Enamorado De Una Mentira (Laughing Jack x Jeff The Killer)

Capitulo 18: Regreso a casa

P.D.V Jeff

Tome la decisión; tomamos la desición. Por votación. Nadie se negó.

Cada quién se irá por su lado. Slenderman, Hoodie, Masky y Tobby por un lado. BEN por otro. Sally por otro. Repito, todos partiremos.

Varios se preguntas muchas cosas. La realidad, todos tienen un lugar dónde resguardarse. Los oficiales estuvieron rodeando nuestros hogares, así que prácticamente no podíamos volver. Esa fue la primera vez que fui a un manicomio. Gracias a BEN pude salir de ese lugar, convenció a Slender en ayudarme con las bardas. Cada uno de nuestros hogares fueron vigilados por más de un año, para ser exactos, 3 años. Sobre la mansión que Slender, lo construyó junto a sus proxies, fue un refugio. La primera vez que todos nos vimos, queríamos matarnos. Quería matar a todos, volver a pelear con Slenderman y esta vez tener mi victoria.

Al final, todos empezamos a llevarnos bien extrañamente. Y Slenderman fue como un tutor y mentor. Como odio a ese tipo. Luego llegó L.J, pidiendo refugio igual. Al final, todos eramos compañeros de piso. No una familia.

Todos nos encontrabamos afuera. Con las mochilas llenas de nuestras pertenencias. Mirando el lugar dónde por poco todos morimos y dónde todos nos conocimos. Masky, Hoodie y Toby tenían listos unas herramientas en mano, listos para destruir el lugar.

-¡Oh sí! ¡He estado esperando este momento!- Exclamó Toby jugando con sus martillos.

Me sorprende que los maricas, Masky y Hoodie, vuelvan a tener un arma en la mano. Me acerqué a Masky y coloqué una mano en su hombro.

- Milagrosamente, te vuelvo a ver con un arma y no haciendo pastel.- Bromee.

- Dice el quién simplemente ha estado en su cuarto siendo emo.- Respondió.- No negarás que está bueno.- Cierto, su pastel de queso es muy bueno. Estoy seguro que está sonriendo, me quedé cayado.

Solamente le dí unas palmadas en su hombro y regresé a pararme junto a BEN. Me miró con una sonrisa burlona, lo maldecí levemente.

Slenderman sacó sus tentáculos, dando el primer paso en destruir el lugar, los otros tres siguieron la señal, empezando a trozar todo. Era extraño, ver un lugar que en poco tiempo, me creo recuerdos. Recuerdos que lograron tapar los anteriores. Fueron recuerdos alegres, no igual de alegres a los de mi poca infancia pero, fueron mejores que mis memorias de 13 años. Todos teníamos una expresión neutral, sólo están derrumbando un edificio que fue nuestro refugio. Solo un edificio. Con recuerdos que caen lentamente con cada golpe.

Nadie dijo una palabra, más que Sally diciendo que nos extrañará. Desapareció con su peluche en brazos y mochila. Los demás, nos dimos la vuelta y nos dispusimos a regresar a nuestros viejos hogares, libre de policías. En nuestras formas humanas, desaparecimos. Caminando como personas comunes y corrientes por las calles de la ciudad.

Llegué a mi vieja residencia, parecía como sí todo estuviera normal, habían niños corriendo por las calles, como sí este lugar aun tuviera su chispa de felicidad. Como sí en este barrio, no hubiera pasado nada. Unos niños pasaron por los lados de mi, pidiendo perdón por haberse metido en mi camino. Claro que tuvieron que disculparse, no saben quién soy y con quién se meterían. Giré para atrás, viendo a los pequeños correr felizmente por la banqueta. Sí supieran quién está de regreso. 

Paré en frente del lugar viejo y llena de cintas amarillas, mi capucha cayó al mirar hacia la puerta. Por suerte ningún desgraciado ha hecho rayoneros, solamente tendré que ocuparme con las cintas. Ví una hoja pegada en la puerta, me acerque a la puerta. Quité la hoja. En la esquina tenía el logo del departamente de policías. 

"Se les informa a los residentes que esta casa está bajo investigación privada. Se les recomienda mantenerse lejos del alcance de este lugar, de lo contrario se meterían en un problema. Es una advertencia."