Just Trust Me [Ziam]

Capítulo I - La excepción a la regla.

POV Zayn

- Arriba Zy, se nos va a hacer tarde - Sonreí inconscientemente cuando escuche su voz, a la vez que mis sentidos iban reaccionando de a poco.

Sentía el mullido colchón sosteniendo mi peso y el calor que irradiaba su pecho pegado a mi espalda. Me acariciaba con delicadeza la cintura y repartía suaves besos por mi cuello, invitándome a abrir los ojos para dar por comienzo a un nuevo día juntos. 

Odiaba que me despierten temprano, dormir era de mis pasatiempos favoritos, pero definitivamente amaba despertar con él. He escuchado por ahí que para todo siempre hay una excepción, y eso era él...Liam Payne, mi novio, mi mejor amigo, mi amante, mi compañero, mi excepción a cualquier regla. 

Me giré perezosamente en la cama y escuché esa hermosa risita cuando escondí mi cara en su cuello.

- ¿Ya? - Me quejé mientras me acurrucaba contra él y sentía sus brazos rodearme protectora y posesivamente - ¿No podemos dormir un ratito más? -

- Si por ti fuera nos la pasaríamos durmiendo, amor - Reía levemente a la vez que me acariciaba la espalda desnuda una y otra vez.

- ¿Y acaso no te gusta dormir conmigo? - Protesté.

- Me gusta hacer todo contigo - Me estremecí involuntariamente cuando sentí cómo mordía apenas mi cuello, él sabía que era mi punto débil.

- ¿Todo? ¿Cómo qué? - Susurré en su oído.

- Como bañarnos juntos, es una hermosa forma de comenzar el día... - Besó dulcemente mi frente. - Pero sí mi novio prefiere dormir, me tendré que bañar solito...-

Abrí los ojos de golpe cuando la ausencia de su calor invadió mi cuerpo. Gire la cabeza y no pude evitar morderme el labio mientras recorría su figura desnuda con la mirada. Sus bóxers estaban tirados a los pies de la cama.  Lo vi ingresar al cuarto de baño y sonreí inconscientemente cuando divisé como dejaba la puerta entreabierta, invitándome tácitamente a unirme a él en la ducha. 

Me giré en la cama aspirando su olor y sonreí. Sí alguien me hubiese preguntado tan sólo un año atrás ¿Qué era lo que esperaba al salir de la preparatoria?, podría haber respondido un millón de opciones posibles, pero jamás la que estaba por convertirse en realidad. 

Todo cambió a comienzos de este año, cuando empecé a ver a mi mejor amigo con otros ojos. Eso modificó mi vida, dándole un giro de 360 grados. Todavía recuerdo la confusión, el enojo que tenía conmigo mismo y sobre todo la impotencia, impotencia de intentar de todo y sin embargo ahí seguía yo, babeando y sonriendo como estúpido por ver a Liam reír y hacer sus típicas bromas...

Casi puedo volver a ver la confusión en sus ojos y sentir el bombeo acelerado de mi corazón antes de besarnos por primera vez...

- ¿Qué estamos...haciendo Zy? - Tragué saliva al sentir su respiración agitada sobre la mía. Debía alejarme, esto estaba mal y yo lo sabía. Pero simplemente mi cuerpo no reaccionaba como debería, no podía separarme...o ¿No quería hacerlo?

¿Cómo habíamos terminado así? Metidos en un armario en el que apenas había espacio para los dos. Podía sentir su cuerpo pegado al mío y estábamos a escasos milímetros de unir nuestros labios. 

Mi mente podía recordar con dificultad la fiesta, y un juego...'Siete minutos en el paraíso'. La botella apuntándonos y nuestras caras de confusión...¿Si tocaban dos hombres entraban igual? La situación en la que nos encontrábamos en este preciso momento respondía claramente a esa pregunta. Sí, entraban igual...

- Yo...no lo sé - Levanté la mirada a sus ojos, pero estos no hicieron contacto con los míos, estaban fijos en mis labios. 

Abrí la boca para intentar dar una explicación a todo esto pero ningún sonido salió de ella y antes de que pudiera volver a intentarlo sentí la mano de mi amigo en la nuca. Tiro de mi hacia él y eliminó por completo el espacio entre nosotros. 

Fue en ese instante cuando mi mente se nubló y dejé de pensar con coherencia. El tacto de sus labios sobre los míos era una sensación imposible de describir, se acoplaban a la perfección y en lugar de sentir asco, como supuse debería ser, lo único que quería era tomar más y más de aquella boca.

Nuestros cuerpos se apegaron más si es que era aquello posible y sentí una leve humedad en la comisura de mis labios, su lengua. Debería haber reaccionado en ese momento...¡Estaba besando a mi mejor amigo!. Pero mi cuerpo era ajeno a cualquier pensamiento sensato y en vez de separarme, abrí mi boca sin dudarlo.

Su lengua comenzó a explorarme como sí tuviera algún derecho sobre mi, como sí pudiera recorrer cada centímetro de mi cavidad bucal porque le pertenecía. 

La coordinación con la que se movían nuestros labios y las lenguas chocaban entre sí se vio interrumpida de golpe, como sí un balde de agua helada hubiera caído sobre nosotros. 

Sentí mi espalda chocar contra la pared del armario cuando nos separamos bruscamente debido a que alguien había abierto las puertas, dándonos la posibilidad de salir.Volvimos a sentarnos en nuestros respectivos lugares para seguir jugando, pero antes de girar la botella nuestras miradas se encontraron. Confusión, nerviosismo, complicidad...¿Qué nos acababa de pasar? No lo sabíamos, pero lo que sí sabíamos era que no iba a terminar ahí...

Sonreí cómo quinceañera enamorada por el recuerdo que había invadido mi mente, ese había sido el verdadero comienzo de todo.

Como sí fuera por arte de magia toda la energía y ganas de levantarme inundaron mi cuerpo cuando escuché el caer del agua. Salí de la cama sin dudarlo y me dirigí al baño. Asomé la cabeza por la puerta y no pude evitar reír al verlo. Apoyado contra la pared de la ducha, mirando hacia la puerta, esperándome. Sabía que nunca me resistía a bañarme con él...

Crucé la distancia que nos dividía y me colgué de su cuello sonriendo, sintiendo como me abrazaba por la cintura apegándome más a el.

- Buenos días dormilón - Reí sobre sus labios y me besó la punta de la nariz.

- Buenos días mi amor - Di un besito corto en sus labios para seguir hablando. - Parece que va a ser un bonito día...-

- Claro que va a ser un bonito día, ¿Sabes por que? - Lo mire con la intriga plasmada en la cara y el soltó una risita - Porque vamos a ir a ver nuestro nuevo departamento...-

Sonreí al escucharlo y me uní a él en un lento beso. En tan sólo un mes terminaríamos la preparatoria y comenzaríamos la universidad. Habíamos decidido irnos a vivir juntos pero nos estaba costando bastante conseguir un lugar. Después de tanto buscar, por fin lo habíamos encontrado, era perfecto, justo lo que queríamos. Hoy es el día en el que lo iremos a ver, y si tenemos suerte, hasta podríamos firmar el contrato de alquiler.

Liam se movió un poco hacia la derecha logrando que nuestros cuerpos queden bajo el agua que caía de la regadera y me alzó de los muslos. Instintivamente rodeé su cadera con las piernas y entreabrí los labios dándole paso a su lengua para que recorriera mi boca tanto como lo deseara. 

Si, definitivamente me encantaba comenzar el día bañándome con él.