Capitulo quince

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-MATE-.

Mis manos aferran la cintura de Rae y la acercan más a mi cuerpo, y por un segundo no opuso resistencia alguna, después fue como si su mente procesara lo acababa de suceder.

Con una fuerza mayor a la mía se libró de mi agarre y eso hizo que mi lobo gruñera al igual que yo.

-Eres mía-.

-No soy tuya ni de nadie-.

Gruño de nuevo, mi lobo está a punto de tomar el control de mi cuerpo y estoy bastante seguro qué se me nota en los ojos.

-MÍA-.

Grito al borde del colapso.

Pero ella ruge, ruge desatada, ruge con fuerza, ruge con determinación, ruge ordenándome mantener el control.

Mi lobo sumiso agacha la cabeza, mate o no mate, Rae sigue siendo superior a mí.

Pisadas suenan acercándose, ni un minuto pasa antes de que Logan llegue a la tienda y vea preocupado a todos lados.

Su mirada busca a Rae pero cuando me ve frunce el ceño, voltea y Rae asiente en su dirección, el cuerpo de Logan inmediatamente se relaja y me ve con lo que me atrevería decir burla.

-Así que ya lo sabes-.

Mi cara es poema de confusión.

-Bueno, me parece que la plática que deben tener no va a ser acá, Alpha vaya que yo me puedo ocupar de todo mientras tanto-.

-Gracias Logan-.

Rae le sonríe y yo vuelvo a gruñir, no debo parecer más que un perro, pero no me importa.

¿Por qué le sonríe?

Yo quiero que me sonría.

-Jason, ven, tenemos mucho que discutir-.

Sus ojos me ven diferente, con suplica, y su rostro refleja la tristeza que siente.

¿Tristeza de qué?

¿No me irá a rechazar verdad?

Mi lobo aúlla de dolor solo de pensar en esa posibilidad.

Asiento y permito que me saque de la tienda, se dirige al bosque, ambos caminamos al lado del otro, ella tiene los brazos en la espalda y va con la mirada en sus pies perdida en sus pensamientos.

Y yo solo la observo a ella.

Es tan hermosa.

¿Acaso es posible que sea más bella que cuando la vi por primera vez?

Estamos profundizando mucho en el bosque y estoy completamente seguro qué ya no estamos en mi manada.

De repente ella gira de golpe y se acerca a las ruinas de lo que en algún momento fue una mansión de una familia muy rica.

Conozco este lugar, mi gente solía contar historias sobre fantasmas en este lugar, cuentos para evitar que los cachorros traspasaran los límites de la manada.

¿Qué hacemos aquí?

Ella se queda ahí parada en la entrada, alza la cabeza y me ve, las lágrimas corren por su rostro e inmediatamente me acerco para limpiarlas, pero ella hace un gesto negativo con la cabeza que me hace quedarme en mi lugar.

-Prométeme no hacer ninguna pregunta hasta que termine lo que tengo que contarte-.

-Pero...-.

-Jason-.

-Lo prometo-.

Ella suspira y aprieta los labios, gira su cuerpo y se adentra en las ruinas, recorre las paredes con los dedos, sus gestos indican añoranza.

Un Alpha de Oro Para Una Alpha de PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora