03.

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Salir temprano del trabajo siempre es una mala opción cárabo, eso debía, eso debía ser aquel mocoso insolente que tenía por empleado.

Acaso podía cancelar todas sus reuniones simplemente porque jefe necesita descansar que sucedía con ese chico, se ve tan exhausto, el tinte había dañado sus neuronas, miré las ojeras que carga, se suponía que le pagaban para hacer su trabajo, un día no hará mal, no tomar decisiones sobre él.

—Siempre tienes la mejor suerte ¿no?

Hablar en voz alta mientras hacía su recorrido del pasillo al ascensor no era de sorprender incluso los empleados, todos, se habían acostumbrado a esa extraña manía que lleva impregnada en su piel.

—Mírame —elevó la mirada en dirección al cielo pero lo único que podía ver era el cielo raso que cubría las instalaciones.— Todo un desastre ¿eh?

—Jeremy —Rodrigo se detuvo frente a él impidiendo su entrada al ascensor.— Te marchas tan rápido.

—¿Ah? —el castaño le miró sin comprender— Mi estúpido asistente a dicho Se merece descansar —imitó la voz del chico en un atino de respuesta ante la mirada inquisitiva de su primo.

—Vaya, le agradas —Rodrigo sonrió ladino palmeando el hombro derecho del castaño.

—Nah, ahora se cree mucho —suspiró.— ¡Es una peste! Verás que pronto si lo despido.

—Lo haces cada día —le recordó, pensando en el rubio que siempre iba cargando una caja con la nariz roja mientras sorbía sus mocos.

—Me gusta hastiarle hasta que pierde la paciencia —Jeremy sonrió hace mucho no mostraba una sonrisa.— Fastidiar sus alegrías es tan divertido.

—Por eso no justifica...

—Verle con la cara tan roja de furia —rió ligeramente.— Eso es arte.

Rodrigo guardó silencio mostrando una diminuta sonrisa al menos había alguien que lograba distraer a su primo, aún si tenia que aguantar su malos tratos, lo agradecía aunque éste ni siquiera lo notara.

🍂

—¡Jeremy!

El mayor de los trillizos Anderson había despertado antes de su hora usual sentía una inquietud rodando en su cabeza que incluso el insomnio había sido su compañero hasta hace dos horas.

Rodrigo estaba una zona suburbial frente a la puerta de su primo alrededor de las 05:14 de la mañana aun ni siquiera el sol se dignaba a resaltar tiñendo el cielo con el alba.

—Jeremy —el rubio allanó la casa en busca del castaño.

Recorriendo puerta tras puerta en aquella casa de dos plantas que parecía un maldito laberinto interminable.— ¿¡Qué... —Rodrigo barrió rápidamente la distancia entre ambos acercándose.

Las palabras murieron dentro de su garganta siendo cauteloso quedó situado al borde de la cama apreciando de cerca el hilito de baba que escurría de la boca del castaño hasta perderse entre la almohada. Esa en la que descansaba el rostro, sus cabellos apuntando en todas las direcciones, estaba en ropa interior mientras abrazaba una bolsa de fritura.

Mí Mundo Al Revés. (ENGLISH AND SPANISH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora