, es hora de irnos. En el auto enciende la radio.

A continuación una de las mejores escenas de Mr. Amargura.

Suena Gravity de Coldplay, y ahí está Jacobo Aarons olvidandose de mi existencia, cantando a todo pulmón.

Cantaba con tanta euforia que no dejo de verlo.

Imaginense, una Elisa Colman, concentrada viendo a Jacobo mientras él conduce y canta, y ella sonriendo.

Jacobo voltea a verme, deja de cantar, me sonríe. Veo que estira su brazo y lleva su mano a la mia y las entrelaza, aun sonriendo se concentra en la vía. Maldigo en mis adentros porque deja de mirarme, pero su mano junto a la mía hace que sienta mi estomago estallar y esto jamás lo había sentido.

Lo siento.- salen de sus labios y su sonrisa desaparece. -- por tomarte tan fuerte, no sé que me ocurrió.

-- Yo también lo siento, no debí responderte así.

-- No es tu culpa, solo entiende que no podía permitir que Brenda me faltara el respeto.

-- Lo entiendo. ¿te puedo preguntar algo?

Él asiente.

-- ¿Por que me ofreciste el puesto de cajera tiempo completo en vez de buscar reemplazo de Brenda?

-- Porque confío en ti y quiero que aprendas todo.

-- ¿Por qué?

No sabe que responder, suelta mi mano y a este punto estoy confundida.

-- Me importas Elisa, siento que debo cuidarte.

-- Jacobo, yo me sé cuidar.

-- Lo sé, solo no quiero que porque estés en otro país, sientas que estas sola.

-- ¿Por que?

-- Porque Jacobo Aarons nunca te va a dejar sola.

¿Volamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora