06.

24 4 0
                                    

En la siguiente jornada de trabajo llegó más temprano de lo usual no había personal así que se escabulló por los desolados pasillos hasta la oficina, será un día normal. Pensó apenas sentarse en el borde de su escritorio viendo fijamente el alba teñir el cielo.

—Esta bien, únicamente... —alcanzó a oír el estruendo pero resto importancia— Joven.

—Santiago. Hoy no habrán juegos —su voz se oía rota.— Límitese a realizar sus labores —le ordenó.

—Yo... Ni siquiera trabajo aquí —confesó el rubio recargándose en el escritorio junto a él.— Pero eso ya lo sabes ¿No?

El castaño sonrió.— Desde el primer día.

Santiago era especializado en psicología pero él no estaba para ejercer su profesión sino para ayudar al hijo de uno de los mejores amigos de su padre.

Santigo asintió vagamente.— Por eso me despedías.

—Me gustaba molestarte —cerró los ojos, quería olvidarse del ruido— Odio que sea ese día.

—Quieres...?

Quizás, en aquel círculo vicioso se crearon varios lazos que no fueron capaces de notar, cogiéndole un poco cariño, ese rubio demasiado amable pero tan rebelde que le devolvía un poco de vida.

—No. —admitió cabizbajo, estaba luchando por guardarse los miedos para sí mismo.

Unos segundos el silencio gobernó en la habitación.

—Estaba tan cabreado conmigo que acabó estampando su puño en mi rostro —Jeremy tocó su mejilla hinchada por el impacto recién.— Es un imbécil. —escupió con recelo.

—Sigue mintiendo. —dijo el rubio torciendo los labios.— Acaso vas golpeando gente sólo porque sí.

—Camil —murmuró, soltando el aire de sus pulmones.— Antes de casarse conmigo fue novia de James. —Apretó sus manos en puño— Han mencionado unos recuerdos del pasado. Ricardo es-

—Tenías a la novia de tu mejor amigo. —Santiago se sintió avergonzado por hablar de aquel tema pues aún era demasiado sensible.

—Yo. No tengo idea que hice pero terminamos juntos nos queríamos a nuestro modo —agachó la cabeza— Lo hacíamos. Ellos terminaron pero es normal que él tenga rencillas por su amigo.

—¿Dime? Tiene derecho a pelear en algo que lógicamente no le concierne.

—James. Siempre sera uno de sus amigos más cercanos.

Santiago chasqueo la lengua— Pero no tiene que abogar por él ¿O sí?

—Tú, eres un idiota. —le golpeó la frente con el índice mientras reía sonoramente, ambos eran realmente similares.

🍂

No estaba en sus mejores condiciones pero eso no quería decir que no podía sonreír un poco, esforzándose a gozar de la compañía de aquella chica.

Le había llevado a su restaurante favorito.

—¿Te gusta? —le dijo mirándole detenidamente, ella es hermosamente perfecta.

Sus ojos de color almendrados tan fascinantes aún no entendía porque no apartaba la mirada de su rostro, si fuese bizca a él no le molestaría al contrario le traía extasiado, pues podía suponer que él era demasiado importante para alguien. ¿Así de grande era su ego?

—Es agradable. —Kelly se limitó a responder.

—Crees que es demasiado quiero decir... Yo... Esto...

Mí Mundo Al Revés. (ENGLISH AND SPANISH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora