Angelic es una chica alemana que ha decidido viajar a Latinoamérica para estudiar español y su cultura. Cree ser demasiado joven para ir a la Universidad asi que decide ir a repetir el último año a una secundaria. Allí, descubre una serie de códigos...
Justo antes de gritar y expulsar hasta los pulmones, la sombra que le cubría la boca se posó frente a ella. Angelic.
-¡Shht! -La calló y le frunció el ceño con molestia-.
Angelic la llevó detrás de un bote de basura, justo en la más sumida oscuridad, donde sólo un mínimo rayo de luz entraba por el pasillo, en el tiempo que esperaron a que ellas entraran a su respectivo salón, no apareció nadie, ni la silueta de una persona. Angelic le pasó una hoja de cuaderno mal arrancada.
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"Ellas ya saben que hay alguien investigándolas."
Laura podía ver perfectamente los tres salones, se asomó un poco por la pared y ya no estaba la cubeta de agua ni el rastro de gotas, sin embargo se veía perfectamente el rastro del trapeador en el suelo. Llevó la mirada al reloj de mano de Angelic, eran las 6:12.
-Tú y yo somos las únicas de los décimos y onces que han llegado al colegio sin contar con las perpetradoras, y aún así hay niñas que acostumbran a llegar a esta hora...
"¿Será que hoy no había estudio para nosotras?"
Angelic tragó saliva y salió del escondite y se fue al salón a poner su maletín adentro. Vaya sorpresa se llevó cuando vio el tablero.
-¡Laura! -Hizo una clase de grito ahogado, tratando de no hacer mucho ruido-.
Laura llega con paso lento y tembloroso, se asoma y ve el tablero.
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"P R I M E R A A D V E R T E N C I A. (m á s t e v a l e l i m p i a r e s t o.)
Había una mancha color vino en el suelo, espesa y burbujeante. Angelic se acercó sin titubear y sacó su teléfono e inmediatamente tomó una foto a la amenaza que estaba frente a sus ojos. Y no conforme, se agacha para examinar esa extraña sustancia. Acerca la nariz peligrosamente y respira con fuerza, luego varias veces más suave.
-Esto no es sangre.
-¿Qué? ¿Enserio? -Dijo Laura un poco decepcionada de que no fuese una amenaza real-.
Angelic se levantó y encendió la luz del aula, la sangre ahora parecía rosada y con puntos negros; puso su dedo índice en el suelo y lo pasó justo encima de ls sustancia rosada, lo levantó y lo llevó a su lengua; hizo un gesto amargo y contuvo las ganas de escupir.
-Metal molido, y gelatina... aún está tibia... y creo que tiene... sal, mucha. Que asco.
Hizo una arcada y se obligó asímisma a tragarlo. Laura inmediatamente le ofreció agua de la que siempre llevaba.
-Gracias.
-Claro... ¿A qué horas piensan llegar pues las niñas?
-Hoy entrábamos a las 7:15...
-¡¿...Y no me dijo?! - Laura era de las personas que en vez de dormir, invernaban- ¡Usted sabía! -Dijo apretándose el puente de la nariz-.
"¡LO QUE DARÍA YO POR HABER DORMIDO SÓLO UN POCO MÁS! ¿Porqué? ¡¿PORQUE?!"
-No es responsabilidad mía decirle a usted cosas que ya había anunciado el coordinador... además lo dijeron por el grupo de Facebook del salón...
-¿Sí?...
"¡Mea culpa, MEA CULPA, MEA MAXIMA CULPA! ¡ESO ME PASA POR NO USAR EL COMPUTADOR EN LA TARDE!"
-¿Y qué se supone que vamos a hacer de aquí hasta que lleguen las demás? - Preguntó Laura sin esperanza alguna-.
Angelic la miró a los ojos y sonrió.
-Vamos a buscar las listas de asistencia de todo el colegio... Averiguaremos quién es 'P'.
