Capítulo 8: La Razón

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Midnight escuchó la voz del erizo negro inundar su pequeña oficina, mientras ella lo veía con sorpresa. No esperaba su visita a esas horas de la noche. Con una paleta de dulce en su boca lo vio con asombro, sonriéndole divertida; con un ademán de mano le ofreció asiento frente de ella, a lo cual él no se inmutó, permaneciendo de pie.

–Por favor, son negocios, siéntate– habló ella –Yo insistió– dijo con un dejo de amenaza en su voz. Shadow la vio resignado asintiendo con la cabeza para dirigirse al escritorio en medio de aquella oficina y así, tomar lugar frente a la espíritu que lo observaba con diversión –Bien, ahora dime, ¿qué tipo de trato deseas hacer?

–Haz que Amy recupere sus recuerdos– escupió crudamente.

La espíritu abrió sus ojos con sorpresa por un momento, para luego relajar las facciones de su rostro, y así, aún con aquel dulce de cereza en su boca respondió: –No– se negó sin titubeos. Midnight sacó aquel chupete de su boca para observar con deleite el caramelo rojizo frente a ella. –Sería muy fácil si hiciera eso– explicó divertida.

–¡Por favor!– rogó el erizo negro somatando ambas manos en el escritorio de madera –¡Haré lo que tú me pidas!

Sus palabras parecieron llamar su atención, pues Midnight lo vio con intriga ante su suplica humillante, esbozando una amplia sonrisa –Tu alma ya está en juego– le recordó –¿Qué más podrías darme que yo quisiera?

Las palabras de ella regresaron a su mente en contra de su voluntad: 


" ...si deseas hacer un trato conmigo, ven y estoy segura que podré encontrarte algo que hacer que me complazca" recordó la propuesta sugerente. 


–Ammm...– farfulló para ruborizarse al pensar que tal vez ella no se refería a eso al momento de ofrecerle la oportunidad de un trato –Yo puedo...– murmuró ahogándose en su vergüenza.

–Sí– insistió Midnight para desaparecer con un chasquido el escritorio en medio de ambos –¿O tu oferta no es algo espiritual si no más bien...– calló para acercarse a él y romper el espacio entre ambos – ...carnal?– completó con una mirada encendida.

Shadow le desvió la mirada sin poder sostenérsela. Posiblemente ofrecerle su alma o mil años de servicio en el inframundo hubiera sido más fácil de decir que lo que ahora rondaba en su mente.

–Te contaré una pequeña historia– habló el espíritu para sentarse en el aire con sus piernas cruzadas frente a él, quien aún no podía sostenerle la mirada –Hace mucho tiempo yo camine en tu mundo, gracias a ti, pues tú me liberaste– explicó captando toda la atención del erizo negro –, pero eso no duró mucho, debido a la intervención de mi hermana y la tuya– explicó Midnight con una expresión de desagrado. –Tú caminaste en el inframundo donde calmaste mi soledad e incluso salvaste mi vida...– recordó con ensoñación –Donde prometiste regresar algún día– inmortalizó con cierta nostalgia.

Shadow la observó con intriga, no podía imaginar que otro alter ego de él mismo, en otro mundo, hubiera hecho algo como eso; aunque eso explicaba el extraño, y no correspondido, afecto que Midnight tenía hacia él. Aunque él no pudiese recordar nada de lo que ella decía, eso le daba una explicación a esa extraña unión que poseía con este espíritu en particular.

–¿Ahora entiendes?– habló Midnight para acercarse a él nuevamente y acariciar su rostro con una mano, provocando que él se tensara con su tacto –Tú estarás conectado a mí para siempre... en cualquier mundo, en cualquier dimensión y en cualquier época– le sonrió con dulzura.

Amy's NightmareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora