02.

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—¿Qué ha sido eso? —inquirió Sammy expectante a cualquier pequeño relato como mínimo, estar fuera en el extranjero definitivamente había jugado en contra.

—Sam... —Leo se encogió en su asiento.— Dejalo q-quieres —su voz detonaba nerviosismo, no le gustaban las discusiones menos si eran entre amigos.

Reunirse en una tarde cualquiera con amigos siempre fue su fascinación, distraerse de las responsabilidades era sin duda el don del menor de todos, así que al recibir la llamada de Samuel para quedar en la misma cafetería, no dudó en aceptar.

Se había vuelto cliente frecuente desde que descubrió por azares del destino aquel lugar, apartado del ruido, casi en las afueras de la cuidad con su estilo retro inspirado en la gran época dorada se encontraba Blue Coffe su decoración era tan alucinante pues habían discos que se exhibían en las paredes incluso las mesas y sillas eran lo más similares a esos tiempos.

—¿James? —dijo Samuel con voz firme captando la atención del aludido.— Me he perdido de algo. —el pelinegro deseo saber el motivo del evidente enojo de su amigo.

El castaño no respondió simplemente había enmudecido pues se rehusaba hablar.

—Acaso...

—No eres un niño. —James le miró con reproche.— Tú, no deberías estar de su lado. —señaló al pequeño Leonardo que agachó la cabeza.

—No estoy a favor de nadie —dijo Samuel peleando una batalla que no le concernía.— ¿Qué sucede? No vas por...

—¡Su hermana! —expresó con fastidio el cataño cansado de las insistencias de ese par de mocosos. Según él.

—¿Qué hay con ella...?

—Tú —James le había sentenciado como si fuese culpable de un crimen.— ¡Ni siquiera has estado en el país! Cállate —recriminó algo que todos sabían había sido inevitable para el ojisverde.

—¡Basta! —gritó Leonardo desesperado.— Esto ni siquiera tiene sentido —cubrió sus oídos mientras buscaba la salida de aquel lugar.

—Jeremy... —James le contaría, diría todo, desahogaría su alma aquella noche aunque no todo debía girar sobre sí mismo, el mundo gira más allá de él.

—¡Leo! —Sam salió tras el pequeño, quizás aquel asunto podía esperar.— No te vayas... ¡Debemos! —le siguió hasta el estacionamiento.— ¡Leonardo! —gritó tan fuerte llamando la atención de algunos curiosos.

El chico no se detuvo simplemente ingresó a su coche pisando el acelerador.

—¿James? ¿Qué has hecho? —Robert el gemelo del mencionado sostuvo el puente de su nariz largando un suspiro.

Sabía que todo aquel mal entendido llevaba nombre y pellido, James Owen, su hermano menor, aunque estuviese apenas llegando él no quería saber los acontecimiento restantes.

—Nada —se excusó rápidamente su gemelo.

—Te parece eso ¿nada? —Robert le miraba estupefacto no daba créditos, su gemelo le estaba mintiendo deliberadamente.

—¿Ah, si? —dijo James sin expresión en su rostro, a qué estaba jugando este tipo.

—Me largo —Sammy que había quedado en el olvido de los gemelos, retrocediendo dos pasos, iría en busca de su coche.

Esa noche no había resultado bien eran las 22:39 según el reloj de mano aún podía ir hasta la mansión Anderson alegaría lo que fue que salvara su reputación, para finalmente arreglar aquel mal entendido.

Mí Mundo Al Revés. (ENGLISH AND SPANISH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora