Ayer 7

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2 de Agosto de 2017

Despierto con la luz del sol, me levanto rápido al darme cuenta que estoy en mi casa ¿Acaso fue un sueño? Bajo de mi cama confundida, pero cuando miro mi mano me sobresalto, tengo una venda dónde estaban mis dedos meñique y anular. Niego con la cabeza nerviosa y en uno de esos movimientos, visualizo sobre el estante el revolver que tenía Axel. Camino hasta este y lo miro, hay una letra grabada en este, la "R" ¿Qué significa?

Aneliz oigo la voz de mi madre y me giro a verla ―. Ya está la comida ―me sonríe ―ven ―corro hasta ella, abrazándola y se sorprende ―¿Qué te pasa cariño? ―me levanta el rostro al notar mis lágrimas ―¿Por qué lloras? Me preocuparas...

―Nunca he estado tan feliz de verte... ―me refriego los ojos.

―Bueno, sé que no nos llevamos bien, pero tampoco exageremos ―se ríe ―sabes que puedes contarme lo que quieras ―continua humilde y amable con esa sonrisa amigable tan particular en ella.

No digo que sea mala madre, solo que realmente no somos muy unidas. Eso es todo y nada más. Nunca he sido una hija ejemplar y no soy muy sociable, por lo que ella respeta mis espacios. No hay más que decir.

Observo mi mano con las vendas.

―¿Qué día es hoy?

―Miércoles 2 de agosto ―me responde calmada.

―Creí que era jueves...

Ella ríe.

―Esta es la conversación más larga que hemos tenido, cuanto me alegra que te expreses más conmigo.

Ignoro su gesto y la miro extrañada.

―Mamá... ¿No te has preguntado dónde estuve todo este tiempo o que me ocurrió en la mano por ejemplo? ―señalo el estante ―¿O por qué tengo un revolver entre mis cosas? Eso es muy extraño...

Continua alegre, aunque no me sorprende, siempre lo está, ella es todo lo contrario a mí, por eso dice que me parezco a mi difunto padre.

―Cariño, has estado aquí todo este tiempo, te caíste del acantilado y los rescatistas te trajeron y el arma, pues... es inofensiva, no tiene balas.

Oigo un tiro como si sonara en mi cabeza.

~~~

Abro mis ojos de repente, visualizo que tengo la chaqueta de Axel, estoy nuevamente en este lugar, solo fue un sueño, pero lo sentí como si hubiera sido ayer. Ese maldito destiempo me está confundiendo.

Visualizo al morocho correr hacia mí, mi espada está apoyada sobre la parte baja del árbol, mientras me mantengo sentada y él se agacha a mi altura, para luego regalarme esa hermosa sonrisa, como la última vez que nos vimos.

―Qué bueno, despertaste ―. Tiene mi cuchillo en su mano y me lo devuelve, despacio lo agarro.

―¿Qué ocurrió...? ―pregunto aturdida.

―Le dispare a Hansel, antes de que hiciera algo y este huyo.

« No tenía balas » se repite en mi mente.

Ignoro la extraña confusión que se genera en mi mente y mucho más cuando reacciono al él levantarme entre sus brazos.

―Vámonos antes de que empeore tu herida ―agrega, lo que provoca que mire mi mano llena de sangre.

Ya no hay vendas, ya no está mamá para cuidarme.

Cubro mi mano con la manga larga de la chaqueta de Axel, la cual me queda grande, así no veo más una de las cosas que me genera horror al estar aquí. La pequeña Thais... mis lágrimas se escapan y...

―¿Y Marian dónde está? ―pregunto mientras él avanza en el camino.

―Tranquila, la encontré. Está en la cabaña...

―¿Por qué decidiste venir? ―subo la vista a mirar sus ojos verdes.

―Me preocupe y cambie de opinión.

Mis mejillas arden y bajo la cabeza para dejar de observarlo. Intento pensar en otra cosa, así qué le cambio el tema.

―¿Me prestas tu arma un segundo?

Sonríe.

―Está en el bolsillo de mi chaqueta.

Me sobresalto.

―Ah...

La busco y la reviso. No tiene balas, aunque eso no es lo que me impresiona. No hay una "R" en el mango de esta, hay una "A".

¿Por qué de repente han empezado a aparecer letras?

16 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora