Asesinato en la Secundaria.

JURAMENTO.

Angelic volteó a ver a la rectora con furia, caminó hacia ella y por ese momento, pareció mucho más alta.

-Le voy a probar a usted, ¡Usted mujer ignorante! -Le habló con la mandíbula apretada-. Que aquí hay una asesina potencial y le voy a exponer cada una de las pruebas, las razones que tuvo y quiénes fueron sus cómplices, la voy a hacer confesar, la voy a hacer comerse su propia tierra ¡y voy a hundir esa banda de criminales sin importar a qué extremos tengo que llegar!...-Por último, se acercó a la rectora peligrosamente- verstanden?

Acto seguido, se giró hacia la puerta, tomando a Laura del brazo y sin decir más, se va con paso firme y pesado.

Las dos se hicieron en el centro del salón blanco, con las fotos de las listas en sus celulares.

-Siete. Siete niñas con una o más 'P' en sus nombres son las número diecisiete de la lista.

-¿Quiénes? Dígame los salones. -Angelic estaba acostada en el suelo con los ojos cerrados, pensando quién sabe qué cosas-.

-Una de sexto, séptimo, octavo, dos de noveno, una de décimo y otra de once.

No obtuvo respuesta alguna.

-¿Qué hacemos?

-No sé. No creo que quiera matar las siete niñas. Ahí está el muro. No veo más salida -Se frotó la cara con fuerza, como si tratara de espabilarse-.

Laura, por su parte comenzó a pensar en algo que le ayudara a identificar entre esas siete niñas, quién sería la víctima. Sin querer, a su mente vino una vieja canción:

"Siete son, los pecados capitales... 
siete son, los días de semana... 
siete son, colores del arco iris...
Siete son, las maravillas del mundo...
Siete son, las vidas del gato, 
siete son, las plagas de Egipto..."

Laura miró a Angelic con emoción. Había hecho lo que ella no, una mente 'superdotada' se había bloqueado y ella había rodeado la pared. La zarandeó (más por venganza que por cualquier otra razón...) y comenzó a reírse.

-Oiga, creo que ya lo resolví.

Angelic abrió los ojos repentinamente y la miró incrédula.

-¿Qué?

-Mire, el lugar del asesinato es en la capilla, tiene que ver algo con Dios, y como usted dice, tanto la víctima como la asesina deben pertenecer a décimo y once. La víctima tiene que visitar la capilla, eso significa que debe ser muy devota a Dios, y si tanto frecuenta el lugar es que quiere buscar perdón de sus pecados (como casi todas las personas.)

-Espere, espere. ¿A qué quiere llegar con todo eso?

Laura suspiró.

-¿Y si la asesina cree que 'P' no tiene salvación de sus pecados y por algún concepto retrógada la quiere asesinar o sacrificar para 'Purificar' su alma?

-...Fascinante. Ahora sí sabremos qué preguntarles a nuestras candidatas -Dijo con una enorme sonrisa-.

Inesperadamente, Laura recibió un abrazo por parte de Angelic.

-¡JAJA! Esa anciana se va a dar cuenta del error que cometio al hacer caso omiso a mi advertencia.

De manera inmediata fueron a cada salón, preguntando por las siete niñas candidatas.