Revelaciones

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-Si?
-Se han escuchado rumores de que el Clan Yiga planea atacar Hatelia, con el fin de matarte, Link.
-Vaya... Es que no me pueden dejar tranquilo?!

-Calma, Link. Veremos que hacer.-dijo Zelda para relajarlo.

-Tienes razón. Prunia, cuántos dicen que atacarán?

-Según he escuchado, alrededor de 10 rufianes.

-Denme un respiro...

-Cómo podemos ayudar?-preguntó Zelda.

-Necesito que le informes a todos en la Aldea. Yo me prepararé para luchar.

-Link, solo son rumores. No significa que vayan a atacar realmente.-recordó Prunia.

-Recuerda de quien hablamos, Prunia.-dijo Link-Esos tipos están locos.

-No lo niego, pero tenlo en cuenta.

Prunia se retiró rápidamente del lugar, dejando a Link solo.

Link empezó a revisar su armamento, que se había reducido notablemente desde la caída de Ganon.

-No me creo que esos pesados sigan vivos...-dijo Zelda al entrar.

-Y seguirán estándolo si no los frenamos.

Y pasó un día. Y luego otro. Y otro. Una semana. Dos semanas. Y nada.

La gente de Hatelia empezó a considerar a Zelda como mentirosa, y alegando que no era la princesa en verdad.

-Por qué no me creen?!-reclamó ella mientras cenaban-Soy la verdadera Zelda de Hyrule VII!

-Déjalos, no necesitas que te crean.-recomendó Link con tranquilidad-Será mejor que sólo vivas con ello. Hacer algo sin pensar puede traer más consecuencias.

-Odio admitirlo, pero tienes razón.-dijo Zelda.

-Solo relájate y come, si? Mañana iremos a la Aldea Kakariko, entonces debes descansar bien.

Después de comer, los jóvenes de fueron a dormir.

Al día siguiente...

-Lista? Será un largo viaje, pero voy preparado para todo.

-Si! Llevaremos a Epona y a Faith?

-Esta vez no.

-Por qué? Iremos a pie?!

-Desde luego que no, solo quiero probarvlo que el Monje Makkosh me regaló; la Moto Hyliana Alfa.

-Genial! Veremos si sirve o no.

-Ya la he probado, es segura.

-Estás completamente seguro?

-Completamente.

-Enotnces, vamos allá!

El motor encendió y los héroes se montaron en ella, pudiendo ir a más velocidad.

-Todo bien,Zelda? Abrázate a mi si quieres.

A Zelda le sorprendió las palabras de Link, pues si para él joven eran simples, para ella eran, especiales.

-Si!

La Moto Hyliana Alfa encendió su motor y empezó a avanzar, lo que asustó a Zelda un poco, pero ese temor se disiparía al avanzar más.

-Es bastante fácil avanzar con esto, ¿verdad?-preguntó Link a medio camino.

-Si! Es muy rápida, aunque poco espaciosa.-respondió Zelda sinceramente.

-Si, pero prefiero esto para largos viajes.

-Eso si. Y, ¿ cómo la conseguiste?

-Pues, una serie de pruebas se me presentaron al conquistar a las 4 bestias divinas, y al superarlas el Monje Makkosh me la regaló. Es como mi bestia divina.-explicó.

-Debió de ser difícil, no?-preguntó con algo de tristeza.

-Algo, pero fue bueno el imponerme desafíos difíciles, para mejorar en todo.-respondió-¿Y a qué viene esa tristeza en tu voz? ¿Dije algo mal?

-No, para nada. Solo me sorprende ver todo lo que hiciste y arriesgaste por Hyrule. Y yo no pude hacer nada por cien años...-dijo con desánimo.

-Princesa, yo estuve 100 años inconsciente, y si no hubiera sido por ti, Hyrule habría sido destruido. Yo solo hice el trabajo sucio.

-Pero, yo provoqué que agonizaras.-dijo ella-Si hubiera despertado mis poderes a tiempo...

La princesa se notaba entristecida enormemente, ya que estaba recordando lo "inútil " que fue (según ella) en el cataclismo, y Link no sabía que decir.

Aunque siempre tenía algo que decir para ayudar, Link estaba en blanco. Técnicamente Zelda tenía razón, por más deprimente que fuera.

Si hubiera despertado sus poderes, muchas vidas se habrían salvado. Y de todas esas que pudo, lo salvó a él. Por qué? Por ser el supuesto héroe? No lo creía. Pero era la verdad.

Y a veces la verdad, no es lo mejor para escuchar.

Continuará...

La Leyenda de Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora