Pasado

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Link despertó con un dolor de cabeza terrible. Primero se quedó viendo a Zelda sin comprender que había pasado, pero decidió vestirse rápidamente. 

Se concentró en olvidar todo lo que había sucedido, aunque no fue difícil ya que no recordaba mucho.


Link salió a cazar para poder comer algo de carne, pero se encontró con unos bokoblins. No fueron rival para él, aunque se perdió en el bosque durante la pelea. Se había dado cuenta que habían muchos más monstruos últimamente, lo que le parecía ridículo. Habían vencido a Ganon, se suponía que su influencia debería irse. Encima la Luna Carmesí no había aparecido en un buen tiempo, lo que aumentaba la curiosidad de Link. 

No llevaba la Tableta Sheikah, entonces solo podía valerse de su sentido de la orientación. Enfundó la Espada Maestra, y alistó su arco mientras apuntaba a un jabalí, animal que en unos segundos terminó muriendo por la flecha que el arco lanzó. El rubio recogió la jugosa carne y la metió en su alforja. Siguió caminando mientras silbaba una melodía, cuando de la nada aparecieron varios soldados del clan Yiga. Link pudo ver a 7, pero sabía que detrás de él había alguien más. Escuchó el tensar de las cuerdas, tenía que pensar rápido. Aún siendo el héroe, no podía eliminar a 8 objetivos en cuestión de 4 segundos. Lo que sí podía, era usar las habilidades que sus difuntos compañeros le habían otorgado. Usando el escudo de Daruk logró evitar la mayoría de ataques, y con la ira de Urbosa pudo paralizar a varios adversarios, y huyó  con la furia de Revali.

En pleno vuelo, se desató una tormenta. Link se empezó a arrastrar entre las corrientes, pero lo malo fue cuando una flecha atravesó su paravela. En ese momento, Link perdió todo el control que tenía, y salió volando, sin saber a donde.


Cuando recuperó la conciencia,  Link pudo ver un despejado cielo azul. Sintió arena en su espalda y pies. Vio un gran mar. Se extendía hasta el horizonte. Basado en su alrededor, Link determinó que estaba varado en una isla. Mínimo tenía alimento, pero no le duraría para más de una semana. Antes de buscar el escape, necesitaba encontrar agua dulce.


El héroe sabía sobrevivir, ya que era un soldado. Desde pequeño su padre le había enseñado a hacerlo, pues sabía que el niño tenía futuro. Mientras recorría la isla, empezó a recordar cierta expedición que hizo con su padre y su hermanito, cuando tenía unos 10 años.


En el bosque de Hatelia, hace 108 años...


—Papá, tengo miedo-dijo un niño vestido con una túnica morada.
—Ravio, te he dicho varias veces que si no les haces nada, los animales no te harán daño.


El hombre era alto, de cabello negro, una frondosa barba y una musculatura envidiable. En fin, el sueño de cualquier mujer(y algunos hombres, no lo niego). Lo importante, es que era un caballero de la guardia real hyliana. Este hombre, llamado Vikon Ordon, era un lejano descendiente del legendario Héroe del Tiempo. Por lo tanto, era necesario que tuviera un dominio excelente en la espada. 

—Y tú, Link, deja de escalar árboles. Si te haces daño, Lya nos regañará a los tres.-dijo con algo de miedo.

Vikon conoció a Lya Grene después de una batalla donde resultó gravemente herido, y fue Lya quien lo sanó. Posiblemente por el destino, o por azares de la vida, el soldado contrajo matrimonio con la médica. Después de unos meses, Lya dió a luz a un sano y fuerte varón rubio.En honor al héroe, fue llamado Link. Este siempre fue proactivo, pero un desastre para cuidar. Un año después, la mujer trajo al mundo a un tranquilo bebé pelinegro,  de ojos verdes a quien llamaron Ravio.

Por respeto a las tradiciones de su familia, Vikon tenía que enseñarles a los niños esgrima, por si alguno fuera la reencarnación del elegido por la diosa. Estaban en el bosque cazando, con la intención de que los niños aprendieran. Link no tuvo problema, aunque no pensaba con la cabeza fría y terminó sufriendo varios rasguños y golpes, cosa que parecía no importarle. Ravio,por otro lado, no pudo matar más que una ardilla. Sentía pena por los animales que habitaban pacíficamente en el bosque y murieron por el beneficio de su familia. Sin embargo, ayudaba a Link dándole estrategias y ubicaciones de los animales.

El presente, en la isla desierta

Cuando Link se enfrentaba al peligro siempre tenía quien le ayudara, pero cuando se embarcó en la titánica tarea de salvar el reino, estaba solo. Aunque consiguió aliados, la mayor parte del tiempo estaba con Epona, y solo la yegua.

Era la primera vez desde que despertó en el santuario de la vida en la que recordaba a su familia. Probablemente el cataclismo había acabado con sus vidas.A Link lo recorrió un fatal escalofrío. No se había despedido de sus padres. La última vez que los vio fue cuando tenía que ir con Zelda al monte Lanayru...




Continuará...


Hey! Hola a todos. Feliz año nuevo, muy atrasado. Sé que no he subido muchos capítulos, y me disculpo. Además, quiero agradecerles de todo corazón todo el apoyo que le dan a esta historia. En serio, gracias. Y les dejo el nombre del siguiente capítulo, que estaré publicando pronto.

Siguiente capítulo: Ascendencia




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