¿Volamos?

ONCE

¿Como describes volar en helicoptero?

Me encuentro de copiloto de Jacobo, mis nervios fueron momentaneos cuando comenzamos a volar. Ver todo santiago de chile me relajó. Me di cuenta que confiaba en Jacobo, en su pulso al hacer las cosas, siento que nadie podría hacerlas mejor.

En el cielo, literalmente en el cielo pienso en todo, en mi familia, en Ryan por convencerme de venirme a Chile, en lo hermoso que es el país, en todo. Pero más en Jacobo.

Estoy sentada viendolo, y lo feliz que es mientras me narra su primera experiencia volando que fue a sus 10 años de edad.

No puedo contenerlo, y se me escapa un "Gracias" inevitablemente él me sonríe.

- Te abrazara pero estoy volando. - Me rio con su respuesta pero sinceramente amaría que me abrazara.

Despues de unos 20 minutos más, comienza el indicio de que todo terminaría mal.

Aarons comienza a toser. Tose y tose y no paraba.

"¿QUE OCURRE?" Grito pero no para de toser.

- Co-colocate el paracaidas.- A este punto estoy tan pálida que parecía que había visto un fantasma. Mi pánico es notable y Jacobo no respira bien.

Marca tantos botones que no sé que hace.

Creo que era una señal porque inmediatamente intenta volver a la pista de aterrizaje y veo todo despejado.

Jacobo como pudo aterrizó y había una ambulancia.

A todo esto, él no respiró bien en ningún momento.

-Señorita no puede acompañarnos.- dice un paramedico cuando intento subir a la ambulancia con Jacobo.

Corro a los casilleros donde dejamos nuestras cosas y abro el de él buscando las llaves del auto.

Al dirigirme al estacionamiento veo que ya se fueron. ¿QUE CLÍNICA ESTÁ MÁS CERCA? ¿HOSPITAL? Grito pero nadie me responde.

Sharon, así la recuerdo, una chica con los ojos achinados se me acerca. -Clínica Santa Julia.

La Elisa Colman sin licencia, rezando mientras comienza a conducir para que no la detengan, así no la multen y para que mi Jacobo Aarons esté bien, está en camino a la clínica.

Mis pensamientos se nublan, solo lo tengo a él en mi mente, cada momento de conquista, cada vez que intentó acercarse a mi y lo alejé y cuando por fín, estamos juntos, pasa esto.

Mi vista se ve borrosa por todas las lágrimas en ella.

- Dios, no Jacobo por favor, él no. Te lo suplico.- mis oraciones son tan pero tan sinceras y con fé, que sentí una voz, mi voz, diciendo "Calmate, todo estará bien".