{ capitulo 27 }

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Se dio la vuelta y salió rápidamente de la casa antes de perder definitivamente los papeles. Había descubierto algo inquietante: Stephanie sabía demasiado sobre su matrimonio y sobre Christian, cuya existencia ella había creído ingenuamente que seguía siendo un secreto salvo para unos pocos.

Que Stephanie dispusiera de aquella información privilegiada significaba que contaba con la total confianza de Justin, quien había vuelto con ella en cuanto se llevó una desilusión con su matrimonio. Seguramente ya volvía a estar acostándose con ella...

Los celos y la desesperación ahogaban a ____. Justin ya había hablado de Chris con Stephanie, tan solo un día después de haber descubierto su paternidad. Las perspectivas no podían ser peores.

Mientras caminaba con la cabeza gacha para ocultar las lágrimas, un hombre se acercó a ella y le hizo un gesto al conductor de un coche aparcado a escasa distancia.

-¿Kyria Bieber?

____ se sorprendió al reconocer a Helios, el jefe de seguridad de Justin.

-¿Helios?

-Su marido me ha pedido que la recoja y la lleve al aeropuerto —le dijo él con cierta cautela. Sin duda estaba al corriente de la obstinación que había demostrado ____ aquella mañana para salir a la calle sin guardaespaldas.

____ seguía aturdida por el enfrentamiento con Stephanie y se subió a la limusina sin protestar. Mientras el vehículo sorteaba el tráfico parisino, se preguntaba cómo habían podido seguirle el rastro hasta París. Tenía el móvil en el asiento, junto a ella, y esperaba la llamada de Justin con el corazón en un puño. Afortunadamente el móvil permaneció en silencio, pero sus nervios seguían a flor de piel. ¿Justin y Stephanie ya habían discutido el futuro de Chris? Todo parecía indicar que sí, y ____ no sabía cómo enfrentarse a la terrible amenaza. Recordaba todas las veces que había permanecido al margen mientras

Justin empleaba todos sus recursos e inteligencia para salirse con la suya. Era un Bieber, implacable y despiadado, que no se detenía ante nada ni nadie.

Helios la llevó a una sala privada del aeropuerto y le llevó un montón de revistas y de aperitivos, como si percibiera la inquietud que carcomía las entrañas de _____. Era absurdo tener miedo de su marido, pero ella nunca antes lo había llevado hasta ese límite. La había seguido hasta un país extranjero como si fuera una niña caprichosa y atolondrada que se hubiera escapado de casa.

Pero, en el fondo, _____ estaba más horrorizada por lo que había hecho ella. Al enfrentarse con Stephanie se había descubierto a sí misma y había echado a perder su sensato plan, pero no había podido evitarlo. La necesidad por confirmar sus sospechas había sido demasiado fuerte.

Se refrescó en los aseos y se miró al espejo, pero sólo podía ver el deslumbrante rostro de Stephanie. No había amor. Nunca lo había habido, y nunca lo habría.

Helios le comunicó que era la hora de embarcar.

-¿Dónde está Justin? —preguntó ella sin poder contenerse, después de haber pasado más de una hora en silencio, encogiéndose cada vez que oía pasos al otro lado de la puerta.

—Ya está a bordo —le respondió Helios.

_____ subió al jet privado y buscó a Justin con la mirada sin prestar atención a los saludos de la tripulación. Lo encontró sentado frente a su ordenador portátil. Nada más verla, se levantó y le clavó la intensa mirada de sus ojos dorados. Y ______ estuvo a punto de salir huyendo ante la furia que despedía su terrible presencia. Respiró hondo y avanzó entre los asientos de cuero hacia él, sintiéndose como si estuviera dando los últimos pasos por la pasarela de un barco pirata sobre un mar infestado de tiburones.

Matrimonio tormentoso -Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora