Epílogo

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Rae Pov

Quiero oírlos contar!-.

La voz de Logan gritándoles a los cachorros en entrenamiento hace que sonría, una sonrisa un poco sádica si soy honesta, pero hey, no se me puede culpar de nada, al final, sigo siendo la misma persona que siempre fui.

Tal vez ahora tenía a un mate que me volvía loca, con sus celos y miradas, sus palabras que me endulzaban los oídos o sus besos que me paralizaban. Pero eso no cambiaba quien era yo en esencia, una Alpha, una guerrera, una sobreviviente.

Hacía ya un año de aquel día en el que había entrado en los terrenos de Golden Moon por pedido de nuestra deidad y los había sometido a una serie de pruebas para mostrarlos dignos de ser una manada. Un año desde que había encontrado a mi segundo mate. Mi amor. Mi vida entera. El padre mis hijos.

Como si lo hubieran invocado mis pensamientos, Jason aparece al borde del anillo de entrenamiento con los mellizos en brazos. Sin pensarlo di la orden mental a mi restablecido Beta de que continuará el entrenamiento sin mi, y mis pies me llevaron a lado de mi familia.

-Hola amor-.

Me saludo mi mate con un leve beso en mis labios.

-Hola cariño, ¿Qué te trae por aquí?-.

Le pregunto intrigada, no era común que interrumpiera en mis sesiones de "tortura" como él y Noel solían llamarlas.

-Los niños estaban muy inquietos y no podía calmarlos, así que entre los tres decidimos darte una sopresa, ¿Te gusto?-.

Le ofrecí una sonrisa cargada de afecto mientras tomaba a uno de los pequeños entre mis brazos.

-Me encanto-.

Jason me devolvió la sonrisa y me volvió a besar, con más insistencia esta vez, nos separamos hasta que los bebés que teníamos entre brazos se quejaron, evidentemente irritados de estar en medio de las demostraciones de afecto de sus padres.

-¡Cien flexiones más!, ¡Y agradézcanle al cachorro que cree que mirar embobado a sus Alphas en lugar de terminar los ejercicios es buena idea!-.

Los dos giramos la cabeza con el regaño de Logan y vimos divertidos como uno de los muchachos se ruborizaba completamente ante las miradas fulminantes de sus compañeros, muchos otros se quejaron en voz baja pero sin atreverse a hacer nada por miedo a incrementar el número de flexiones.

-¿No creen que son muy duros con ellos?-.

Dijo con voz divertida pero a la vez preocupada Jason, yo me aleje un poco mientras mecía al bebé en mis brazos y le ví con una ceja arqueada.

-¿Quieres unirteles en el próximo entrenamiento y probar suerte?, los guerreros de Silver Moon siempre han sido excepcionales, que esta generación sea la primera en la cual también participan ustedes no significa que debamos bajar el rendimiento-.

-No no no, muchas gracias, así estoy bien perfectamente, se que tú y Logan son muy capaces de llevar esta parte de la manada confió plenamente en sus capacidades-.

Respondió rápidamente sacandome una carcajada. Cuando nos habíamos anunciado como mates poco después de la batalla contra Maurice dimos la noticia de que uniríamos las dos manadas, y dejamos elegir a las personas si querían quedarse a nuestro lado en esta nueva etapa o se podían ir. Orgullosa de amabas manadas puedo decir que no perdimos a ningún miembro. Ambas se alegraron profundamente y se adaptaron con un poco de dificultad.

Al principio costo muchísimo encontrar una rutina, los miembros de Silver Moon me buscaban a mi para pedir indicaciones y los de Golden Moon buscaban a Jason. Siendo dos Alphas de actitudes muy fuertes, decidimos que los más sano fuera que nos dividiéramos las tareas. Pues yo no iba a delegar mis responsabilidades y convertirme en una dulce Luna. No señor, yo era una de las Alphas más fuertes del mundo y no perdía oportunidad de recordárselo a todos, en especial al macho que tenía como pareja.

Un Alpha de Oro Para Una Alpha de PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora